FARLEY GRANGER, que acaba de morir a los ochenta y cinco años, siempre fue un actor reticente. Nacido en 1.925 en CALIFORNIA pudo ver a los cuatro años como la gran depresión se llevaba la fortuna de sus padres, lo que les obligó a trasladarse a las proximidades de HOLLYWOOD, donde conocieron al mas tarde famoso bailarín DONALD O’CONNOR que impulsó al muchacho a recibir clases de baile. Pero su oportunidad como actor llegó de la mano del humorista del cine mudo HARRY LANGDON que le llevó a un teatro de aficionados donde consiguió impresionar a LEWIS MILESTONE que le contrató para la película LA ESTRELLA DEL NORTE.

Con solamente dos experiencias cinematográficas fue reclutado y enviado a las islas HAWAI durante la Segunda Guerra Mundial. Tras una singladura en la que se mareo, pasó el resto de la guerra sin entrar en combate en compañía de otros actores.

Al volver a ESTADOS UNIDOS se relacionó con los círculos homosexuales de la costa este. Y cuando ALFRED HITCHCOCK buscaba un actor de esta orientación sexual para LA SOGA encontró en GRANGER el interprete perfecto. HITCHCOCK le proporcionaría el otro papel de su vida al hacerle protagonista de EXTRAÑOS EN UN TREN, su gran momento a pesar de que su deficiente actuación quedaba eclipsada por la brillantez de ROBERT WALKER.

GRANGER mantuvo relaciones amorosas con innumerables compañeros de trabajo, de hecho casi todas sus parejas fueron actores, actrices (son recordadas sus peleas con SHELLEY WINTERS), directores, guionistas y músicos. En los círculos empresariales de HOLLYWOOD le consideraban un actor problemático porque no aceptaba las órdenes de los productores así que para alejarse de un ambiente adverso se trasladó a ITALIA para rodar SENSO a las órdenes de LUCHINO VISCONTI. Allí conoció a PEGGY GUGGHENHEIM y su círculo de artistas. Con ella volvió a ESTADOS UNIDOS y tras rodar el interesante film LA CHICA DEL TRAPECIO ROJO de RICHARD FLEISHER decidió abandonar la pantalla para centrarse en el teatro en BROODWAY.

Su primer montaje solo aguantó 24 representaciones. La segunda resistió tres meses en cartel. Y aunque logró cierta estabilidad en los escenarios en obras de reconocida solvencia como LAS BRUJAS DE SALEM, EL ZOO DE CRISTAL y LA TRAMPA DE LA MUERTE, tuvo que centrarse en la televisión para sobrevivir. En 1.970 fijó su residencia en ROMA y apareció en una docena de películas italianas, principalmente westerns y thrillers. La mas famosa LE LLAMABAN TRINIDAD.

Y así hasta el año 2.001 en que apareció en su último film: THE NEXT BIG THING. Nunca fue un gran actor. Cumplió con su presencia la cuota de galanes ingenuamente enamorados en comedias olvidables. Y, de vez en cuando, componía un personaje algo mas complejo, como en LOS AMANTES DE LA NOCHE de NICHOLAS RAY, que permitía atisbar lo que podía haber sido su carrera si se la hubiera tomado con mas interés. Pero él estaba interesado en otras cosas y la actuación nunca fue una de sus prioridades. Muy pocos le recuerdan. Pero siempre estará ahí cuando revisemos esa obra maestra que se titula EXTRAÑOS EN UN TREN.

Félix Linares