Inteligencia emocional

Procrastinación o el arte de no hacer nada

O dicho de otra manera el arte de llenar mi tiempo con cosas que pueden esperar. Todos en algún momento de nuestra vida hemos procrastinado.

La mayoría de las veces son tareas que nos desagradan y preferimos postergarlas para cuandodespair-513529_640 ya no quede más remedio que hacerlas… yo lo describo como un arte ya que la característica fundamental de la procrastinación es mantenerse ocupado, nadie puede decirnos que no estamos haciendo nada. Esto forma parte del engaño psicológico de autoconvencimiento de que tenemos otra cosa más importante que hacer antes que esa tarea que tanto nos incomoda.

Pero…si estoy ocupado, ¿Cómo hacer realmente lo que más me conviene?

Hay diferentes formas de evitar la procrastinación, la primera de la que hablaré es la de diferenciar lo que es importante y lo que es urgente. Existe una herramienta básica para la mejora de la gestión del tiempo que se presenta en el siguiente cuadro.

  importante No importante
urgente
No urgente

 

La importancia está clasificada por nuestra escala de valores y preferencias, mientras que la urgencia estará determinada por la fecha en la que tenga que estar acabado o conseguido lo que queramos.

urgente es aquello que no hiciste cuando era importante

Otra manera de combatir la procrastinación es mejorando nuestra disciplina, que se define como hacer lo que hay que hacer tanto si te gusta como si no…

-Pero, no te he dicho que me no gusta hacerla!!!

Claro!! Por eso la disciplina es una herramienta fundamental para consecución de cualquier objetivo que te plantees.  La disciplina, es un hábito que se puede fortalecer con persistencia, voluntad y dedicación.

Es elegir la recompensa aplazada frente a la satisfacción actual.

“las cadenas delchain-297842_640 hábito por lo general son demasiado pequeñas para sentirse hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperse

Samuel Johnson

De lo que se deduce que dejar para luego las tareas también va asociado al sentimiento de frustración que nos provoque esa tarea.

Otro método para dejar de procrastinar es dividir la tarea en otras tareas más pequeñas y de menor esfuerzo, de tal suerte que éstas hayan perdido la esencia que té motivó a postergar.

Si me voy a comer un elefante y para ello lo que hago son pequeñas hamburguesas de su carne, probablemente no me sentiré abrumado por semejante tamaño.

Una vez que nos hemos pillado procrastinando podemos aprovechar la situación para hacer un ejercicio de autoconocimiento, Para ello podemos responder a las siguientes preguntas.

  • ¿De qué estoy tratando de escapar?
  • ¿Cuál es la emoción que me hace actuar así?
  • ¿Qué gano dejando para luego esa tarea…?

Las respuestas que des, te encaminan a la solución de por qué estás procrastinando en tu vida.

Y no hay mejor manera de superar cualquier cosa que saber a lo que nos estamos enfrentado.

Un abrazo

 

 

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