Inteligencia emocional

Misión y visión vs. alma y espíritu

 Siempre que leo un libro intento buscar su relación con el mundo empresarial y con la Inteligencia Emocional (IE) ya que esos son los temas que me ocupan profesionalmente y también por vocación, aunque tengo que confesar que mi vocación realmente es  “la persona”. También me interesa mucho ir vislumbrando cuál es la relación entre las organizaciones y los aspectos emocionales de personas y colectivos. En este caso, Un trabajo con alma, de Thomas Moore, me ha dado que pensar.

Cuando a veces hablo de la Misión y Visión de la empresa, tanto como docente como consultor, siempre tengo la sensación de que, en la profundidad de las palabras con las que se intentan definir estas dos ideas, siempre se pasa por alto lo más importante, la parte emocional donde radica  realmente su fuerza y su valor. Lo que tienen que conseguir esas ideas o idearios es movilizar a las personas, crear una identificación con ellas que incremente la implicación de las personas que componen la organización, tanto interna como externamente. Ese es el motivo por el que se recomiende encarecidamente que en su formulación intervengan todos los grupos de interés y cuantas más personas de la organización mejor: no es para pulir la parte más intelectual de la formulación para lo que se les requiere, sino para conseguir la alineación con la Misión y Visión sintiéndolas propias… e insisto en lo de “sintiéndolas”.

La Misión es la razón de ser de la empresa, su alma. Según Moore, el Alma es lo que te permite ser algo único, diferente, lo que te permite conectarte con el entorno, amar lo que eres, definir tu propio camino. El alma es pasado, es historia, es conocimiento, es autoconocimiento. El alma te permite conocerte y aceptarte. Pero también es creativa y vital y permite una “vida consciente, responsable y comprometida” (Moore, 2008: 145). Te permite tener los pies en el suelo ya que conoces el motivo de tu existencia, el sentido de tu vida, tu razón de ser.

El Espíritu es el futuro deseado.  Como dice Moore (2008: 62 y 63) “El espíritu pertenece a la parte superior de la existencia e incluye la visión que tienes del mundo, los valores éticos […].  Es crecimiento, aventura, experimentación, progreso y descubrimiento.”  El espíritu tiene una parte de trascendencia de “querer ser” y también  de esperanza, de deseo y de ilusión por conseguirlo. Aunque puede estar fundamentado en lo intelectual es puramente emocional.  Tan emocionante como debería ser la Visión de la empresa como para que oriente el esfuerzo de toda la organización para conseguirla, para conseguir su futuro deseado.

Alma y Espíritu deben ir juntos, como juntos debe ir Misión y Visión y en cada caso ambos deben estar vivos ya que si no una parte sufriría las carencias de la otra. Una persona, una organización que no tenga bien asumido su papel en la vida, que no esté reconciliada con su pasado porque no haya aprendido de él, que no se identifique como única, es muy difícil que se oriente bien al futuro ya que sin saber quién eres difícilmente sabrás quien quieres ser. Por otro lado, si tiene un autoconocimiento muy desarrollado y no tiene espíritu, visión de futuro, no tendrá la fuerza suficiente como para seguir aprendiendo mediante la acción: es como si tuvieses un buen barco a vela pero no hubiese viento.

Misión y Visión en las organizaciones y Alma y Espíritu en las personas… ¿no serán lo mismo? ¿No podemos hablar de una organización con alma y con espíritu? Yo creo que sí y sobre todo si estas palabras ponen de manifiesto la necesidad de dotar a la Misión y Visión de empresa toda la fuerza emocional que necesitan. Emocionalidad que va a dar sentido no solo a la organización sino al trabajo de las personas que trabajan en ella. Una emocionalidad que va a permitir el reconocimiento del pasado, la vivencia activa del presente y el impulso necesario para conseguir el futuro que se desea.

La Inteligencia Emocional no solo es percibir y regular emociones sino que debemos contemplar todas las implicaciones que las emociones y los sentimientos tienen para la vida, en este caso para la vida de las organizaciones. “La sensación de pertenecer a una empresa, de estar conectado con ella, de reconocer su historia y participar en su proyecto que la anima […] son esenciales para realizar una buena y gratificante labor” Eso es lo que dice Thomas Moore (2008: 69)… pero ¿están de acuerdo ustedes?

¿Creen que una empresa puede tener alma y espíritu?

Bibliografía:

  • MOORE, Thomas  (2008). Un trabajo con alma. Barcelona: Urano.

8 pensamientos sobre “Misión y visión vs. alma y espíritu

  1. Pingback: David Lamíquiz

  2. Fco. Javier Bárez

    Querido Rogelio
    ¡Como me gusta tu post!. Me gusta esta unión metafórica, pero sobre todo la parte del espíritu es el futuro deseado, emocionante aventura de experimentación y descubrimiento en las personas, tan emocionante como debería ser la Visión de la empresa como para que oriente el esfuerzo de toda la organización para conseguirla, para conseguir su futuro deseado. Futuro que llegará si se tienen bien sentadas las bases de la misión, del autoconocimiento, del saberse diferente.
    ¿Que grado de amor tiene que darse en las empresas para aunar estos esfuerzos comunes?
    Porque sí, las empresas tienen alma y espíritu, el de sus personas, porque la empresa es una unión de personas que cada una tiene si misión y su visión, su alma y su espíritu, y aunque algunas de ellas no sean conscientes de ello, una emocionalidad compartida, el enamoramiento mutuo, empresa-persona-personas-empresa creo que es lo que garantizará el éxito de la aventura

  3. David Pérez-Ilzarbe

    En mi vida vi un tocho semejante.¿Cómo se puede escribir tánto sin decir nada?Si ésto es la ¨Inteligencia emocional¨,yo prefiero ser tonto.

  4. Pingback: Marney Chancer

  5. Arantza Echaniz Barrondo

    Estoy convencida de que toda actividad puede contribuir a dotar de sentido; para ello es necesario la conjunción de alma y espíritu ¿Cómo no va a ocurrir lo mismo dentro de la empresa?

  6. Xica.X..Castro

    La verdadera esencia de hombre se conjuga en su alma-espiritu, su labor en la empresa para que genere sentido de pertenencia y amor por lo que hace solo sera posible cuando descubre el alma y espiritu de la empresa.

  7. Pingback: Olga Saraith

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