Inteligencia emocional

CEIG: Follow the leader

CEIG: Grupo de Innovadores en Gestión

Ahora que estamos finalizando el verano, y relacionándolo con el curso de liderazgo en el que estoy participando, me viene a la cabeza una canción del verano que sonó e hizo bailar a mucha gente: “Follow the leader“.

Pensándolo bien, hay una gran relación entre el efecto de la música y el efecto del liderazgo y esta canción no hace más que unir ambas cosas.

La música nos hace mover, la música nos hace cambiar de un estado a otro o nos ayuda en aquellas situaciones en las que no nos sentimos en un estado en el que estamos habituados a estar. En resumen, al menos yo, lo suelo utilizar mucho cuando estoy en un estado alterado.

En las canciones puede haber 2 partes, la melodía y la letra. Lo que nos hace sentir, mover por dentro y lo que se nos dice. En este tipo de canciones, nos llegan 2 mensajes simultáneamente y todo aquel compositor que quiera llegar y hacer mover a los oyentes sabe que no puede haber disonancias entre ambos. Tanto lo descrito por las palabras como la sintonía que enmarca esas palabras deben acompasar para que hagamos nuestra la canción.

En aquellas piezas musicales en las que no hay letra, suena muy diferente si esa partitura la toca una única persona o si es una orquesta la que hace sonar la música, pero es condición indiscutible que para que una orquesta suene correctamente, cada uno de los miembros que la componen debe tocar correctamente la parte que les corresponde. Cada uno, tiene que estar convencido de su propio papel, de su sintonía para que la melodía final suene bien. Y en la consecución de ese objetivo, el director de la orquesta o la voz cantante de la orquesta juega un papel muy importante.

Puede ser una persona la que lidere al grupo de músicos pero cabe destacar que en algunos casos suele ser un instrumento el dominante. Instrumentos de cuerda, instrumentos de aire, o instrumentos de percusión. Todo depende de la partitura que en ese momento nos esté invadiendo.

La melodía, la letra, el ritmo, la orquesta, los sentimientos, las emociones, los silencios,…

La canción que nos haga mover, combina todos esos componentes. En mi caso, tal y como comentaba, la música y el movimiento que surge en mi cuerpo a raíz de ello, varía en función de la situación que en esos momentos esté viviendo y por ello el tipo de música que necesito para cambiar de estado, también varía en función de la necesidad que en ese momento esté sintiendo.

Pues bien, y volviendo al origen de esta reflexión que ha nacido al escuchar una canción (“Follow the leader“) el liderazgo emocional comparte muchas de las cosas que he utilizado en mi intento de describir la música. Todos y cada uno de nosotros somos dueños y partícipes de la sinfonía de nuestra vida. Debemos liderar nuestras emociones (hacer sonar correctamente la partitura que le corresponde a la vida que nos haga felices) y a la vez, necesitamos de un líder (nosotros mismos u otra persona) para que nuestra melodía de emociones y acciones que se derivan de ella vayan en sintonía con las personas con las que compartimos objetivos.

¿Usted qué opina al respecto?

6 pensamientos sobre “CEIG: Follow the leader

  1. Roberto

    Es una buena metáfora sobre el liderazgo. Sin embargo yo añadiría la capacidad para crear empatía, proponer retos atractivos y que la innovación y la creatividad se incorporen a esos retos para hacerlos más apasionantes y ambiciosos.

    Y las emociones son el sustrato de todo. Sin ellas no hay liderazgo.

  2. juanmari

    Muy bueno lo tuyo.
    Hablando de músicas y de empresa, el jazz es una reflexión interesante. Dentro de un contexto hay lugar a la improvisación personal. Y siguiendo con el simil, la “resonancia emocional” entre los interpretes (siguiendo a Boyatzis)completaría mi reflexión.

  3. Rogelio Fernández Ortea

    Este post me recuerda al libro (maravilloso) Sensación de fluidez del autor Juan Carlos Cubeiro que recomiento encarecidamente. También me suena a una magnífica presentación que hicieron Joseba Amondarain y Nagore Manzano en el II Congreso de IE de Santander. En ambos casos se utiliza la metáfora de la música para explicar proyectos organizativos. En tu caso Alaitz, me gusta mucho tu referencia al liderazgo personal como forma primal de ejercer la responsabilidad personal de dirigir nuestras vidas, paso fundamental para ser un buen líder y también un buen liderado. Me ha encantado tu aproximación al liderazgo, fresca, sincera y emocionante y por ello te doy las gracias… me ha hecho reflexionar mucho y eso lo agracezco profundamente.

  4. Ion

    A mí lo que más me alucina, es como un conjunto de simples notas, alineadas de una manera y utra, son capaces de estimular el cuerpo de tal manera, en un sentido o en otro, de generar semejante abanico de emociones con tanto matiz. Si son solo notas,….
    Bonita metáfora sobre el liderazgo Alaitz, zorinonak!!!

  5. J. Carlos

    Me ha gustado tu reflexión Alaitz; buena comparación. A mí, lo que cuentas, me hace pensar en que hay mucho -aprovechando el tema- “cantamañanas” que va de líder. Los hay que estropean melodías, los que no tienen partitura, los que van de listos y creen hacer de dos notas pegadizas la canción del verano, los que nos machacan con su “chunda-chunda” único y personal. Pero yo creo que entre los peores están los que carecen de oído, de oído emocional claro.

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