Donostia-San Sebastian

Para los donostiarras, la Concha es un lugar único en el mundo, y es que, orgullosos solemos enseñar a los de fuera la panorámica que nos ofrece. En ese recorrido a lo largo de la bahía encontramos muchos símbolos, entre ellos, uno de los símbolos de la ciudad: La barandilla de la Concha. ¿Conoces la historia de esta barandilla, conocida por todo el mundo? 🙂 Hoy en el blog de Donostia descubrimos la historia de esta barandilla.

Nos trasladamos unos años atrás, al año 1879 exactamente, y es que es entonces cuando nació Juan Rafael Alday, autor de la obra, en un caserío de Ibaeta. Tras finalizar los estudios en Madrid, entró a trabajar al Ayuntamiento de San Sebastián al lado del entonces arquitecto-jefe José Goicoa, a quién sustituyó en 1909 en el cargo. En esas fechas acometió la obra que le acabaría llevando a la pequeña historia de la ciudad: la remodelación del Paseo de la Concha tal y como conocemos hoy. Y es que, por aquel entonces, no existía el paseo, sino que las casetas de baños.

Poco a poco, Alday fue diseñando el paseo y los principales ornamentos: los dos obeliscos donde más tarde colocarían lo que hoy conocemos como “los relojes”, un reloj y un barómetro; la barandilla y las grandes farolas que podemos ver en las rampas que bajan a la arena.

El diseño comenzó en 1910, pero fue en 1916 cuando el rey Alfonso III lo inauguró. Por tanto, en el 2010 la barandilla cumplió, ni más ni menos que, 100 AÑOS!! Seguramente que Luis Alday no se imaginaría ni por asomo que su obra se convertiría en un símbolo indiscutible de Donostia.

Y es que no es una barandilla sin más, es una barandilla que tiene personalidad propia, una barandilla especial, una barandilla que se ha convertido en trofeo que se entrega en competiciones deportivas, se venda como recuerdo a los turistas, o nos deja fotografías tan maravillosas y únicas como las que podéis ver a continuación.

BAT BAKARRA MUNDUAN!!!