Inteligencia emocional

Una charla, un amigo y la inteligencia emocional.

El otro día, en una charla que amablemente ofreció Juan Mari Uzkudun a los alumnos e 4º de Humanidades: Empresa de la Universidad de Deusto en San Sebastián, en un momento de su intervención y dirigiéndose a mi dijo:  […] y perdona Rogelio, lo que algunos consultores propugnan con la IE (Inteligencia Emocional) es que las empresas sean como mermelada… “todos somos amigos… “todos nos queremos”…. Y esto fue lo que me dio la idea de escribir este post.

Muchas veces se confunde la Inteligencia Emocional como una forma de “aplacar a las fieras”,  de conseguir personas más dóciles  que sepan regular mejor sus comportamientos de tal forma que da la sensación de que se pretende aquietar sus emociones, sus sentimientos, sus comportamientos, más aún cuando hablamos de organizaciones, de empresas…. y eso no es así, o no es así como yo lo entiendo.

La IE trata de conseguir que las emociones no te manejen a ti sino que tú gestiones tus emociones para poder conseguir así mejor tus objetivos. Se trata de saber qué emociones estás sintiendo para comprender qué te quieren decir y desde ese momento poder usarlas para gestionar mejor tu pensamiento e incluso para poder facilitar un pensamiento más positivo, más creativo. En definitiva, se trata de saber gestionarlas, vivirlas para cumplir mejor tus objetivos, tanto los relacionados contigo mismo como los referidos  a las otros, a los demás.El desarrollo de esta habilidad, de esta inteligencia, puede hacer que mejoren más rápidamente una serie de competencias que te pueden venir bien tanto en la vida  personal, como en la laboral y la social. El atuconocimiento personal, la gestión de uno mismo, la automotivación, las habilidades sociales y las habilidades de vida y bienestar te pueden llevar a mejorar como persona, a mejorar como trabajadora o como ciudadana. Tener una mayor iniciativa, una autoestima adecuada, estar motivada al logro, saber trabajar mejor en equipo, tener desarrollado un liderazgo personal, fluir en la vida … pueden ser algunas de las competencias desarrolladas… pero no tiene que ocurrir así necesariamente.

El uso que hagamos nosotros de esas habilidades recién desarrolladas o mejoradas depende de nosotros mismos. Depende de una jerarquía de inteligencia superior a la emocional, aunque muy relacionada, que podemos denominar, como dijo José Antonio Marina, nuestra Inteligencia Moral.  Las virtudes que tengamos desarrolladas en la vida, los valores que guían nuestros comportamientos y  nuestros pensamientos serán los que orienten, los que marquen el uso que de todos los tipos de inteligencia que tengamos desplegados podamos hacer. El tener la capacidad, la habilidad, no nos garantiza el buen o mal uso que podamos hacer de ella… eso ya es otro cantar…aunque estoy convencido de que se puede trabajar para que sea positivo, para que sea virtuoso como hubiera dicho Aristóteles (y perdón por el atrevimiento).

Y esto es lo que le quise decirle a Juan Mari Uzkudun cuando, al salir de la charla, y delante de un café, le pedí el derecho a réplica por la puya que, amistosamente, me había dirigido. “No se trata de dejar de dar puñetazos en la mesa cuando estás enfadado, sino hacerlo cuando realmente lo quieres hacer porque consideras que es necesario y no cuando existe una emoción como la ira que te obliga a ello creándote después más disgustos que alegrías. Se trata de que tú te aproveches de la emoción y no de que la emoción se aproveche de ti.” También le comenté que se trataba de algo “pequeño” pero que estaba en todo.  Que era una habilidad que permitía desarrollar más fácilmente otras habilidades y que sobre todo era poner a la persona de una forma íntegra en integral, en su razón y en su emoción, en el centro de atención de las organizaciones.

Juan Mari, amablemente,  me comentó que de esa manera lo comprendía mejor pero que había muchas personas le estaban haciendo un flaco favor a la difusión de los principios de la IE trasmitiendo la idea de que la vida se iba a convertir algo parecido a un gran plato de “mermelada” con su desarrollo. Yo le agradecí el comentario estando además de acuerdo con él como lo había estado durante su charla. Además, descubrí que es un gran convencido de la necesidad del domino personal de las emociones que considera que están en el origen y motor de toda transformación personal y social.

