Inteligencia emocional

Emocionalidad y Deporte

Emoción es aquella perturbación fisiológica que nos impulsa a la acción. Emoción es lo que nos permite comunicarnos y adaptarnos al entorno. Emoción es el punto de encuentro entre la mente y el cuerpo. Las emociones se representan en el escenario del cuerpo y están presentes en todos los procesos físicos y mentales del ser humano. Su identificación, su uso, su comprensión y su gestión, en nosotros mismos y en los demás, es lo que los estudiosos han definido como Inteligencia Emocional.

Una inteligencia que nos debe permitir resolver con acierto, con eficacia los problemas cotidianos a través de la incorporación a nuestro imaginario conceptual la siguiente premisa: razón y emoción van siempre unidos en los procesos mentales. Procesos como los de toma de decisiones, procesos relacionales, procesos de gestión organizativa e también en los procesos de definición de las políticas deportivas para los municipios.

Los avances de la Neurociencia, de la Psicología Positiva y la Teoría de las Inteligencias Múltiples entre otros han permitido definir un constructo, una idea que define a una persona emocionalmente inteligente como aquella que conoce y comprende las emociones así como expresa sentimientos con eficacia; que entiende cómo las demás personas que le rodean se sienten y se relaciona bien con ellas; que gestiona y controla las emociones de manera efectiva con el fin de hacer frente a las demandas cotidianas, los problemas y la presión diarias; que sabe manejar los cambios, se adapta y soluciona problemas personales e interpersonales, y que es capaz de generar estados de ánimo positivos, auto-motivarse y comprometerse (Reuven Bar-On).

La emocionalidad del ser humano, de las personas, va a estar presente en las relaciones que mantenemos con nuestro entorno y que mantenemos con otras personas, sean usuarios de servicios o los prestatarios de los mismos. Ponerlas en valor, tenerlas en cuenta para poder conseguir mejor los objetivos definidos se vuelve algo necesario tanto en la planificación como en la puesta en marcha de todas aquellas decisiones, procedimientos y políticas públicas que se definan. Pero también, y primordialmente, a pie de obra, de servicio en este caso, en el campo de batalla, en el punto donde se encuentran usuarios y prestatarios, en la gestión de los servicios entre personas que emocionan y que se emocionan.

Porque todos y todas tenemos ese doble papel, de personas que emocionan y se emocionan y ambos deben ser atendidos de forma inteligente. Sin embargo, en esta relación de servicio son más relevantes aquellas personas que interactúan de forma interpersonal, cara a cara, con las y los usuarios. Personas que trabajan en la prestación de servicios y que contribuyen a generar un entrono emocional que va a favorecer la práctica deportiva. Seres humanos que deben ser cuidados de forma especial ya que son imprescindibles en esta relación que será más fructífera cuanto más emocionalmente inteligente sea. Vaya por ellos estas líneas y nuestro más sentido reconocimiento.

 

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