Hace unas semanas, y tras analizar la repercusión social que una noticia de impacto tuvo (un asesinato, adolescentes implicados,….), me pregunté, ¿qué hay en la base de tanta desgracia y dolor? Y no sólo eso, ¿qué hace que algunas personas sigan ciegamente ese tipo de noticia?
Desgraciadamente recibimos muchas noticias sobre violencia, pero ¿qué se puede hacer para reducir esos Ãndices de violencia? Según algunos, para que el problema desapareciera, serÃa suficiente con meter entre cuatro paredes a las personas implicadas. ¿Pero realmente se soluciona el problema o solo se deja aparcado? Para encontrar una solución de verdad es necesario analizar el problema desde la base, analizar las dificultades que esas personas tienen (porque son PERSONAS) y buscar soluciones. Además, la solución no la deberÃan de dar o buscar las personas emocionalmente implicadas en la situación (cuando una persona está implicada emocionalmente en una situación, la razón funciona de una manera muy distinta, no es momento para tomar grandes soluciones).
Se ha podido analizar que en la base de muchas de las personas implicadas en casos de violencia hay un problema de empatÃa y problemas para regular diferentes emociones, sobre todo celos, enfado, frustración y miedo.
Cuando en los medios de comunicación salen una y otra vez noticias similares, deberÃamos plantearnos que se pone sobre la mesa una carencia social, y en el momento que esa carencia o dificultad afecta directamente a los demás, el problema se convierte en un PROBLEMA DE TODOS y por tanto TODOS tendremos que hacer algo. ¿Qué hacer?
Por un lado, y ya que en la base de toda relación interpersonal, saludable y no saludable, hay emociones, deberemos conocerlas (su influencia, función, consecuencia,…) y aprender a dirigirlas. En los diferentes cursos que he dado, me he encontrado muchos alumnos en busca de la receta mágica para no enfadarse, para no explotar,…¿Realmente queremos eso?, ¿es esa la manera?
Por otro lado, queramos o no, como entre las personas nos comunicamos, se deberán desarrollar los elementos básicos de la comunicación, que son la escucha activa y la empatÃa. De esta manera se facilitará la conducta asertiva (defender los propios derechos, evitar ser manipulados y no manipular a los demás). Por tanto, si queremos empezar a llevarnos “bien” entre nosotros, el primer paso que tendremos que dar será aprender a ESCUCHAR. Escuchar es prestar atención a la comunicación verbal y no verbal. El cuerpo, la forma de hablar, las miradas,… “hablan” mucho más que las palabras. ¿Qué hay bajo las palabras? Los verdaderos deseos, necesidades,… ¿pero tomamos tiempo para conocerlas? ¿Prestamos atención al lenguaje no verbal? ¿Sabemos escuchar? ¿Cuándo mejor que ahora mismo para empezar a dar pasos?
Conocer los datos morbosos de las noticias no ayuda mucho, conllevan el simple cotilleo. A dar vueltas a un tema sin hacer nada para evitarlo.
¿Usted qué opina?
Xurdana al leer tus palabras pienso en lo impasibles que miramos muchas veces imágenes tristemente cotidianas de personas heridas o de cuerpos sin vida por cualquier tipo de violencia, accidente o desgracia natural. Quiero creer que no hemos perdido la sensibilidad y la empatÃa y es sólo un modo de sobrevivir a tanto dolor y sufrimiento.