Para mí fue todo un honor y un placer que estuviera con nosotros en clase y fue también una gran lección sobre el mamagement actual y sobre la vida. Su fuerza, su sinceridad, su convencimiento de las cosas, su amplitud de miras y sobre todo su vitalidad me dieron una  lección de Inteligencia Emocional, mejor dicho, de sabiduría, que desde aquí le vuelvo agradecer. A él y a Miguel Ayerbe y a su hija Olatz que fueron los que propiciaron que tanto yo como los alumnos de HUEM disfrutásemos aprendiendo.

Dicho esto, y dicho desde el corazón y el respeto, les toca ahora a ustedes opinar.

¿Consideran que la inteligencia emocional es como una “mermelada social” o piensan que no es así?

18 pensamientos sobre “Una charla, un amigo y la inteligencia emocional.

  1. Gotzon

    Yo creo que lo dices muy bien en el texto: depende del uso que le des y al servicio de los valores que la pongas.

    No han de extrañar, por tanto, ni su adelgazamiento simplificador, ni los prejuicios con los que muchos se mantienen a distancia.

    Hace algún tiempo que he oído de la valía de tu interlocutor y por eso me preocupa más verle también instalado en la desconfianza, cuanto menos, hacia todo el mundo emocional que hace tiempo ha salido del armario a todos los efectos. ¿O no?

  2. Itziar

    Totalmente de acuerdo contigo. No considero que la intelgiencia emocional sea una “mermelada social”, sino más bien la mejor forma mejorar nuestro bienestar, y también el de los que tenemos alrededor. Las emociones son el motor de nuestra vida, y la habilidad de reconocerlas, regularlas, hacernos responsables de ellas y de las conductas que de ellas derivan, nos dan las riendas para dirigir nuestra vida.
    A mi me gusta “La alegoría del carruaje” de Bucay como símil de la Inteligencia Emocional, donde el carruaje es nuestro cuerpo, los caballos que tiran del carruaje son las emociones, y el cochero que evalúa el camino y guía a los caballos es la razón. Necesitamos la razón para guiar a las emociones por caminos que nos van a llevar allá donde queremos ir sin dañar nuestro cuerpo por ir por caminos inadecuados, y sin olvidar que sin las emociones no nos moveríamos. Es, como dices en el texto, aprovecharnos de nuestras emociones y no que las emociones se aprovechen de nosotros.

  3. Nadia

    Comparto sus expresiones y acotando la frase de “aplacar a las fieras” yo diría que así es al comienzo del autodominio, como todo proceso el camino del aprendizaje e inmersión en la inteligencia emocional nos hace conocer progresivamente las diversas facetas que nuestro vivir logran en su adhesión, para luego convertirse en algo propio y natural. También creo modestamente que nuestra crianza, los buenos consejos de padres, los valores adquiridos suman en la construcción de la inteligencia emocional a alcanzar lo que significa la inteligencia moral como lo ha citado el autor.

  4. Rogelio Fernández Ortea

    Gotzon… debo haberme expresado mal ya que Juan Mari no es un descreído del tema ni desconfía de ello, sino todo lo contrario. Es un convencido de la importancia de la emocionalidad y de las personas y sabe mucho del tema (más que yo me temo). Sin embargo, como muchos de nosotros, quiere seriedad en el tema y calidad en las intervenciones, desconfiando de “algunos” discursos que pueden confundir por demasiado aventurados.
    Pero a lo que iba, Juan Mari es un completo convencido y militante de la importancia que las personas y sus emociones tienen en nuestra sociedad y en nuestras organizaciones y para mí es una persona a la que escucho con sumo gusto y atención cuando habla sobre el tema. Perdón por mi escrito había dado otra impresión Gotzon.

