Inteligencia emocional

¿Goza la familia de buena salud?

Por Rosalia Peña Sarmiento

El papel de la familia es tema recurrente hoy. Así lo voy comprobando en los cursos de Educación Emocional para padres y maestros, cuyo debate me ha estimulado a escribir estas líneas.

A menudo se habla de crisis, de suplantación de las funciones familiares a otras instituciones como la escuela, de hijos y padres desorientados, de una sociedad que estimula valores que afectan la institución familiar. De modo que,  percibo cierto desaliento al abordar el tema, como si fuera el caos, el fin.

  

Es innegable el papel protagónico e insustituible de la familia en el desarrollo de los hijos, y resulta contraproducente hablar de un problema infantil sin abordar paralelamente a la familia y el conjunto de condiciones socioambientales en que está inmersa. Pero también hay que hablar de corresponsabilidad por parte de las diferentes instituciones que contribuyen a la formación y desarrollo del niño.

Por otro lado, no es de extrañar los sentimientos y emociones que se viven, los retos que tiene la familia ante un mundo en constante transformación, donde se redimesionan unos valores y aparecen otros,  surgen nuevos modelos de maternidad- paternidad. Pero también  se demuestra que la familia es un organismo vivo que precisamente  en la adaptación y asunción del cambio tiene garantizada su longevidad.

Alienta saber que – aunque se trabaja y sueña con una mejor obra educativa- hoy como nunca antes tenemos potencialidades y oportunidades para fomentar el vínculo afectivo entre la escuela, la familia y la comunidad. Es esperanzador, además, que en un mundo donde el consumo, el dinero parecen invadirlo todo, la familia sea el valor que prefieren jóvenes y adultos. Buenas razones, pues, para encauzar  procesos de aprendizaje, asumir responsabilidades, aunar empeños comunes y permitir que la familia goce de buena salud.

¿ Y tú qué opinas?

 

7 pensamientos sobre “¿Goza la familia de buena salud?

  1. Rogelio

    Mi opinión hace referencia a la necesidad de que la familia goce de buena salud por lo necesaria que es esta institución para el desarrollo personal. Sin embargo, cada vez se habla más de “familias nominales”. Este concepto, que lo he oido al catedrático Javier Elzo, se refiere a aquellas familias que solo lo son en el nombre, que no se ocupan de la EDUCACIÓN de los hijos y que se convierten en un mero “proveedor” para ellos. Además, y también palabras de Elzo, la importancia que tienen los amigos como grupo de socialización y formación de nuestros hijos hace necesario el prestar una especial atención a esta “institución”. Rosalia, pienso que algunas familias gozan de buena salud pero que otras muchas necesitan una “cura de reposo”, para recobrar energías y cumplir sus funciones. También tengo que decirte que un comentario me resulta escaso para un asunto, muy bien planteado por tí, y que requeriría una buena charla con un café de por medio, y aunque el comentario termine aquí, has conseguido que tu artículo continúe en mi cabeza. Gracias por promover la reflexión. Buen artículo

  2. marta mirabent albistur

    Me ha gustado mucho la manera en que se aborda el tema de la familia, sobre todo, porque independientemente de los cambios que van sucediendo a nivel de la sociedad, sigue siendo la familia un pilar ineludible en el desarrollo de los hombres.
    Dentro de ella y por ella aprendemos a convivir, a amar, a respetar, a ser más humanos y comprendemos que cada generación aporta algo imprescindible en nuestras vidas.
    Hablar de este tema con optimismo y objetividad, aprovechando nuestra capacidad de comprender las emociones propias y de los demás, es una de las formas que tenemos a nuestro alcance para hacer de la familia ese sujeto activo, que se prepara para asumir los cambios, que no se enquista en el pasado y mantiene su identidad en el presente y el futuro.
    Me entusiasma la idea de que las familias del futuro serán portadoras de unos valores que las harán fuertes emocionalmente y sobre todo más humanas.
    Gracias Rosalia por abordar un tema de tanta actualidad.

  3. Jon

    Buenos días Rosalia! Los jueves al mediodía al sentarme a leer tus artículos, me lleno de serenidad y dulzura, porque los temas que tratas reflejan tu forma tan dulce de ser. Además tratas los temas con mucha suavidad pero con mucho sensatez. La familia…la familia…no me gusta nunca generalizar , pero si he decirte que las familias vascas que yo conozco, gozan de buena salud, yo creo que ha mejorado desde la locura de los comienzos de las separaciones y divorcios. Yo considero que la familia que goza de buena salud, es la que da amor y respeto entre todos los participantes de ese vínculo de afecto, y aunque todas las familias tenan baches y malos tragos, gracias a transmitir y recibir estas tan importantes emociones ninguna marea gigante te podrá absorver ni desplazar! Un beso.

  4. Emi

    Hola Rosalia.

    No me atrevo a dejar por escrito un comentario, pero si quería saludarte desde Tolosa (Hirukide Gainberri) y decirte que seguiré vuestro blog con mucho interés.

    Un abrazo,

    Emi

  5. Martin

    Aunque me cuesta escribir, este artículo ha despertado mi interes y una vez visto que el tema atañe a la familia, tengo claro que dedicaré tiempo a la lectura de este blog, porque es un tema que me atañe muy de cerca.

  6. Virgilio PONCE

    Muy buen artículo, estoy de acuerdo en la gran importancia de la familia en la formación, lo importante q es el ejemplo, soy padre y siempre esto está presente, pero creo q el medio externo influye mucho, no es sólo la escuela, es la TV, son los amigos en la calle, etc. todo; la falta de tiempo de los padres (y a veces de preparación), pueden hacer q los chicos caminen por rutas equivocadas. Debe trabajarse unidos, padres, escuela, sociedad, etc. para formar al hombre nuevo, al hombre q necesitamos para enfrentar los ptroblemas q se avecinan. ¡BRAVO por Uds.! y este trabajo q hacen.

  7. Araia

    Me gustaría hacer referencia al comentario de Jon en el que menciona “la locura de los comienzos de las separaciones y divorcios”. ¿No implican las separaciones el desarrollo de autoconciencia y autonomía emocional? (que forman parte del programa educativo de IE) ¿Cuántos matrimonios se mantienen hoy en día por no interrumpir las expectativas pre-establecidas? No creo que la ausencia de separaciones sea síntoma, hoy por hoy de salud-estabilidad emocional.

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