El Ayuntamiento de Getxo ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Bilbao la profundización en diversos aspectos recogidos en el estudio de impacto ambiental del proyecto de extracción de arena del Abra y ha anunciado que adoptará “una actitud vigilante”.
En una nota de prensa, el concejal de Urbanismo, Joseba Arregi, ha señalado hoy que los técnicos municipales, tras recibir el Proyecto y Estudio de Impacto Ambiental realizado por la corporación Azti-Tecnalia, han analizado la influencia del dragado en las playas de este municipio vizcaíno.
El estudio del puerto, según el edil, prevé la posible extracción de 49 millones de metros cúbicos de arena desde este año hasta 2026, aunque el proyecto prevé sólo la extracción de 27 millones, de los que 250.000 metros cúbicos irían destinados al relleno del nuevo muelle de cruceros de Getxo.
El edil ha indicado que el efecto que podría incidir en la estabilidad de las playas del municipio es el asociado a la modificación de las características del oleaje y de sus condiciones de propagación, que en las playas de Barinatxe-La Salvaje y Azkorri sería mínimo.
En el caso de las playas de Ereaga y Arrigunaga sería algo más visible, aunque, según los datos analizados, no habrá modificaciones significativas en la dinámica que afecta a los arenales y tampoco se percibirán efectos de transporte de sedimentos superiores a los actuales.
No obstante, y tras el estudio llevado a cabo de los documentos referidos al proyecto y su repercusión en las playas de Getxo, el Ayuntamiento ha solicitado que se amplíen aspectos del estudio de impacto ambiental.
También pedirá a la Autoridad Portuaria tener un conocimiento preciso de los resultados de los controles a realizar durante los trabajos de dragado y tras su finalización, así como tener conocimiento previo del alcance del estudio de caracterización de las playas.
Además, el Ayuntamiento quiere que se establezca un canal de comunicación para consultas relacionadas con la obra, sus posibles efectos y los controles contemplados en el Programa de Vigilancia Ambiental, tanto durante la ejecución de las obras como a su finalización.
Ese programa consistiría en hacer controles de calidad del agua y del estado de las playas, efectuando una evaluación carácter bienal en Barinatxe y bianual en Ereaga y Arrigunaga, anual las tres primeras campañas según la petición municipal, durante un período de 10 años.