Inteligencia emocional

Comparaciones y repercusión emocional

 

Por Aitziber Barrutia Leonardo

“¿Qué nota ha sacado Mikel?” ,“¡Mira Ainara! Tú podrías tener el mismo cuidado.” “¡Has metido más goles que Iker!”…

Este tipo de comentarios comparativos son cada vez más frecuentes en nuestra sociedad. Tratamos de motivas a nuestras hijas/os comparándoles con referentes externos. Sin embargo, frecuentemente las consecuencias de este proceso resultan más perjudiciales que beneficiosas, pudiendo llegar a dañar gravemente en la autoestima.

  

Pensemos en las ocasiones en las que ellas/os no han planteado situaciones en las que consideraban que otra madre/padre estaba actuando de manera más acertada que nosotros. Ej. “Pues a mi amigo le dejan hasta más tarde", o  "Le han comprado una moto”… ¿Cómo nos hace sentir?

Probablemente en esas ocasiones nos ofendamos al sentir cuestionada nuestra intención y valía personal. Pero, ¿no es precisamente lo que fomentamos?

No se trata de resignarnos sin promover la mejora, pero os propongo motivar el cambio basado en expectativas realistas, sin recriminar, evitando críticas destructivas, fomentando la confianza y, sobre todo, tomando como punto de referencia el POTENCIAL PROPIO, individual de la persona.

¿De que forma creéis que repercuten nuestros comentarios en el bienestar de nuestras hijas/os?

3 pensamientos sobre “Comparaciones y repercusión emocional

  1. Jon

    “Las comparaciones son odiosas”. Pero más aún cuando las usamos para compararnos con algo mejor, poniendo en duda nuestro autoestima. No creo que nunca haya que usar la comparación, pero sí ser consciente de lo que pueda conllevar dicha comparación. Y…¿ porqué no hecemos más comparaciones positivas?

  2. Gotzon

    Yo diria que esos comentarios son hirientes. Nos ponen a la defensiva, cerramos puertas y ventanas, y de ser posible, respondemos con algun exabrupto.

    Mientras que en positivo, como dice Jon, puede tener un efecto distinto.

    ¿Por ejemplo?

  3. oier

    Los comentarios que hacemos no sólo influyen en nuestros hijos e hijas, sino en todos aquellos a los que van dirigidos más aun cuando tenemos ciertos poder o influencia sobre ellos. No obstante, creo que estos comenatarios tienen una mayor influencia cuanto más pequeñas son las personas a la que van dirigidas y cuando los que los realizamos estamos dentro del entorno familiar o social. con esta apreciación creo que ya estoy contestando a la pregunta de Aitziber, y además me apunto a su propuesta: motivar el cambio basado en expectativas realistas, sin recriminar, evitando críticas destructivas, fomentando la confianza y, sobre todo, tomando como punto de referencia el POTENCIAL PROPIO, individual de la persona. Y también me adhiero a la propuesta de Jon y Gotzon… si hay que comparar hagámoslo en positivo, con las cosas buenas!!! de tal forma que nuestra autoestima, en lugar de quedar dañada quede fortalecida… bendita autoestima, tan difícil de construir y tan fácil de dañar….

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