Inteligencia emocional

¡ Quiero lo mejor para mi hijo!

Por Rosalia Peña Sarmiento

¿Quién no ha dicho, pensado o sentido que quiere lo mejor para su hijo? Sin embargo, no siempre somos conscientes de las experiencias, emociones, que dan sentido a los múltiples significados de “ lo mejor”, de cómo unas u otras pautas repercuten en la vida presente y futura de los hijos.

  

A menudo, en aras de “ofrecer” ese ideal de bienestar, y detrás de lo que se desea para los hijos están los modelos que fueron aprendidos por los padres y constituyen eje valoral en el presente; los modelos o situaciones de la familia de origen de uno o ambos progenitores que se quieren evitar porque resultaron o se valoran como lacerantes; otras veces, consciente o deliberadamente se rompen patrones y conductas de sus familias de origen; y no en pocas ocasiones, se experimenta con nuevos modelos, se aprende a base de ensayo y error.

De modo que, la familia como ámbito educativo necesita reflexionar sobre sus pautas educativas y tomar conciencia de su papel en la educación de los hijos. Identificar los procesos emocionales que fundamentan el o los modelos que se utilizan podría ser un buen punto de partida, pero también comprender los significados de “ lo mejor” con valentía  y responsabilidad, sin olvidar que padres e hijos tienen unos derechos y unos deberes que cumplir, por el bien de todos.

¿Tú qué opinas?

15 pensamientos sobre “¡ Quiero lo mejor para mi hijo!

  1. Oier

    Hay una poesía de Gibran Khalil Gibran que dice “Tus hijos no son tus hijos
    son hijos e hijas de la vida
    deseosa de sí misma.
    No vienen de ti, sino a través de ti
    y aunque estén contigo
    no te pertenecen.
    Puedes darles tu amor,
    pero no tus pensamientos, pues,
    ellos tienen sus propios pensamientos.
    Puedes abrigar sus cuerpos,
    pero no sus almas, porque ellas,
    viven en la casa del mañana,
    que no puedes visitar
    ni siquiera en sueños.
    Puedes esforzarte en ser como ellos,
    pero no procures hacerlos semejantes a ti
    porque la vida no retrocede,
    ni se detiene en el ayer.
    Tú eres el arco del cual, tus hijos
    como flechas vivas son lanzados.
    Deja que la inclinación
    en tu mano de arquero
    sea para la felicidad.”

  2. Ígor

    Es una poesía preciosa, Oier. Con tu permiso me gustaría utilizarla para hablar de la educación emocional con los hijos. Sobre todo porque creo que tiene mucho que ver con el artículo que firma Rosalia. Y además con la esencia de todos los roles: la complementariedad. Todos los padres necesitan transmitir a sus hijos valores dirigidos a contribuir en su desarrollo como personas, y muchas veces esto se hace desde los valores interiorizados por los padres ( si no,¿por qué tenerlos?). Pero sucede algo maravilloso, algo fantástico que nos ayuda a crecer como sociedades, como civilizaciones: la disensión, el no estar de acuerdo. Sin una ruptura con lo establecido, no es posible enfrentarse a lo nuevo. Muy interesante

  3. Nahiara

    La semana que viene cumplo 19 años y mis padres me tratan como si tuviera 14, es verdad, que ellos lo hacen con la mejor voluntad, pero siempre terminamos discutiendo, cuando le digo a mi madre, que ella se casó con 20 años, siempre me sermonea diciendo, que la vida ha cambiado mucho, que ahora hay mas peligros, por eso le he leído el artículo y la poesía de Gibran, pero aunque le ha gustado mucho, a la media hora ya estaba como siempre, pero a mi me ha servido para hacerle entender que no soy la única, que pido, que me dejen elegir lo mejor para mi.

  4. jon

    Un artículo muy interesante este último Rosalia. Sobre todo porque creo que tenemos un chip impregnado por todo el cuerpo, en el aspecto de que debemos dar a nuestros hijos todo lo que no hemos podido tener. Y es ahí donde está la genesis de nuestro gran error como educadores, no saber diferenciar entre nuestro hijo como ser individual y nuestra propia persona. Guardaré este artículo junto con la poesía de Oier, para cuando haya perdido el camino volver a encontrarlo. Besos Rosalia

  5. lidia

    Lo que yo muchas veces me planteo como madre y sobre todo como educadora es, porque muchos padres cuando dicen lo mejor para mis hijos hablan casi siempre de algo material u oportunidades económicas? El otro día me hablaron de una pareja que salió en la TV que estaban 2 horas al día con sus hijos de 14 meses, y no se planteaban reducir la jornada laboral porque “´tenían muy claro que sus hijos estudiaran en no sé que colegio y luego pudieran ir al extranjero a terminar sus estudios. Y eso tiene su precio” La verdad es que me asusté.
    No se si sabemos muy bien que es lo mejor para nuestros hijos, y deberíamos reflexionar más sobre el tema, como propone Rosalia. Lo mejor quizá sea lo que no hemos tenido, pero quizá se aleje mucho del dinero y todo lo que le rodea. Quizá confundamos lo mejor con lo más cómodo, o vivimos a ritmo y en una sociedad que ni nos paramos a pensar siquiera qué es lo mejor.

