Inteligencia emocional

El cajón de sastre de la Inteligencia emocional

Por Rogelio Fernández

Últimamente todo lo que oigo parece que es Inteligencia emocional: la gestión del cambio… inteligencia http://home.wangjianshuo.com/archives/2003/08/21/screen-stop-sign.gifemocional; el marketing… inteligencia emocional; el trabajo en equipo… inteligencia emocional; la gestión del conocimiento… inteligencia emocional, la innovación… inteligencia emocional y, además, todo el mundo parece saber del tema. Incluso se habla de que “nosotros llevamos haciendo, o formando o enseñando IE toda la vida”.

Con todo esto, me da la sensación que la Inteligencia emocional se está convirtiendo en un cajón de sastre en el que todo cabe, en el que todo el mundo sabe todo, y eso nos puede llevar a confusiones y, también, a que este constructo se devalúe antes de empezar a dar resultados. Por lo tanto, considero que se hace necesaria una mejor definición y comprensión de lo que es la Inteligencia emocional, más aún si está orientada a la empresa, que siempre está necesitada de respuestas que contribuyan a su rápido desarrollo y a su competitividad.

Dicho esto, he de confesarles que ahora me parece un poco osado exponer mi punto de vista acerca de la IE, pero permítanme plantear mis ideas. Considero que las emociones configuran a la persona, lo mismo que la razón, y que las personas intervienen en prácticamente todos los procesos empresariales. Por lo tanto, el manejo inteligente de esas emociones cruza de forma transversal cualquier actividad humana y también organizativa. En al ámbito empresarial, el manejo inteligente de las emociones tendrá como beneficio la mejora de todos los procesos que se den en la organización, desde el liderazgo, la innovación, la gestión del cambio, la gestión por procesos, la toma de decisiones, el trabajo en equipo, las relaciones comerciales y cualquier otra actividad empresarial que se les ocurra.

  

 

Sin embargo, lo dicho anteriormente no significa que todos los procesos citados sean IE, sino que tendrán un mejor resultado si se desarrollan con las competencias resultantes de este tipo de talento. La IE no es el todo, sino una parte de ese todo. Tomando como ejemplo el trabajo en equipos, es natural que sea conveniente que las personas que trabajen en ellos deban desarrollar este tipo de inteligencia… pero no es lo único que deberán hacer. Tendrán que recurrir también al conocimiento y empleo de una serie de técnicas que tanto consultores como formadores conocen tan bien y que van desde las normas necesarias para realizar dicho trabajo, dinámicas específicas de resolución de conflictos y problemas, conocimiento de los diferentes tipologías de equipos, sus etapas de formación, etc., etc., etc.

La IE, como constructo de reciente cuño, cuyo sustrato es el desarrollo que en los últimos años están teniendo las neurociencias a través de la nueva tecnología que posibilita la cartografía del cerebro, permitirá una mejor integración de razón y emoción en todos los procesos empresariales como procesos humanos que son. Será la base de gran parte de las habilidades o competencias de las personas, pero no constituirá, en sí misma, aquellos procesos a los que esas personas tienen que hacerles frente. La IE será un constructo importantísimo a desarrollar por las personas y las empresas para alcanzar mayores cotas de felicidad y competitividad, pero no un cajón de sastre en el que todo entre y todo valga.

 

¿Están ustedes de acuerdo con lo expuesto? ¿Cómo podríamos evitar que la Inteligencia emocional se convierta en un cajón de sastre?

3 pensamientos sobre “El cajón de sastre de la Inteligencia emocional

  1. cyptomag@lg.ehu.es

    No se si son mas muebles para el camión de la mudanza, o una aproximación informal al constructo que dice Rogelio. Me disculpen, que yo también me eche al barro e improvise como un tertuliano de las ondas, pero sin engañar a nadie:

    para mi que es el loctite, el pegamento y medio o quizá un modo de hacer que humaniza las relaciones. Una perspectiva, también necesaria, que contempla de forma integral el valor fundamental de las empresas y de las organizaciones de hoy:

    la confianza, la motivación y el talento de las personas que la integran.

  2. Gad Jurt

    Precisamente, debemos evitar el autoengaño tanto individual, como colectivo al que el mismo Goleman hizo alusión diez años antes de la salida de su libro sobre IE. La ilusión de una IE genérica sin siquiera saber qué es la amígdala la promueve aparentemente como una moda pasajera…

  3. Jon

    Quizás la IE, a tomado tanto auge debido a Goleman y sus competencias emocionales que nos haya hecho entender la IE como un “VALE PARA TODO”. Pero si leyésemos el primer libro de Goleman “Inteligencia Emocional”, basado en las definiciones de Salowey y Maier nos serviría para entender mejor este constructo. Es decir, la compresión, percepción y gestión de las propias emociones y los demás. Por ello considero (desde la más humilde opinión)la IE basada en la gestión inteligente de esas emociones de forma transversal en cualquier actividad humana y también organizativa, para poder obtener beneficios productivos humanos. La IE la entiendo como UNA INVERSIóN EN CAPITAL HUMANO Y PERSONAL.

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