Navegamos en mares de incertidumbre durante la travesía de nuestra vida y en vez de disfrutar del apasionante recorrido, de las sorpresas que nos aguarda, del acto reflexivo de cada circunstancia desconocida que nos invita a indagar sobre que podemos Ser, hacer, estar o tener. Nos entrampamos en ansiedades y conflictos internos que hacemos externos muchas veces por querer tener la plena seguridad y certeza de nuestro devenir. A esto lo llamo Humberto Maturana y Francisco Valera en su obra, “el árbol del Conocimiento”, LA TENTACION DE LA CERTIDUMBRE.
El ser humano va en busca de la certidumbre a fin de paliar sus miedos y el temor que le produce lo desconocido, el no saber con seguridad y exactitud las respuestas inmediatas de muchas circunstancias implica en muchas ocasiones una profunda desconfianza, y cuando la desconfianza se hace presente y no se confía en si mismo, en sus hijos, en su pareja , en sus empleados o colaboradores de trabajo , en sus compañeros, en su familia , en sus conciudadanos, hace que necesite algo que le de seguridad que tiene el control de la situación, para poder moverse o al menos así creerlo que navega en mares de certidumbre: allí comienza el control, la conservación inamovible de mis creencias, de los hechos, de los objetos, de las personas , el apego a los otros o a los resultados deseados, la descalificación, la marginación , la exclusión hacia el otro u otros, traspaso mi responsabilidad y concedo la culpa de mis emociones y resultado de mis acciones a los otros, allí nos encontramos ante una ruptura del equilibrio y armonioso fluir de la vida, hay una gran pérdida de energía de quien controla, de quien margina, de quien excluye, pues no ha de concentrarse en sus respuestas , ni en sí mismo ni de su cuota de participación en todas sus acciones , sino que anda buscando en el exterior como traspasar responsabilidades para encontrar culpables.
No nos damos cuenta, que en todas las relaciones con los seres vivos estamos generando nuestra cuota de influencia, sea por acción u omisión, por expresar o por callar, por consentir y ser parte de la situación desde la tolerancia o por la falta comprensión, por no saber escuchar al otro o intentar siempre imponer sus ideas y pretender que nuestra observación de los fenómenos y acontecimientos de la vida solo se pueden explicar desde nuestra observación, o sencillamente por no dar ni honrar la legítima presencia y reconocimiento del otro como un “legitimo otro”.
Lamentablemente esto sucede mucho en algunas organizaciones ya sean familiares, institucionales, empresariales, en donde el tema de confianza está excluido y ello es la fuente generadora de muchos conflictos, “de la ruptura o quiebre de la paz”. Cuando hay confianza, hay integridad, respeto, habilidades , conocimientos, compromiso que yo reconozco en los demás, esto genera a su vez la maravillosa capacidad de transformación, se hace posible la innovación, la creatividad , el ingenio, aquí los errores son permitidos, porque son parte del crecimiento y del aprendizaje , a su vez quien comete el error se hace responsable, RESPONDE Y DA RESPUESTA CREATIVA e integra por sus actos.
En la confianza las acciones de quien las genera tiene espacio pleno para la identificación de sus emociones, las manejan con sabiduría y se transforman en crecimiento y desarrollo. La Confianza, la credibilidad, la responsabilidad, el compromiso consigo mismo y frente a los demás, procurara un equilibrio, armonía en emociones. Cuando se está emocionalmente sereno, con quietud, con paz en el interior, nos permite pensar con claridad para tomar decisiones adecuadas a las circunstancias y realizar acciones efectivas, no hay apegos a los resultados, estos se proyectan, se desean, se planifican, se accionan, se miden; pero no hay la ansiedad por la incertidumbre, ya que cualquier acción que se haya realizado con eficacia, eficiencia aunque no sea el resultado proyectado será un resultado efectivo y quizás mucho mejor que el deseado.
Les invito a relacionarnos con el mundo desde la paz, desde la confianza, sin apegos a los resultados, fluyendo armónicamente con los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor, sin aferrarnos a respuestas exactas, vistas solo desde nuestra particular manera de observar los fenómenos, les invito a que en aquellos momentos de actos reflexivos , hagamos conciencia de las necesidades de los otros, a que aportemos un poquito o mucho a esas carencias de nuestro entorno a través de nuestro ejemplo de solidaridad, colaboración, buen servir, a reconocer a los otros e integrarlos en la dinámica de nuestro accionar , respetarles ,ayudarles a crecer si fuere necesario y sobretodo comprometernos a tener pensamientos, sentimientos, emociones y palabras que nos conecten con lo confiable, con lo creativo, con la libertad, responsabilidad, justicia y paz.
¿Usted qué opina al respecto?
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Excelenteeeee. muchas gracias por tu maravillosa reflexion. Pilar
wuaooo yoly me encanta , dais una explicacion perfecta sobre el manejo de la incertidumbre, a buena Hora ¡¡¡ Carolina
Hola!
muy bien expresado.
La incertidumbre vista así es bonita, atrayente, pero nos la han vendido tan negativa
que cuesta adaptarse a ella y saberla disfrutar. Cuando esperamos noticias de algún pariente o alguna información que nos inquieta todos nos dicen: “y es que lo peor es la incertidumbre”. Sin darnos cuenta, la vida de por sí, ya es incertidumbre. Desde el momento que nacemos no sabemos cuando moriremos ni cuánto ni de qué manera….así que todo
es incertidumbre, mejor saber convivir con ella.