Inteligencia emocional

El reto de la escuela del Siglo XXI

Por Jon Berastegi:

Los expertos opinan que la escuela como institución está ante un gran Reto, un difícil pero necesario Reto: El reto de la escuela del Siglo XXI: Un cambio importante en la Acción educadora a fin de promover el desarrollo integral del alumno.

Ante este gran reto, los responsables de su consecución pueden considerar (y a menudo lo hacen) que los medios con los que disponen no son los necesarios para afrontar con calidad este reto, generando así un estrés negativo que bloquea el objetivo, frustra y genera desilusión y ansiedad.

A fin de analizar la situación actual en la cual vive la Educación y poner medios para la consecución de este reto, a continuación se exponen varias de las limitaciones que los educadores quieren hacer llegar y de esta guisa nos puede ayudar a comprender las actuales dificultades a las que la Educación se enfrenta:

  

  • La situación actual de la Institución escolar, denominada como la crisis mundial de la educación, o el fracaso de la escuela como institución. El prestigio de la escuela y por tanto de los agentes educativos está en la actualidad en entredicho.
  • El desinterés que dentro y fuera de la escuela pueda existir por todo lo relacionado al bienestar o la salud de las personas, debido a que se pueden entender que estos aspectos puedan ser ajenos a los centros educativos.
  • Las propias limitaciones de la educación, que incluye la educabilidad y la educatividad o capacidad para educar.
  • Las limitaciones que suelen aparecer en los propios educadores por diferentes factores:
      1. El poco prestigio que pueden llegar a tener los educadores que realizan una acción educadora basada en competencias emocionales. La pobre valoración social de la función del profesor.
      2. Actitudes ambivalentes del equipo docente ante las emociones y su relevancia educativa.
      3. Ausencia de una política sobre las emociones por parte de los centros escolares, y con la consiguiente ausencia de programas al respecto.
      4. Problemas de salud mental en los propios educadores, estados ansiógenos generales, depresión,…
      5. Un Proyecto curricular no preparado y no confeccionado para hacer frente a los objetivos de la Educación emocional, y sí sobrecargado de contenidos conceptuales y procedimentales.
      6. Debido al el excesivo número de alumnos por clase, los continuos cambios de profesores… puede llegar a provocar poco contacto humano del profesor con los alumnos.
      7. Falta de personal especializado que colabore con los educadores a la hora de enfrentarse con diferentes problemas en la práctica diaria educativa.
      8. Falta de apoyo por parte de algunas familias y algunas comunidades.
      9. La carencia de directrices con el apoyo oportuno por parte de la Administración.
      10. Falta de sensibilización social respecto a la importancia en educarnos en el mundo de las emociones.
      11. La intervención educativa no resulta tan cómoda y fácil como nosotros quisiéramos. Por ello, la Educación o la escuela nunca debe presentarse como la “solución mágica” de los problemas sociales que las diferentes Instituciones no son capaces de resolver.

Teniendo en cuenta estas y otras limitaciones que sobrevuelan la Escuela, considero, si me lo permiten, que lo importante sea saber hasta donde se puede llegar, con los pies en el suelo y con la mirada al frente, sin renunciar a un esfuerzo continuo por ofrecer la mejor respuesta educativa posible.

¿Alguna limitación más que reseñar?

NOTA: La próxima semana expondremos cuáles pueden ser las ventajas que la Educación puede poseer, para la consecución de este gran reto.

2 pensamientos sobre “El reto de la escuela del Siglo XXI

  1. Ángel Parra Moreno

    EL RETO DE LA ESCUELA DEL SIGLO XXI

    Contestar a este artículo es- en sí mismo- un reto que no voy a pasar por alto. Hace casi cinco años que dejé las aulas y veo que la mayoría de los objetivos específicos del sistema educativo siguen siendo asignatura pendiente. No sólo vale hacer buenas o malas leyes, sino que éstas tienen que llevarse a la práctica, tienen que desarrollarse, y cómo no EVALUARSE para modificar lo que no ha resultado bien. Hay que convertir la investigación acción en una praxis diaria en el aula.

    Sí, me suena mucho lo importante que es el desarrollo integral de la persona, que el sujeto activo de la educación es el alumno, que a hacia ellos tienen que caminar todos los esfuerzos posibles, que se debe adaptar el hecho educativo a los alumnos con los que tenemos que trabajar y convivir….pero –aun reconociendo que se han dado pasos muy importantes- todavía nos queda mucho camino por andar.

