Made in Basque Country: economía

Las haciendas de las tres diputaciones vascas recuperarán el Impuesto de Patrimonio en 2011 y 2012, pese a que Álava y Bizkaia mantienen diferencias con Gipuzkoa sobre las condiciones para implantarlo, ya que la institución foral liderada por Bildu pretende ser más exigente.

Estas discrepancias podrían resolverse, no obstante, en la nueva reunión que ha convocado el Gobierno Vasco en el seno del Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) para el próximo jueves con el fin de lograr una mayor armonización entre las tres diputaciones.

La recuperación del Impuesto de Patrimonio y de otros tributos ha sido analizada en la cita que han mantenido hoy en Vitoria responsables de Hacienda de las tres diputaciones junto a la viceconsejera de Hacienda, Manuela Escribano, el director de Administración Tributaria, José Luis España y el director de Cupo y Aportaciones, José Ramón Martínez.

Las diferencias que arrastran desde hace meses las cuatro instituciones, gobernadas por partidos diferentes, hoy se han limado en cierto modo, según el Ejecutivo vasco, que sin embargo confía en lograr un mayor acuerdo el próximo jueves.

Gipuzkoa ya aprobó su propuesta de norma fiscal el pasado 28 de octubre y Álava lo hará este próximo miércoles, pero esos acuerdos, según ha recordado a Efe el ejecutivo, podrían modificarse ya que dependen de su aprobación definitiva en las Juntas Generales.

Por ahora, las tres instituciones forales coinciden en la necesidad de recuperar el Impuesto de Patrimonio para 2011 y 2012, aunque Álava y Bizkaia pretenden que el importe exento por vivienda habitual se eleve hasta los 400.000 euros y, en general, haya un mínimo exento de hasta 800.000 euros.

Gipuzkoa rebaja esos mínimos y ha propuesto que el importe exento por vivienda habitual sea hasta 300.000 euros y el mínimo total hasta 600.000 euros.

No obstante,  Gipuzkoa podría aceptar finalmente los mínimos de Álava y Bizkaia para lograr una armonización.

Desde la propia institución guipuzcoana han expresado su disposición a “seguir hablando sobre el tema” para “intentar llegar a un acuerdo”.

También en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones ha habido, según el Departamento de Hacienda, “cierto acercamiento” y se podría implantar un tipo del 1,5 por ciento.

Mayores diferencias se han evidenciado en la tributación del ahorro, ya que Álava y Bizkaia defienden que se mantenga la actual presión fiscal del 20 por ciento hasta los 10.000 euros y a partir de esa cantidad subirla hasta el 22 por ciento.

Gipuzkoa, sin embargo, pretende establecer un nuevo tipo para la tasa de ahorro que mantenga el 20 por ciento actual sólo hasta los 1.500 euros y elevarlo al 24 por ciento a partir de esa cantidad.

También en el impuesto sobre herencias directas hay discrepancias ya que Álava y Bizkaia abogan por que no se graven y Gipuzkoa fija un mínimo de 220.000 euros por heredero.

La lucha contra el fraude fiscal ha puesto de manifiesto asimismo las diferencias, ya que el Gobierno Vasco ha propuesto constituir un grupo de trabajo sobre este asunto, idea que Gipuzkoa apoya pero no Bizkaia y Álava.

Estas dos diputaciones han acordado, por su parte actuaciones de apoyo a las familias, con una nueva deducción de 50 euros anuales para los hijos de entre 6 y 16 años, algo que no ha aceptado Gipuzkoa.

El acuerdo de Álava y Bizkaia contempla además incrementar las cantidades deducibles para la creación de puestos de trabajo de 4.600 a 4.900 euros en los supuestos generales, y de 4.000 a 4.300 para la contratación de colectivos con especial dificultad de inserción en el mercado laboral.

Respecto al Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), Álava y Bizkaia actualizarán un 2 por ciento las deducciones personales y familiares para corregir los efectos de la inflación.

A la vista de estas diferencias, el Gobierno Vasco ha pedido un “mayor esfuerzo” a las tres diputaciones para tratar de acercar posturas de cara a la reunión del próximo jueves.