Inteligencia emocional

Quiero plantear en este post una tesis que implica la utilización de la emocionalidad, el tratamiento de la realidad socio-emocional como innovación social.

Si esbozamos una definición de innovación, podríamos decir que se trataría de utilizar una idea nueva, una idea creativa, para generar valor, riqueza, de una forma sostenible. En este punto me gustaría indicar que cuando nos referimos a sostenibilidad queremos mostrar el concepto de la triple cuenta de resultados que plantea el GRI (Global Reporting Initiative): el balance social, el medioambiental y el económico.  También dejar claro que cuando hablamos de riqueza, hablamos también de equidad en su reparto y la entendemos desde un punto de vista amplio y tanto cuantitativo como cualitativo.

En lo relativo a lo social, y por lo extenso del término, nos referiremos a las personas, a sus relaciones y a las normas que regulan dichas relaciones. Queremos hacer hincapié en este punto al entendimiento que en estas cuestiones surge cuando al hacer referencia a la innovación social se tiende inmediatamente a pensar en la intervención social o en la aplicación de estos conceptos a grupos de personas vulnerables o en riesgo de exclusión social. Sin quitar importancia a estas realidades, nuestra pretensión en este post es utilizar y aplicar el concepto de lo social, de sociedad, en cualquiera de las dos acepciones que nos propone la RAE: Conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven bajo normas comunes;  agrupación natural o pactada de personas, organizada en la consecución de determinados fines.

En este planteamiento teórico, en esta tesis, la emocionalidad, la inteligencia emocional o las cuestiones socio-emocionales son un elemento de innovación social. Innovación ya que se trata de la utilización de ideas, de conceptos nuevos que devienen de los avances que se están dando en el ámbito del estudio neurocientífico de la mente humana, así como de otras áreas de la ciencia como la Psicología o la Psicología Positiva.  Además, esas ideas generarán valor al mejorar las relaciones que se generen, al aumentar la cantidad y calidad de las relaciones que se forjen en dichos entornos sociales, al incrementar su capital social. El tratamiento de las cuestiones socio-emocionales ayudará por lo tanto a generar riqueza de una forma sostenible, que debido, además, a su condición estrictamente social, mejorará no solo el balance social, sino que deberá hacerlo en el plano económico y al medioambientental como condición sine que non para que sea reconocido como algo innovador. Como innovadora será la forma de entender la riqueza no desdeñando el plano económico pero añadiendo el plano cualitativo del bienestar subjetivo, de la felicidad.

Innovación social que podrá aplicarse a todo tipo de organizaciones, incluidas las organizaciones empresariales. En los tiempos que corren, en la híper-conectada e hper-estimulada Sociedad Posmoderna, en Sociedad del Conocimiento, el cambio de paradigma a la hora de entender el papel que las personas tienen en las organizaciones, en compartir y  generar  conocimiento, en la necesidad de aprender más y más rápido que los demás en aras de un crecimiento sostenible e integrador contemplando los nuevos conceptos que se conocen de la realidad socio-emocional que los circunscribe y potencia será una innovación. Esta nueva forma de entendernos los unos a los otros en las organizaciones se convertirá en uno de los principales elementos de innovación social, incluso una innovación disruptiva en las mismas y también en otros contextos sociales.

Ampliemos pues el concepto de innovación social, ampliemos los comportamientos innovadores en nuestras sociedades, en nuestros grupos sociales poniendo en valor la emocionalidad que los envuelve y que traen a colación los nos nuevos conocimientos generados en el ámbito de la mente, en el ámbito del funcionamiento visceral del ser humano.

¿Qué les parece la idea de la emocionalidad como innovación social?