Inteligencia emocional

Práctica de la Educación Emocional

Por Jon Berastegi:

La semana pasada, durante un curso de tercer nivel en un Centro Educativo de Secundaria y Post- obligatoria, estábamos adentrándonos en la cuestión de la práctica de la educación emocional. De repente un profesor me interrumpió y me preguntó acalorado: ¿Cómo puedo enseñar matemáticas desde la educación emocional?

Teniendo en cuenta que las matemáticas históricamente han estado estrechamente relacionadas con la inteligencia racional, resultaba una cuestión que requería una reflexión.

  

Tener aptitudes matemáticas ha resultado una forma de exhibición de inteligencia racional, debido a los test diseñados por Binet y otros, los cuales han bombardeado los Centros Educativos y etiquetado y limitado otras aptitudes (sobre todo la creatividad) del alumnado.

Pero…no nos engañemos, las matemáticas están totalmente relacionadas con la inteligencia emocional. Os explico: las clases de matemáticas, a menudo, han provocado más emociones negativas que positivas: ira, tristeza, miedo, pesimismo, culpa,… Por eso Situación que debe dar la vuelta.

¿Cómo dar matemáticas desde la educación emocional? Promoviendo emociones que ayuden en el proceso de enseñanza – aprendizaje, como: alegría, amor, sorpresa, felicidad, diversión, satisfacción, confianza,… Ya, ya… me diréis, y ¿cómo se hace eso? Os voy a dar varios ejemplos, pero recordar que varitas mágicas no existen o por lo menos yo no las he visto.

Crear sorpresa en los alumnos, con el fin de incrementar la atención: sorpresa ante las características de un objeto matemático (poliedros, mosaicos,…), sorpresa ante la genialidad de argumentación (crear películas de intriga, motivando a los detectives para su resolución), sorpresa ante una solución inesperada (crear situaciones imprevisibles)…
Crear alegría en los alumnos, es decir que se diviertan haciendo matemáticas: diversión derivada de la dinámica de clase (sabemos que la participación activa les divierte, ofrece un carácter lúdico de presentaciones), diversión derivada del uso del material (tableros, dominós, cubos, dados,…), diversión derivada del uso tecnológico (uso de programas informáticos, calculadoras,…)

Queridos profesores/ profesoras y compañeros/ compañeras, las matemáticas y las diferentes asignaturas se pueden enseñar de diferentes maneras, pero la manera más hermosa de enseñar es con el corazón. ¿Estáis de acuerdo?

4 pensamientos sobre “Práctica de la Educación Emocional

  1. Gotzon

    Quizá una parte de la respuesta a esta historia negra de las matemáticas haya que buscarla en la formación del profesorado. En el clima, objetivos, procedimientos y habilidades para las que se preparaba al matemático profesor.

    Seguro que la mayoría son maravillosos, pero confieso que mi experiencia es de manual, al menos así la guarda mi memoria:

    dificultades con las mate y ambiente terrorífico con algunos profesores que nos lo hacían aún más difícil. Recuerdo la letanía de uno de ellos que todos los meses nos arengaba con la misma admonición:

    el primer mes aprobaron 20, el segundo han aprobado sólo diez !señores! que si seguimos así, a final de curso los suspendo a todos…

    Superada la prueba con nota y esfuerzo, me hubiera gustado advertir otra actitud, un trato y un ambiente de clase más animoso, una mayor claridad en las explicaciones…Otras matemáticas, vamos. No es mucho pedir ¿no?

  2. oier

    Considero que la transversalidad en la formación emocional es uno de los caminos posibles para su desarrollo, el de la inteligencia emocional, pero no sólo el único. Ver cuál es la mejor manera de hacerlo es un camino complejo que por suerte estamos recorriendo en nuestro territorio, sobre todo en Gipuzkoa. No obstante, creo que debemos tener paciencia con los equipos docentes que no han tenido demasiado tiempo en desarrollar la educación emocinal en sus aulas y colegios. Hacerles ver la necesidad de atender a las emociones como una buena forma de mejorar el desarrollo cognitivo, y además, darles herramientas o metodologías para ello son acciones necesarias para su desarrollo. Tengamos paciencia con ellos y animémosles para que puedan hacerlo. Mi experiencia con las “mates” siempre han sido muy gratificantes, y con los años que tengo, ya os digo yo que no se sabía nada de IE. Animo pues para andar todos juntos el camino de la Educación Emocional como mejor forma de desarrollar integralmente a nuestros chavales y no tan chavales.

  3. rosa

    Sin dudas,el acto de enseñanza aprendizaje es un ejercicio especial: puede hacer sentir el amor, la alegría, el interés…, pero también sus contrarios. Si desde que se aprende la artimética básica- siguiendo el ejemplo que comentas- se utilizara contando todo aquello que nos hace mejores personas y más felices tal vez se aprendería con más entusiamo… Gracias, por esta anécdota que me ha hecho recordar a mis mejores maestros.

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