Inteligencia emocional

Resentimiento

Por Rogelio Fernández Ortea

Es una enfermedad, es algo malo que nos pudre por dentro, a quien lo padece y a quien está a su alrededor y lo peor que tiene es que no te das cuenta que llega, que se apodera de tu pensamiento, de tu actividad, de tus relaciones borrando todo estado de ánimo positivo y generando una desconfianza generalizada, ira, sufrimiento y un estado de alerta permanente que te deja sin fuerzas ya que consume casi toda tu energía.

Suele venir generado por no saber decir que no a las demandas externas, por ser unos pedigüeños de cariño y aceptación social, por no ser reconocido como piensas que mereces, por considerar que trabajas por los demás y que no lo aprecian, por dejarte maltratar sin protestar, por tratar de salvar relaciones que no merecen ser salvadas, por ser ninguneado y aceptar el ninguneo, por que no se cumplan tus expectativas o por que no se cumpla la palabra que te han dado… y todo ello sin conseguir ninguna reparación de la que te consideras más que merecedor.

El resentimiento es más un estado de ánimo que una emoción ya que su duración suele ser de largo recorrido ya que es rumiativa, se repinte constantemente en nuestro pensamiento acentuando este estado emocional. Está, además, relacionado con el pasado con lo que vuelve recurrentemente si no se remedia y por ende es una emoción social que se genera por la relación, o por la percepción de la relación, con otras personas. Tiene el sustrato de otras emociones como la ira, la venganza, la desconfianza, el desprecio, el miedo y la tristeza por el convencimiento de ser tratado de forma injusta lo que convierte al resentido  en una víctima que queda ligada indefectiblemente a la persona o grupo al que se le atribuyen las causas, la culpa de los hechos que nos hacen estar así.

Estas emociones concatenadas hacen que no seamos capaces de perdonar, de aceptar que las cosas pasan y nos impide ver y asumir nuestra responsabilidad en los hechos que han provocado el estado de persona resentida. Y son precisamente la asunción de responsabilidades, la aceptación de los hechos y el perdón los pasos necesarios que tenemos que dar para librarnos de él… pero primero hay que reconocerlo, tenemos que darnos cuenta que estamos enfermos de resentimiento… y en cuanto lo descubras escribe.

Escribe las causas, define las personas y grupos que te generan el resentimiento relacionando el qué con el quien. Una vez identificados y definidos por escrito, define tu responsabilidad en los hechos y acepta que las cosas ocurrieron. Esta aceptación te permitirá imaginar cómo es tu vida fuera de este estado, lo que te estará liberando del pasado para poder vivir dignamente el presente. Si en esta reflexión escrita notas que necesitas hablar con alguien hazlo pero fuera de esta emoción. Cuando esta reflexión escrita te vaya produciendo la liberación necesaria te darás cuenta de las bondades de abandonarla y te dará fuerzas para eliminarla perdonando y perdonándote por haberla sufrido y aceptando a los otros y a las circunstancias como son.

La inteligencia emocional trata de esto, de utilizar las emociones para resolver los problemas de la vida cotidiana y el caso del resentimiento es una buena forma de entrenar esta habilidad.

Guarnieri, Silvia y Ortiz de Zárate, Silvia (2010): No es lo mismo. Madrid: LID.

¿Les suena familiar esta emoción?

Un pensamiento sobre “Resentimiento

  1. Pingback: Sobre la ira | Rogelio Fernández Ortea

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Confianza online