Inteligencia emocional

Sobregeneralización: “siempre pasa lo mismo”

Por Igor Fernández

Estaba pensando en una frase o un deseo, que escuché hace poco y que me llevó a pensar en la Regulación Emocional. Decía: Ojala pudiéramos discutir sin enfadarnos. Son muchas las situaciones en las que por una u otra razón una discusión sobre un hecho concreto, una búsqueda de soluciones ante un conflicto, o un intercambio de opiniones trasciende el momento y la situación y se lleva como se dice popularmente “al plano personal”. ¿Por qué pensamos que cuando nos llevan la contraria o nos transmiten el enfado es por una cuestión personal?¿por qué es tan difícil dejar la discusión en su contexto y no sacar conclusiones sobre mí como persona? La respuesta pasa por revisar un mecanismo psicológico habitual: la generalización.

  

 

Desde que los seres vivos existen, la generalización ha sido un medio muy efectivo para sobrevivir. En psicología del aprendizaje son muchos los ejemplos. No resulta nada fácil identificar y distinguir distintos estímulos. A veces, objetos o hechos sumamente diferentes se consideran ejemplos del mismo estímulo porque todos cumplen la misma función. De hecho hablamos de generalización cuando no respondemos de forma diferencial a estímulos diferentes: cuando se observa el mismo nivel de conducta en presencia de estímulos diferentes.

Dicho así puede sonar un tanto teórico, aunque lógico por otro lado. Podríamos hablar para simplificar de un mecanismo que nos permite prever (normalmente de forma muy rudimentaria y muchas veces ineficazmente) lo que va a suceder ante un estímulo simplemente fijándonos en lo que ha sucedido anteriormente. Entonces utilizamos ese recuerdo para anticiparnos y poder actuar antes. Es un mecanismo de adaptación fantástico. Sin embargo poco realista cuando llegamos a conclusiones del estilo de “claro me dice que no está de acuerdo conmigo pero en el fondo sé que no le gusto” o cuando reaccionamos de forma defensiva ante un comportamiento asertivo por parte del otro. Nos anticipamos y adscribimos características e intenciones a los comportamientos basándonos en experiencias anteriores similares, y muchas veces sobregeneralizamos de tal manera que oímos surgir el mismo sonido de un piano y de una excavadora.

No tenemos porqué estar de acuerdo, pero ¿creéis que realmente podemos discutir si enfadarnos?

3 pensamientos sobre “Sobregeneralización: “siempre pasa lo mismo”

  1. Gotzon

    Sí, el prejuicio es un chollo. Su economía es extraordinaria para responder de forma inmediata a situaciones imprevistas…y para evitar todo esfuerzo también.

    Y pienso también que tomarlo todo como una cosa personal revela una extraordinaria fragilidad de parte…

    Me parece más que complicado entrar en una discusión y salir con bien de la situación. Pienso que la discusión embrutece y nos encierra a todos en el cuarto oscuro de cada cual. Y en lugar de intentar salir del agujero, la gente se emperra, dale que te pego, sigue ahondando en el túnel.

    En estas estaba cuando leo a Koldo Saratxaga -¿Sinfonía o Jazz? Un modelo de liderazgo basado en las personas- en conversación con Luxio Ugarte -libro, personaje y obra que recomiendo vivamente- quien postula que hay que vaciarse, dejarse de remilgos y soltarlo todo en las reuniones de trabajo para que las cosas queden claras.

    Según Koldo, entre personas adultas no cabe andar con regulaciones y argumentaciones politicamente correctas y estas historias -Más o menos. Cito de memoria, espero que Koldo no se lo tome como algo personal- Dizque hay que plantar cara a los problemas para que afloren, compartir y salir convencido de que se ha adoptado la mejor solución.

    Imagino que cada uno lo cuenta a su manera, pero seguramente nos pondríamos de acuerdo al respecto de afrontar las situaciones y buscar la mejor solución atacando el problema y evitando los golpes bajos, la demagogia y la calumnia contra la persona.

    Los toltecas que eran gente sabia vivían inspirados en torno a cuatro acuerdos. El segundo de ellos decía así:

    No te tomes las cosas personalmente. Nada de lo que hacen los demás esta causado por ti. Lo que los otros dicen o hacen es una proyección de su propia realidad, de su propio sueño. Al ser inmune a las opiniones y acciones de los demás, no serás víctima de sufrimientos innecesarios.

    Amén

  2. Jon

    Me parece harto dificil discutir sin enfadarse, pero yo creo que alguna vez sí lo he podido observar, más aún cuando realmente eres un apasionado de la discusiones y a veces hagas del abogado del diablo, sabiendo que no tienes razón. Pero estoy con Gotzon y Koldo Saratxaga en cuanto es importante e interesante entre adultos EDUCADOS, no esconder cartas debajo de la mesa e ir a hurtadillas, eso si realmente buscas productividad y no destrucción y si siempre y cuando no arrastres prejucios y seas asertivo. Dificil pero no imposible.

  3. Vivita

    Las discusiones cuando afloran pienso que es muy difìcil evitar enfados….pero para ello se necesita “adiestrar nuestra mente” para que en caso de situaciones desagradables podamos asumir sin perder nuestro equilibrio mental es como poseer una mente inalterable en medio del viento ….Difìcil tarea para nosotros que siempre miramos toda hacia “afuera” las culpas de nuestros fracasos…. Debemos observarnos a nosotros mismos….con HUMILDAD y paciencia y empezar a cultivar una mente sana ….para ello a TRABAJARLO …con consciencia ..entonces se lograrìa entrar en una discusiòn sin enfados ….sin rencores…sòlo con amor hacia el “vìctima” de sus propios y destructivas emociones…..

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