Inteligencia emocional

La tranquilidad ante la decisión tomada

¡Cuánto puede llegar a costar tomar una decisión! A veces estamos metidos en el día a día, en el malestar cotidiano, en la crítica por crítica,… y no actuamos. Esa actuación conlleva irremediablemente  tomar una decisión, y esa toma de decisión  puede parecer sencilla desde la razón, podemos  intuir qué deberíamos hacer, pero  hay  “algo” que impide tomarla o asumirla. ¿Qué es ese algo? Inseguridades, miedos, no querer defraudar a terceros, creer hacer lo correcto, creer que no hay nada que hacer…. Es decir, una serie de pensamientos y emociones  que dificultan la acción, la búsqueda de la solución o el sentirnos mejor con lo que hacemos.

Esta situación puede darse en distintos ámbitos (trabajo, familia,….), pero la sensación, el malestar,… es igual, independientemente  del ámbito. Lo comentamos con amigos y familiares, lo meditamos, y hay un momento en el que nos preguntamos ¿para qué seguir así? O mejor aún ¿Qué nos hace estar atados a algo que tal vez no queremos?

Y es ante esta pregunta cuando sucede algo, de pronto  asumimos que tenemos algo que ver con el problema, que somos responsables de alargar un malestar manteniéndonos en esa situación, que culpamos a terceros por hacernos sentir así, pero no hacemos nada por evitar vivirlo nosotros,…

Es un momento crítico, porque hasta ese momento la responsabilidad, o la razón de nuestro malestar,  lo poníamos en el otro, pero a partir de ahí la pelota está en nuestro tejado.  ¿Qué hacemos con la pelota?

Dejamos de pensar “qué deberían hacer los demás para que todo vaya mejor” y empezamos a pensar “qué puedo yo hacer para que todo vaya mejor conmigo mismo”. Las respuestas pueden ser muy variadas:

  • Tomarme las cosas de otra manera
  • Comunicar mis sugerencia
  • salir de allí ( a veces es la solución cuando ves que ya has intentado de todo y la cosa no cambia, tu confianza se ha perdido, no tienes esperanza ni un motivo para seguir intentándolo)

Recientemente he vivido una situación así. Han sido momentos  muy duros, de dudas, de replantearme cosas,… pero he de decir que desde que  he decidido tomar las riendas de MI VIDA y he  empezado a ACTUAR en consecuencia, me siento mucho mejor. No sé lo que pasará, ni dónde no cómo terminaré,… pero sé que he tomado la decisión adecuado. Mi cuerpo y mi mente me lo dicen:  funcionan mejor, ya no están bloqueados, tengo ilusión, esperanza, deseos de hacer cosas, de cambiar.

Espero que estas reflexiones personales os hagan pensar y os ayuden a dirigir vuestra atención “¿qué quiero yo?”, y no tanto a ¿cómo debería de ser?

¡Mucho ánimo y ser valientes!

¿Usted qué opina?

4 pensamientos sobre “La tranquilidad ante la decisión tomada

  1. Arantza Echaniz Barrondo

    Zorionak Xurdana. Si tu mente y tu cuerpo te dicen que has decidido bien, así será aunque inevitablemente te asaltarán dudas. Suerte, porque no siempre es fácil ser como una quiere…

  2. Rogelio

    He sentido una gran satisfacción y alegría al leer este artículo por dos motivos. El primero es que parecía como si estubiese leyendo algo referido a mi mismo. Mi situación es similar y me está constando lo mismo que a ti tomar algunas decisiones pero sobre todo el superarar una especie de enganche emocional con las situaciones y organizaciones que quiero dejar. Asumir la responsabilidad de nuestra vida es algo que a veces nos cuesta y no sabemos muy bien el motivo… pero duele cuando lo normal es que fuese un elemento de gozo.
    El segundo de los motivos es la felicidad que trasmites por la solución del conflicto al haber encontrado una nueva senda. Precisamente cuando has asumido tu responsabilidad vital y estás en el camino, pocas veces fácil como decía Arantza, de ir por la dirección que tú misma te has marcado es cuando parece que se ha hecho la luz dejando los “deberías” y sustitiyéndolos por los “me gustaría”. Pasar de ser dependiente a ser protagonista es algo que cuesta pero que satisface vitalmente… aunque hay que ser valiente para llevarlo adelante.
    En fin Xurdana… que me estoy liando y aportando poco. Sólo decirte que me ha encantado leer que estás contenta y saliendo de una mala situación para buscar mejores espacios. Mucha suerte en este camino que, aunque no te parezca, no empiezas sino que continúas. Muxu gordo

  3. Manuel

    He leido el artículo y en general podría decir que estoy de acuerdo pero creo que carece de varios matices que pueden hacer variar el significado de lo que se pretende transmitir. Un ejemplo muy claro está en algo que me ha ocurrido recientemente: la persona con la que me iba a casar me ha dejado alegando que ya llevaba tiempo en el que lo que sentía por mi se había estado apagando y ahora me dice que ya no me siente como pareja. Ha tomado la decisión de romper una relación tras haber comprado una casa y estar, dos días antes, ilusionadísima con las invitaciones de boda.

    El matiz que quisiera añadir es, con respecto a la opción de “salir de allí”. Cuando un problema nos invade y concierne a una segunda persona, yo no creo que baste con que una de esas personas pretenda que las cosas cambien por sí solas. Si hay un problema en cualquiera de las dos personas este problema debe ser comunicado para así entre los dos tratar de hacer todo lo posible por arreglarlo. Si después de luchar entre los dos se ve que ya no hay esperanza, ni ilusión, ni ganas entonces ya sí se debe huir. Yo soy partidario de luchar hasta perder al último guerrero. Huir sin más me parece un acto cobarde. Y sobre todo cuando se está comprometido. Otra cosa sería, por ejemplo, que uno de los dos haya engañado al otro, o le haya levantado la mano, o circustancias que ya se entienden que alteran la normalidad. Pero si solo es porque el amor “se está apagando” siempre se pueden buscar soluciones. SIEMPRE. Siempre y cuando exista voluntad. Mi consejo para personas que estén en una situación parecida. Antes de mandar todo al traste, si tenéis cualquier tipo de duda, problema o demás con respecto a vuestra pareja, hablarlo y tratar de buscar soluciones. Será mucho mejor para cada uno de los dos.

  4. xurdana

    hola manuel. estoy totalmente de acuerdo con el matiz que aportas. tal vez en mi post no he dejado claro la situacion, pero ha sido una situacion larga, en la que se ha intentado solucionar, pero que las dos partes no han aportado lo mismo, ni tenian las mismas ganas de uqe la cosa se solucionara. no ha habido claridad por la otra parte. lo que quiero decir es que, no tomaria una decision así, sin antes intentar solucionarlo y aclararlo.
    un saludo

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