Por Xurdana Imatz
Parece ser que lo que todos queremos es ser felices y sufrir lo menos posible. ¿Y que estrategia seguimos para conseguirlo? Evitar el sufrimiento, evitar situaciones que nos hacen sentir mal, evitar esfuerzos…¡EVITAR! ¿Pero evitar el sufrimiento y los esfuerzos proporcionan la felicidad?, ¿realmente nos sentimos bien evitando esas situaciones y no esforzándonos?, …
Una vez una alumna, mientras profundizábamos en estas cuestiones, me comparó lo que hablábamos con los tipos de pan. ¿¿¿cómo??? Me parece interesante compartirlo con vosotros: ¿Os habéis dado cuenta como ha evolucionado el bocadillo de la merienda en los niños? Ella decía que antes, cuando éramos pequeños, mordíamos y masticábamos sin parar, hasta cansarnos. Comer ese bocadillo requería tiempo y esfuerzo. ¿Recordáis cuando teníamos el diente a punto de caer y la merienda era todo un riesgo? (bueno, tenía su recompensa con el Ratoncito Pérez). ¿Y cuando nos faltaban unos cuantos dientes y teníamos que hacer jeroglíficos para poder comerlo? ¿lo recordáis?
Observar ahora como ha ido cambiando la sociedad y la concepción de lo cómodo y fácil.
¡Ahora el bocadillo es pan de molde y si te apuras “sin corteza”! , ¡Se acabaron los esfuerzos, tengas o no los dientes a punto de caer! ¡Se acabó el masticar!un pequeño movimiento y fácilmente llega el alimento al estómago ¿Hasta que punto educamos en lo fácil, cómodo, en el que no hay que esforzarse mucho (morder) para obtener lo que queremos (alimento)? Y además yo me pregunto ¿valoramos las cosas igual haciendo menos esfuerzo? ¿Que consecuencias tiene todo eso a largo plazo?
Según comentan los dentistas, la boca y la mandíbula han ido cambiando en la evolución del ser humano y ya no necesitamos, por ejemplo, las muelas del juicio ¿Qué pasará ahora con ese cambio en la merienda?
Al leer el tÃtulo del artÃculo, lo primero que he pensado es que serÃa un rollo filosófico, que cuanto mas lo lees menos lo entiendes, pero me he llevado una agradable sorpresa al ir descubriendo que mientras lo leÃa en mi cara se iba dibujando una enorme sonrisa al acordarme las veces que siendo crÃa al pegar un mordisco al bocata de pan y chocolate, notaba como se me movÃa cada vez mas el diente y estaba deseando que se cayese para ponérselo al Ratoncito Pérez, creo que no vamos a ser mas felices sin dientes, porque a lo largo de la vida te vas dando cuenta de la razón que tenÃan nuestros padres al decirnos que lo que realmente quieres cuesta un esfuerzo conseguirlo y estamos educando a nuestros hijos con esa convicción y también dando importancia al disfrutar cada momento, por eso espero Xurdana tu próximo artÃculo, que ha contribuido a hacerme un poquito mas feliz.
Es curioso cómo en cositas tan nimias como la merienda de los crÃos se puede simbolizar la incapacidad en que educamos a los chavales con respecto a tantas cosas.
Yo, como dice Pilar, tampoco creo que vayamos a ser más felices sin dientes, y es una lástima, porque vamos hacia una forma de ver el mundo cada vez más virtual y menos real.
