Galdakao

Somos de Galdakao, nos encanta nuestro pueblo y disfrutamos cada día de él, pero… ¿qué conocemos de su historia? Cuando nos juntamos con gente que no ha estado nunca en Galdakao, o que incluso casi no ha oído hablar de nosotros, ¿qué anécdotas les podemos contar? O, mejor dicho, ¿por cuál empezamos? Bien, el objetivo de el texto que ahora comenzamos es el de recoger algunas de las curiosidades, anécdotas, pequeñas historias y chascarrillos que todo buen galdakoztarra debe dominar para poder hacer gala de su condición. Empezamos, pues, no sin antes aclarar que, para documentarnos, hemos investigado en la web del Ayuntamiento de Galdakao y en la web usansolo.com, además de en Wikipedia.

-Y comenzamos con una mítica: un cráter de Marte se llama Galdakao. Y sí, es en homenaje a nuestro pueblo. Se sitúa, exactamente, al este del cráter Zutphen y al noroeste del Gusev. Tiene un diámetro de 35 kilómetros y se llama así desde 2003. La Unión Astronómica Internacional decidió, con inmejorable criterio, que no había mejor nombre que el de nuestro pueblo para un cráter marciano. No existe constancia de que viva allí nadie de Galdakao, pero no cabe descartarlo.

-Antes de expandirnos hasta Marte, fuimos parte de Bilbao, lo que tampoco está mal si tenemos en cuenta que esta ciudad, muy cercana a Galdakao -por si algún despistado no la conoce-, gusta de autoproclamarse como la Capital del Mundo. Fue una buena época, esta en la que éramos un trozo de Bilbao, pero terminó hace mucho; concretamente, en 1630.

-En 1939, el parque automovilístico de Galdakao constaba de un total de cuatro coches. Uno era propiedad de La Dinamita, otro de Rufino Aldazabal, Amadeo Gandasegui era dueño del tercero y no se sabe a quién pertenecía el último. Lo que es seguro es que debía ser alguien muy discreto, de los que no sacan el coche para lucirlo sin más ni más.

–Alfonso XIII, rey de España entre 1902 y 1931, solía venir con frecuencia a Bilbao, a pasar unos días, y no perdía oportunidad, cada vez que lo hacía, de darse una vuelta por Galdakao. No se sabe a ciencia cierta por qué, pudiendo venir más -era Rey, y, como tal, podía hacer más o menos lo que quisiera- pasaba largas temporadas en Madrid.

-Una de las fábricas más significativas en nuestra historia, la Josefina, de Usansolo, se llamaba así porque la mujer del fundador de la empresa, Santos López de Letona y Apoita -que era de Zeanuri– se llamaba Josefina Gómez de Rueda. La Josefina, Fábrica de Hilados y Tejidos de Algodón, comenzó su actividad hace más de cien años.

-¿Habéis oído hablar del roble “Gezur Aretza”? Su nombre, en euskera, quiere decir “Roble de las Mentiras”, y se llamaba así por una razón muy simple: la gente de Galdakao, antes de Misa -estaba al lado de la iglesia de Elexalde-, se solía juntar en torno a este roble, y parece que en la conversación cada cual intentaba exagerar, en la medida de lo que podía, el volumen de sus posesiones. Como indica la web del Ayuntamiento, “una buena forma de pasar el rato“, sin duda…

-De Galdakao han salido destacados deportistas; actualmente, contamos con uno de los mejores ciclistas vascos, Igor Antón, ganador, entre otras carreras, de varias etapas en la Vuelta a España y de otra más en el Giro de Italia. No es de extrañar si tenemos en cuenta que ya en 1929 se creó la Sociedad Ciclista Galdacanesa, que fue el primer club ciclista del pueblo. Se estima que contaba con una cantidad de miembros que se hallaba entre los seis y los ocho, pero eso no es lo más destacable del asunto, sino el hecho de que las bicicletas pesaban 18 kilos… Como para atacar con eso en El Vivero para ganar luego en Bilbao, ¿eh, Igor?

-Todo el mundo está encantado ahora con Marcelo Bielsa, entrenador del Athletic, que no es de Galdakao (dicho sea de paso), pero uno de sus más lúcidos antecesores en el cargo sí lo era: hablamos, por supuesto, de Josetxu Iraragorri, Txato de Galdakao, que dirigó a los leones desde el banquillo entre 1949 y 1952 y guió a los rojiblancos al título de Copa en 1950. ¡A ver si Bielsa puede decir lo mismo en mayo!

En muy poquito… más historias. ¡A ver qué os parecen estas! ;-).