  6. Araia

    Yo creo que lo importante es que eduquemos personas autónomas, con criterio porpio para pensar y decidir en consecuencia. Como padres, claro está que en primera instancia decidicmos lo que creemos mejor para ellos, pero tendremos que estar diepuesto a escuchar que, es posible, que lo mejor para nosotros, no sea lo mejor para ellos

  7. marcelo

    me case con una chica que ya tenia un hijo de 1 año ya pasaron 10 y nunca le digimos la verdad como se la podria decir ?????

  8. LEA BAZAN SANCHEZ

    estoy aflijida y tensa, porque tengo mi hija de 16 años y no puede dormir, llora reniega grita se apuesto muy rebelde no se q hacer, le he llevado al neurologo y dice q tiene deprecion anciedad y esto me tiene tenza y lo peor es q no mejora estoy aflijida

  9. LEA BAZAN SANCHEZ

    estoy aflijida y tensa, porque tengo mi hija de 16 años y no puede dormir, llora reniega grita se apuesto muy rebelde no se q hacer, le he llevado al neurologo y dice q tiene deprecion anciedad y esto me tiene tenza y lo peor es q no mejora estoy aflijida

  10. lorena

    atengo un hijo de diez años pero no se como tratarlo esta muy revelde y no respeta mis limites aveces creo que soy yo la culpable porque lo sobreprotejo de todos como hagooo?

  11. Gotzon

    Es tan claro que queremos lo mejor para nuestros hijos, como que ese querer y ese proyecto es el nuestro, el de los padres, de los miedos y satisfacciones que hemos aprendido de la vida. No puede ser de otra manera…

    O si, cuando somos conscientes de que esto es asi y, sin renunciar a nuestra obligacion como padres y educadores, estamos tambien dispuestos a seguir aprendiendo, y aprender tambien con ellos, para que descubran su camino y su propia vida.

    Es asi cuando intentamos ayudarles a pensar por si mismos, como dice Araia, escuchandoles, pero tambien cuando tenemos que decirles que no, o cuando les explicamos que no hay derechos sin responsabilidades, sin obligaciones etc.

    De acuerdo que educarles, en todos los ambitos de la vida, tambien en la escuela, no consiste en programarles como si fueramos divinos, a nuestra imagen y semejanza, sino en transmitirles nuestra experiencia y ayudarles a que se conozcan mejor para que puedan sacar lo mejor de ellos mismos.

    Tanto el abandono como la sobreproteccion -con muchos mimos o con mano de hierro, tanto da- va en la direccion contraria de ese proceso de aprendizaje y desarrollo de su autonomia personal.

    Por ultimo, como dicen Igor y Nahiara, la primera obligacion de los hijos ha sido siempre enseñar a los padres. Claro esta que hay un problema de ritmos, de sincronizacion necesaria en esta negociacion constante que va a la par del crecimiento de los hijos y la madurez de los padres.

    Son tan naturales esas diferencias de percepcion, como necesarios los habitos de escucha, de renovacion de los pactos y de solucion de conflictos. Y aqui, confieso, o estamos muy atentos y muy en forma, o a menudo nos falta cintura para actualizar esos pactos a lo largo de la vida, que no pueden ser los mismos con diez, con quince o con los diecinueve años de Nahiara.

  12. karina

    @Nahiara
    eso es cierto yo tengo 25 vivo aparte de ellos en mi depa y aun asi estan atras de mi como si tubiera 10 añitos pero en fin los comprendo ahora que voy a hcer madre… tengo dos mese de embarazo y no hay un dia en que no me llamen para saber como estoy y si me hace falta algo, les agradesco su amor por mi por nunca dejrme sola por estar ay apollandome cada dia en mis decisiones en aceptar que ya soy una mujer echa y derecha y que yo sloa puedo con mi vida y con la de mi bebe pero no dejo de agradecerles que esten conmigo ya que el padre de mi bbe murio y pues sere madre soltera sere madre y padre a la vez y creo que si necesito de ellos para hacerlo bien. porque amo a este bb que viene en camino y quiero ser lo mejo que alla visto en su vida cuando abra sus ojos o me diga mama… aveces hize mis berrinche porque nunca me dejaban ser pero se que lo hacian por el amor que me tienen y no querian que nada malo me sucediera pero para eso se debe demostrar que eres responsable y que confien en ti la mujer no en la niña

  13. karina

    eso es cierto yo tengo 25 vivo aparte de ellos en mi depa y aun asi estan atras de mi como si tubiera 10 añitos pero en fin los comprendo ahora que voy a hcer madre… tengo dos mese de embarazo y no hay un dia en que no me llamen para saber como estoy y si me hace falta algo, les agradesco su amor por mi por nunca dejrme sola por estar ay apollandome cada dia en mis decisiones en aceptar que ya soy una mujer echa y derecha y que yo sloa puedo con mi vida y con la de mi bebe pero no dejo de agradecerles que esten conmigo ya que el padre de mi bbe murio y pues sere madre soltera sere madre y padre a la vez y creo que si necesito de ellos para hacerlo bien. porque amo a este bb que viene en camino y quiero ser lo mejo que alla visto en su vida cuando abra sus ojos o me diga mama… aveces hize mis berrinche porque nunca me dejaban ser pero se que lo hacian por el amor que me tienen y no querian que nada malo me sucediera pero para eso se debe demostrar que eres responsable y que confien en ti la mujer no en la niña

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