    Como repiten estos días los políticos, la educación no es un problema de leyes o de cambiar la Ley, sino más bien de no estar cambiándolas según el partido en el poder. Por ello, lo primero que creo que se debe hacer es un GRAN `PACTO ESCOLAR MUNDIAL EDUCATIVO, claro está, teniendo en cuenta las características propias de cada una de las culturas y/o civilizaciones.

    Pienso que la crisis mundial de la educación, o el fracaso de la escuela como institución, es algo tan complejo que no la podemos reducir al ámbito estructural del acto educativo. Es mucho más amplio y/o global, y en él influyen muchísimos factores tanto externos como internos.
    Es muy bueno disponer de unas buenas leyes, pero éstas deben ponerse en práctica por todos y cada uno de los que estamos implicados en el sistema educativo. Cuando estaba en activo me creía más responsable como profesor/educador que como padre. Ambos retos son importantes y deben ir de la mano. No es tarea fácil, de ahí la importancia de la Escuela para padres y madres. La educación de un hijo no sólo es cosa de dos, pero tenemos que tener muy claro que para nuestros hijos es importante que vean que nos “ocupamos” de su educación integral. Quizá. Ésta sea una de las limitaciones a tener en cuenta cuando planifiquemos nuestra vida tanto personal como laboral.

    El reto de la escuela del siglo XXI no es cambiar la reforma cada cuatro años –me estoy refiriendo a nuestro actual sistema político- sino hacer un gran esfuerzo en ir realizando los cambios necesarios para que la escuela esté de la mano con el mundo laboral y con la evolución de la sociedad. Escuela y empresa deben ir, en muchas ocasiones, de la mano y no al revés. Los sujetos activos de la educación quieren que los currículum tengan relación con las necesidades laborales y del entorno intelectual. El acto educativo es un proceso, de ahí la necesidad de estar en continua evolución. En el siglo XXI deberíamos echar mano a la imaginación para hacer el acto educativo más atractivo y práctico. Esto no está reñido con lo que desde hace mucho tiempo hemos dado en llamar la educación integral de la persona.

    Es bueno que exista una buena filosofía o teoría de la educación; mejor aún, si ésta va acompañada de una buena praxis.

    Algunos de los grandes retos de la educación del siglo XXI –que por otra parte no la mayoría no son nuevos- son:
    • que llegue a todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo.
    • Que trabaje todo y cada uno de los valores a lo largo de las distintas etapas educativas.
    • Que los diseños curriculares estén adaptados no sólo a las necesidades sino también a las actitudes y habilidades de las personas.
    • Que se elabore un Plan de Formación no sólo del profesorado sino de todos aquellos que de una forma u otra estén implicados en la educación.
    • Que el problema de la integración deje de ser un problema y pase a ser una realidad.
    • Que haya una verdadera coordinación de todos aquellos que tienen a su cargo la educación los planes educativos de todas y cada una de la Comunidades Autónomas. No podemos ir por libre, y menos en la sociedad actual.
    • Que la Ley de Igualdad sea una realidad en la enseñanza.
    • Que en los PEC. Estén recogidos todos y cada uno de los valores fundamentales, así como ir desarrollándolos progresivamente. Como hemos dicho en repetidas ocasiones, la Inteligencia Emocional debe jugar un papel importantísimo en el desarrollo de la persona.
    • Se deben realizar auténticas evaluaciones de todo el proceso educativo. Evaluaciones que no se queden en los aspectos externos –algo de esto está pasando con los planes de CALIDAD- sino también, y sobre todo, en los internos tanto de las estructuras como de las personas.
    • Urge reciclar al profesorado de una manera mejor estructurada. Un año sabático está bien, pero lo considero insuficiente, y además en éste –en la mayoría de los casos- no se hace una auténtica investigación acción.
    • No sé cómo, pero debe haber un canal que facilite a los alumnos el paso de un ciclo de grado medio a grado superior. Si hay voluntad política, seguro que se da con una salida.
    • Para acabar, deberíamos hacer cuanto esté en nuestras manos para que el entorno educativo sea lo más “ilusionante” posible. En educación, es muy complejo vivir sin ILUSIÓN.

    En la segunda parte, haré referencia a algún aspecto más de este tan apasionante mundo que es la educación. Gracias por leerme y por permitirme compartir con vosotros algunas de mis inquietudes. ¡Hasta pronto!

  2. Autor

    Gracias a ti Angel, por tu sabiduría y por ser la gran persona que eres. ¡Feliz Navidad a todos los lectores y redactores en este blog y en otros!

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