  5. Dagoberto Trujillo Montilla

    La mermelada social con sabor artificial a Inteligencia Emocional es un seudo producto de una gran mayoría de consultores, escritores y difusores que tienen mínima idea del constructo de la real IE y de su sustento neurobiológico. Por otra parte, quienes se basan en lo que dicen o hacen ese tipo de “especialistas” para pretender emitir algún juicio de valor sobre lo que es verdaderamente la IE, también evidencian de paso bastante ignorancia sobre lo que pretenden abordar respecto a la misma, y sincera-emocional-mente, poca amplitud de miras. Intentar armar marcos conceptuales sobre supuestos o dichos de otros sin ir a la fuente directa posiciona en los terrenos de la charlatanería, por más que se derroche mucha erudición, títulos y reconocimientos formales u oficiales, y una gran facultad racional, verbal, lógico y matemática, o sea… inteligencia intelectual; paradoja esta generada, de paso, por tanto preconcepto intelectual que inclusive –espero sea inconscientemente- ayudas tu mismo a sostener y perdurar, estimado Rogelio.

  6. Gotzon

    Seguramente ha sido cosa mia. De la rapidez en la lectura y de impresiones que uno capta aquí y allá en ese mismo sentido.

    Lamento el malentendido Rogelio y me alegro por tu interlocutor de quien sostengo el buen criterio que ya te decía.

    Despersonalizando el asunto, creo que merece la pena el contraste de pareceres y el aclarado de ideas y proyectos.

    La vara de medir que advierto en el tercer mensaje, lo siento, se me escapa, sinceramente.

  7. Arantza Echaniz

    Rogelio, entiendo muy bien tu postura al defender la Inteligencia Emocional de quienes la ven como una herramienta para ‘amansar las fieras’. Yo llevo muchos años defendiendo otro tema que tú también conoces bien y que es cercano a lo que nos ocupa, el liderazgo. El liderazgo es otro tema que ‘levanta ampollas’ y tiene ‘mala prensa’. Muchas personas lo atacan porque ven en él otro instrumento de manipulación. Yo tengo una visión mucho más positiva. Los líderes son necesarios, se pueden formar y su misión tiene más que ver con el servicio y el desarrollo de otros que con oscuros usos del poder. Una lanza desde aquí en favor de la Inteligencia Emocional y del desarrollo de líderes.

  8. Fco. Javier Bárez Cambronero

    Querid@s, estimad@s, buenas tardes: ¿Suena a mermelada?
    Desde que gracias a vosotr@s estoy inmerso en este ámbito de la Inteligencia Emocional me conozco mucho mejor, y analizo el comportamiento de los demás de otra manera. Algunos parámetros en mi vida han cambiado.
    Pero también es cierto que desde entonces me he visto en la tesitura de “defender” mis acciones y opiniones al respecto,porque también he tenido que escuchar lo consabidos comentarios, a los que aludís, sobre si es algo que se ha descubierto como “herramienta de control”, que no todo tiene que ser de color rosa, etc.
    Desde mi punto de vista sociológico y, estando completamente de acuerdo contigo Rogelio, todo lo que ocurre en nuestra sociedad, empresas y organizaciones, relaciones de personas, está basado en las emociones, y si estamos en la búsqueda de una transformación social, hay que empezar por cada un@ de nosotro@s, las personas. Es simple aplicación de la Inteligencia Ética.
    Un abrazo

