Ermua

Eres de Ermua, estás orgulloso de ello, disfrutas siempre que puedes de nuestro pueblo y lo enseñas a los amigos de fuera con todo detalle. Perfecto, eso está muy bien, pero atención porque a lo mejor te falta algo todavía para ser un ermuarra “king size“: ¿tienes mote? ¿Eres conocido por algún apodo? ¿Te paran por la calle llamándote por algún nombre diferente al que aparece en tu DNI? Claro, lo decimos porque en Ermua en eso andamos bien, en lo de poner motes a los vecinos… La revista Drogetenitturri de Ermua hizo público, en la primavera de 2003, un estudio documentadísimo de este asunto, que es el que queremos traer hoy a nuestro blog. Impresionante trabajo, el que firmaron hace nueve años Joseba Idigoras y Estibalitz Gonzalez, autores del artículo, toda nuestra admiración para ellos :-). Hemos hallado el documento en la web del Ayuntamiento, esta.

Motes y apodos en Ermua: ¿sabías que…

… que los apodos en nuestro pueblo son una tradición tan arraigada que se transmiten de generación en generación? Es el caso, por ejemplo, de motes como Pedromarianekua, Liburionekua, Antxonatxanekua o Kastotxuanekua. Vamos, que si te ponen un apodo lo mejor que puedes que puedes hacer es ir mentalizando a tu hijo, porque va a caerle también a él. Ah, sí, que no lo hemos dicho aún, lo de terminar un sobrenombre con el sufijo “-nekua” también es algo que nos gusta bastante.

… que el trabajo que desempeñamos en Ermua suele ser, como no podía ser de otra manera, fuente habitual de motes? Pues sí señor, y así han sido ilustres ermuarras gente como Barberua, Alanbrerua, Bakillautxosia o Karteruanekua (otra vez el “-nekua”). Hombre, esto igual ahora no se lleva tanto, ¿no?, no conocemos a nadie que sea, por ejemplo, Informatikarinekua, o Communitymanagerrua, o Agentedebolsanekua. Es lo que tienen los nuevos tiempos.

… que a nada que tengas algo característico en tu aspecto físico ya te puedes ir despidiendo en Ermua de tu nombre de pila, porque te va a caer un apodo rápidamente? Ahí están los casos de Txikixa, Surdo, Tripón o Bigotes. Es lo que hay, que les pregunten si no a tres hermanos que eran tan diferentes entre sí que tenían estos tres motes: Gordo, Txiki y Txato.

“¿Para qué discutís por el nombre, si en cuanto salga a la calle le van a poner un mote?”. Cuentan que don León Txikixa, cura de Ermua, zanjó así una disputa que mantenían los familiares de un niño que se disponía a bautizar.

… que al primero que trajo una bicicleta de la Peugeot a Ermua le llamaron, a partir de entonces, Peixota? Bueno, y que a uno que no solía usar mucho el pañuelo le llamaban Candelero; como dicen los autores del artículo que hemos consultado nosotros, no debía saber lo que eran los Kleenex….

… que a dos ermuarras que eran rapidísimos les llamaban, respectivamente, Rapiduanekua y Polborianekua? El Rapidillo y el Polvorilla, podríamos decir en castellano, ya debían andar ligeros, ya…

… que lo que le sucedió a uno al que llamábamos Paixan ya es casi el colmo? El hombre no debía tener ningún motivo destacable para tener un mote (aparte de ser de Ermua, claro), y no era conocido por ningún apodo relacionado con su físico, con su trabajo o con nada en particular que hubiera hecho, pero resulta que un día saludó a algún amigo diciéndole “hola, paisano” y la cosa triunfó: se quedó con Paixan para toda la vida.

… que había dos Txispas, pero eran así conocidos por motivos bien distintos? Según parece, uno de ellos no paraba quieto, tenía “chispa”, no podía dejar de moverse; del otro, en cambio, no sabemos si era tranquilo o nervioso, pero sí que era electricista.

Bueno, estos son solo algunos ejemplos, pero seguro que vosotros tenéis muchos más… Somos todo oídos, a ver qué nos contáis aquí o en la página de Ermua en Facebook. ¡Un saludo! Eskerrik asko!!