La felicidad no creo que esté en evitar los sufrimientos, sino en cómo los afrontamos. El destino va a ser implacable en ponernos delante de nuestras vidas mil circunstancias que nos van ha hacer sufrir pero que son inherentes al ser humano: enfermedades, accidentes, frustraciones… Sin embargo, lo que sà está en nuestras manos es decidir cómo lo vamos a afrontar, cómo nos lo vamos a tomar. Esa es nuestra responsabilidad y nuestro reducto de libertad ante la vida: decidir, darle sentido a lo que hacemos y vivimos, aunque lo que tengamos que afrontar no sea agradable. Eso, el darle sentido a nuestra vida, el asumir nuestra responsabilidad y nuestra libertad es lo que pienso que puede ayudarnos a tener un mayor bienestar sujetivo. Y si además de hacer esto, conseguimos trasmitirlo a nuestros hijos, habremos logrado darles una herramienta de que potenciará su crecimiento personal y social, estaremos educándolos. Aconsejo a todos la lectura del libro “El hombre en busca de sentido”, de Viktor Frankl (está en Internet). MagnÃfico libro que nos ayudará a todos a ir identificando el por qué de nuestra existencia. Parece mucho rollo el que he metido pero el mensaje está lleno de optimismo y esperanza. Un fuerte abrazo a todos.
Kaixo Xurdana! Me parece genial tu artÃculo, poruqe tiene un buen toque de humor. Me ha ehgenchado eso del ratoncito, pero cuentanos más de ese curso porque te lo debiste pasar genial, con alumnos tan creativos!!! De todas maneras lo que más me ha gustado de todo ha sido la definición de la Felicidad: “La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los dÃas.”
Benjamin Franklin (1706-1790)
Qué verdad!!! Buscamos la felicidad en lo que no está en nuestras manos, y mira por donde la tenemos tan cerca que si estuviese caliente ya estarÃamos ardiendo. Te espero la semana que viene.
No se si durante la educación nos enseñan o enseñamos a no esforzarnos, pero en cuanto empezamos a trabajar o aprendes o te mueres. Igual todo lo facilitamos a nuestros hijos pero cuando empiezan a trabajar los “dientes” les salen de golpe: mileuristas, becarios eternos, contratos basura, inestabilidad laboral, precariedad… Esos son lo bocadillos que van a tener que comer durante años. AsÃ, que lo mejor, es que empiecen a comer pan duro, a fotalecer las encÃas desde pequeños ya que desde que salen de la familia hasta que formen la suya (y seguro que después también) les va a tocar comer PIEDRAS!!!! Gracias Xurdana por permitirme quejarme de la situación que están viviendo tantos jóvenes y no tan jóvenes. Sigue escribieno que me gusta leerte!!! Gracias de nuevo.
vincent, que quieres decir con “es una lástima, porque vamos hacia una forma de ver el mundo cada vez más virtual y menos real”?
hola a todos:
me ha gustado oir vuestras respuestas al artÃculo y ver las reflexiones que haciais, porque mi objetivo, sobre todo, era que reflexionaramos y empezáramos a aceptár que las dificultades son parte de la vida y que sin ellas no crecerÃamos (madurar).
si no conocieramos lo desagradable ¿valorariamos lo agradable que nos llega?
Me alegra que haya salido junto al tema de la felicidad, la educación emocional y valoral. Van de la mano.Como apunta la autora de este sugerente artÃculo, la vida va adquiriendo sentido también por esa capacidad de valoración y afrontamiento a las disÃmiles situaciones . Gracias por hacernos reflexionar sobre la educación de nuestros hijos.
Rosa.
Creo que se trata de una clara metáfora del tiempo en que vivimos, la sociedad actual. Todo llega fácil y sin esfuerzo… “¿Qieres 3000 euros en 1h?Llamando a este número de teléfono…bla bla bla”. Este tipo de anuncios bombardean nuetsros televisores a diario. Aún asÃ, considero importante ser conscientes de la parte de resposnabilidad que cada uno en esta sociedad que es nuestra, NO AJENA.
ESO ES!!!
asumir la parte de responsabilidad que cada uno tenemos y ser conscientes de ello.
creo que es inicio para la verdadera felicidad
La verdad si que fue interesante leer esto.Pues sÃ, tienen mucha razón ,sin dientes no seremos felices ,lo que nos hara ser felices es el saber que puedimos combatir alguna dificultad sin recurrir a los medios féciles