Por Olatz Elizondo.
En estas fechas de navidad, padres y amigos que tienen hijos, sobrinos y que celebran estos días y realizan regalos, comentan las dudas a la hora de comprar dichos regalos (estas dudas son las mismas en fechas de cumpleaños etc., pero por el “boom” de la oferta de estas fechas, se agudizan). Se hacen preguntas tales como: ¿Qué es conveniente comprar?, ¿El regalo es una herramienta para jugar o para educar?…
Yo creo que antes de nada, tenemos que decidir si comprar o no comprar, ya que aunque no estemos muy acostumbrados, también es posible reciclar o canjear/cambiar.
Antes de comprar pensar.
Es importante tener en cuenta la edad del niño, ya que el desarrollo de algunas aptitudes va acorde con ello.
Tenemos que tener en cuenta también, en el momento de la compra del regalo, el carácter, la forma de ser del niño.
Los niños tienen que desarrollar la capacidad de crear, para aprender a valorar lo que tienen.
Los juguetes tienen que ayudar al niño a conocer los valores que le serán útiles en el futuro: compartir, relacionarse, jugar en grupo…
Por otro lado, os propongo que mediante los regalos intentéis transmitir cosas positivas.
En mi opinión una de las cosas más importantes a mencionar es que cuando los niños estén jugando, que los adultos estemos ahí, ya que así podemos tener ocasión de impulsar o reforzar una conducta, educar, mostrar, enseñar habilidades relacionales, dar ejemplos de regulación emocional…
Por medio de los juguetes transmitimos distintos valores a los niños. Los padres, tíos, abuelos… no somos simples ayudantes; también somos educadores.
Dentro de la Inteligencia Emocional y la Educación Emocional uno de los aspectos importantes son las competencias socio-emocionales, ya que son un aspecto básico del desarrollo humano y de la preparación para la vida, y el juego y los juguetes son un buen instrumento para el desarrollo de estas competencias. Los adultos, al tener en cuenta todo esto y al estar presentes y relacionarnos con los niños en estos juegos y con los juguetes, con esta interrelación podemos afianzar e impulsar las competencias socio-emocionales, a la vez que conseguimos, estoy segura, trabajar distintas emociones, tanto de los niños como nuestras.
Así, os animo a todos, niños, jóvenes y adultos a que juguéis, compartáis y disfrutéis!
¿ Consideras el juego y los juguetes como una buena herramienta para trabajar las competencias emocionales ?