  9. josetxo

    Buenas tardes.Otra forma de enfocar todo esto por si os puede servir de ayuda.
    La Evolución es un proceso por ni deseado ni indeseado sobrevenido en el que un animal de ferocidad 100 va desprendiéndose de su ferocidad adquiriendo a su vez inteligencia evolutiva.Un proceso de dulcificación en el que ¿impulsados por la lucha por la supervivencia? continuada y mantenidamente vamos accediendo a nuevos y más evolucionados estadios de cultura significados por nuevos y mejorados estadios del respeto a la vida propia y ajena,de modo que en cada tiempo sólo pueden ser considerados cultos (cultivados) aquéll@s que disponen del estadio de los sentimientos propio del tiempo y de la sociedad que les ha tocado vivir.
    Evidentemente definir el estadio de los sentimientos de una sociedad puede ser un problema insalvable,pero esta definición es del todo punto innecesaria.Existe una ley transversal a todos los tiempos y todos los estadios de cultura.Por igual hace 3.000 años que hoy o dentro de otros 3.000 la mujer y el hombre cultos lo son cuando son humildes con el humilde y feroces con el feroz.Meditadlo y vereis que sólo en este caso se corresponden a cada tiempo y a cada sociedad.
    ¿Sencillo,verdad?.Simple,necesariamente simple.La cultura,la confianza en uno mismo,el liderazgo,la capacidad y el hábito de hacer uso de la inteligencia y lo que aquí definimos como “correcta gestión de las emociones”,entre otros más son atributos de los que son así,de los que teniendo apenas nada que ocultar mantienen reducido el estadio de sus temores.Evidentemente estamos hablando de los valientes,de los que están en disposición de una actitud valiente y lo que se plantea es si los que no lo somos podemos llegar a serlo.Quizás…
    Por lo demás y aunque cada mujer y cada hombre somos una diferenciada superposición (no mezcla) de Actitud (inteligencia-forma de ser-determinación) y de Aptitud (pensamiento/conocimiento y sus secuenciales) he obviado esta última sencillamente porque pertenece a una historia de segundo orden por mucho que el pensamiento y el conocimiento (en su mantenido intento de prevalecerse) desde siempre han pretendido un rango que en absoluto les corresponde.
    Rogando me perdoneis la extensión del comentario.Con mis mejores deseos.

  10. promocionar web

    El enlace que has puesto en: Muchas veces se confunde la Inteligencia Emocional, da error… un saludo

  11. Noeli

    Yo no creo que sea la IE como una “mermelada social”, considero que hay motivos por lo cuales el hombre tiene que conducirse con inteligencia emocional por el bién mismo de sus intereses. El problema que yo veo es el aprendizaje de esta habilidad, no es tan fácil como se dice, ya que el ser humano en muchas de las ocasiones comete conductas irracionales y socialmente inadaptadas.

  12. claudia

    La IE no es mala si se sabe controlar, como todo en la vida debe existir un equilibrio ya que se pueden llegar a reprimir ciertas conductas ,creo tambien que se debe de pensar mas antes de actuar y no dejarse llevar por las emociones que a veces nos confunden y nos llevan a actuar en forma equivocada

  13. Junquillo

    Por definición, el término IE debe ser suficiente para que, entendiéndole en sentido estricto y literal, no pueda interpretarse, ni como mermelada, ni como ningún otra cosa.

    Hablamos de E-mociones y hablamos de I-nteligencia. El problema es que no hay, en general, un criterio unificador de estos conceptos basado en investigaciones serias, y por esto creo que está sometido a interpretación. La buena noticia es que que nuestras E-mociones ya son I-nteligentes y son el combustible que alimenta nuestra estructura innata de personalidad.

    Creo que lo que ahora nos toca es dar brillo a nuestra propia inteligencia para entender en profundidad cómo funcionan nuestra sistema emocional, como se interrelaciona y cual es su orden.

    Saludos cordiales,

    Junquillo

  14. Rogelio

    Estimado Dagoberto. Sé que por algún motivo estás enfadado conmigo, quizás por la difusión que en este blog se está haciendo de la IE, pero me gustaría dejar constancia de que mi intención, y la de las personas que escriben en él es buena y que mis referencias siempre parten de tratarnos a las personas como animales que somos y prestantdo principal atención a nuestro sistema cuerpo-cerebro-cuerpo. Puede que en muchas ocasiones no acierte, y en otras que, simplemente no estemos de acuerdo, pero intento que esto de la IE sea entendido y aplicado de la mejor forma posible. No pretendo se un charlatán pero sí que reconozco que me falta mucho por aprender. Con todo mi respeto y agradecimiento por tus palabras recibe un cordial saludo y espero que podamos seguir charlando y compartiendo conocimiento.

  15. juanmari

    Me alegro del interés suscitado por la apelación de la mermelada. Pero reafirmo que sólo desde y con las emociones se puede trabajar en equipo y dirigir personas, y dirigirse a un@ mismo.
    Quisiera añadir que lo que me parece fundamental es la aplicación práctica de esas capacidades. La cuestión no es una profundización racional o científica en ese mundo sino la VIVENCIA del mundo emocional. No vaya a ser que acumulemos información y no la apliquemos al desarrollo personal y grupal.

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