Juanito Oyarzabal se enfada y Alonso se vuelve loco

El primer programa de “El Conquistador del Fin del Mundo” vino a confirmar lo que ya intuíamos al comprobar que Juanito y Korta iban a ser los capitanes de un equipo: aquello se iba a convertir en un polvorín…repleto de mecheros.

 

La verdad es que mostrarle a Oiarzabal las opiniones sobre él(libres y sin coacción alguna) de los que iban a ser sus compañeros puso al montañero de un humor de perros. Primero enfiló al Programa para recriminar su “falta de tacto” al poner en evidencia esa evidente falta de “sintonía” (algunos le dedicaron adjetivos como “prepotente, egoísta, mal montañero…) pero después, cuando Korta y los participantes llegaron al campamento pobre, su ira se dirigió hacia los deslenguados Pumas.
Llata y Nagore fueron los más beligerantes contra la postura de Juanito que les adelantó, en una asamblea improvisada, que no iba a pelear por ayudarles a superar los retos del concurso…veremos como evoluciona esa relación, en la que ya en los primeros minutos han empezado a saltar las chispas.

Mientras, Korta va a lo suyo. El bueno de Jose Luis ha empezado, como casi siempre, perdiendo y con sus huesos en el campamento pobre…bueno, mejor dicho, en lo que debían convertir en un campamento. Un lugar incómodo, en mitad de una gran roca, con el viento helado de la Patagonia andina azotando a este grupo de aventureros. Además, para construir la cabaña, Korta ha vuelto a demostrar que, para lo bueno o para lo malo, no acepta aportaciones para su diseño “arquitectónico”.

Y en mitad del caos, tras la derrota y la incómoda situación provocada por Juanito, uno de los participantes se lió la manta a la cabeza y empezó a comportarse de forma un tanto extraña. Alonso, no se sabe muy bien por qué motivo, decidió que iba a dormir solito, en mitad del bosque, con la única protección de su saco de dormir para hacer frente al frío de la noche patagónica.

A estas alturas, las vicisitudes del equipo de los Cóndores parecen una mera anécdota comparadas con el terremoto ( sin parangón en la escala Richter) que se ha disparado entre los Pumas de Korta y Juanito.

Los capitaneados por Eneritz Iturriaga, una ciclista de mucho carácter, ganaron el Juego de Inmunidad gracias a una carrera de rafting trepidante, en la que fueron capaces de organizarse mejor que sus rivales. La victoria les llevó al campamento rico, les recompensó con un asado de cordero y les dio la tranquilidad necesaria para construir la cabaña junto a un lago. Además, los Cóndores descubrieron que su segunda capitana es otra joven deportista vasca, la judoka getxotarra Yahaira Agirre.

Pero cuidado, entre tanto buen rollo siempre hay un “aguafiestas”…a Javi no parece hacerle tanta gracia el ambiente festivo de sus “guays” compañeros de aventura.