La protagonista de AMERRIKA es una palestina agobiada por la situación en su país, así que, aprovechando un permiso para emigrar a AMERICA hace la maleta y cruza el océano. Pero allí las cosas no son fáciles, su familia atraviesa momentos complicados, la sombra del 11-S hace que los estadounidenses miren con desconfianza a los árabes y, definitivamente, no atan los perros con longaniza.

Los protagonistas pasan por diferentes tribulaciones, siempre en un tono correctamente amable, como si la directora, que es americana aunque de origen palestino, tratara de no molestar a sus vecinos y a aquellos que han hecho posible la película.

En realidad el film está en la línea de crítica blanda que tanto parece abundar últimamente en libros y películas. Y, una vez mas, demuestra que los que hacen cine tienen una idea muy particular de lo que es la economía doméstica: la solución para nuestra heroína pasa por la concesión de una tarjeta de crédito. En el lado positivo encontramos un cuadro interpretativo muy competente, un guión efectivo y una realización funcional.

Si quieren pasar un rato entretenido, con un conocimiento leve de una dura realidad y salir del cine con una cierta confianza en la humanidad, aquí tienen su película.