Inteligencia emocional

El reto de la escuela del siglo XXI (2.da parte)

www.miespacio.org

Por Jon Berastegi:

En el Post anterior hacíamos eco de la crisis actual vivida en la Educación y sus limitaciones. Coloquialmente solemos definir crisis, como un estado de incapacidad que nos impide hacer frente a los retos que nos acompañan.

Sin embargo, el vocablo crisis, en su significado etimológico de origen griego, responde a “replantear la cuestión” o “puesta en marcha”. Por ello el ideograma chino que ilustra este concepto lo componen dos figuras: peligro y oportunidad.

Cada crisis no sólo trae peligros sino también oportunidades. Martin Luther King. En este justo momento la escuela está ante la gran oportunidad de promover un cambio, un cambio en el cual la persona sea el referente más decisivo de la Educación. De ahí que nuestro gran objetivo psicopedagógico esté dirigido al desarrollo integral de la persona.

Dentro del desarrollo integral de la persona, no deberíamos obviar la importancia del bienestar emocional de la persona. Ante esta cuestión la escuela tiene un amplio abanico de posibilidades de intervención educativa:

 

  

 

  • El currículo actual contempla 4 pilares básicos recogidos en el Informe Delors: Aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir. Estos dos últimos pilares son contemplados por la Educación Emocional.
  • Uno de los objetivos prioritarios de la Escuela consiste en la Educación para la Salud y como no la formación para la vida.
  • El niño a la niña asisten obligatoriamente a la escuela hasta los 16 años, es decir se encuentran en la edad que más ganas tiene de saber, crecer y vivir.
  • Gran parte del tiempo del día de un estudiante se encuentran en la escuela o actividades que rodean a la misma.
  • La escuela puede detectar con facilidad las necesidades emocionales de los alumnos, erigiéndose la herramienta básica de engranaje entre sí misma, la familia y la comunidad. (Comunidad educativa)
  • Durante esas horas el niño o la niña se encuentra en manos de personas en principio con preparación pedagógica y medios adecuados.
  • Existen programas de Educación Emocional en práctica y están siendo evaluados satisfactoriamente para su adecuación en otros Centros Educativos.
  • Existe la posibilidad de recibir formación específica sobre la Educación Emocional, y el consiguiente seguimiento por parte de expertos en la implantación de la acción educativa.
  • Subvención de la Excl. Diputación Foral de Guipúzcoa en la formación de formadores en Educación Emocional, para la formación de equipos docentes, equipo directivo… y consiguiente seguimiento de la aplicación práctica.

Estas y otras ventajas difícilmente se pueden encontrar en otra institución social. ¿Qué opinan?

Un pensamiento sobre “El reto de la escuela del siglo XXI (2.da parte)

  1. ángel Parra Moreno

    La verdad es que todas estas ventajas, difícilmente se pueden encontrar en otra institución social. Pero a pesar de ello, el reto de la Escuela del siglo XXI debe estar siempre en nuestro horizonte. Del informe Delors, destacaría de una manera especial el SER y el ONVIVIR.Sí, el ser por encima del TENER. El aprendizaje de la vida desde nuestro interior para poderlo compartir con más intensidad con las personas que convivimos o con las que tenemos algo en común. Ser persona es un objetivo que no debemos perder de vista.Desde este prisma estoy seguro que aprenderemos a HACER todo mucho mehor.

    La escuela -como bien dices Jon- es el “habitat” de los niños y adolescentes de nuestros niños de hoy. Es importante que se encuentren a gusto y que -en cierto sentido- se sientan artífice de su propia educación.El diseño educativo hace que un niño, desde muy corta edad, pase muchísimas más horas fuera de casa. Y cuando se retiran a ella -tras la larga jornada laboral y extraescolar- van a casa tienen que esperar unas horas a que lleguen sus padres. Son los llamados niños de la llave, los que cuando llegan a casa se encuentran con muchos “peligros”, y en muchas ocasiones solos. De ahí que la Escuela del siglo XXI es un reto permanente. Es un reto que tiene que dar respuesta a ésta y a otras nuevas necesidades que habrá que afrontar. Han cambiado muchas cosas, los agentes principales de la educación no pueden estar parados esperando recetas mágicas. Tienen que adelantarse a los tiempos. Tienen que afrontar los grnades retos que nos deparan la nueva comunicación, los nuevos medios de comunciación, y de una manera en particular el revolucionario mundo de la informática, de los medios audiovisuales,…Debemos ser personas que día a día hagamos presente nuestro futuro con la mayor normalidad posible.

    En Educación dar pasos hacia atrás o repetir los errores del pasado, no deben tener cabida. Es un proceso en el que debemos poner todo la carne en el asador si queremos caminar por la vía de aprender a aprender, aprender a hacer, a ser y aconvivir.
    Buenos días. Hasta siempre.

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