Inteligencia emocional

Equipos de Innovación, el viaje continúa.
Hemos llegado al ecuador de un proyecto que nos reta a todos los participantes, un proyecto que del que sólo entendemos su complejidad cuando nos sumergimos en el proceso. Es la puesta en práctica de Equipos de Innovación la que nos lleva a cuestionar, avanzar despacio, descubrir matices en aquellas bases aprendidas en las sesiones de formación impartidas en diciembre de 2015.

El proyecto “Liderar equipos de Innovación”, desarrollado de forma conjunta desde el Consorcio de Inteligencia Emocional, la Universidad del País Vasco UPV/EHU e Innobasque,  nos permite bucear en la figura de la persona facilitadora, la coordinadora y comprobar como los participantes van adquiriendo mayores cuotas de participación; aumenta la responsabilidad de las tareas del equipo, lo que nos lleva a insistir una y otra vez en la necesidad de aprender nuevas formas de trabajar juntos.
En esta nueva edición del proyecto se han añadido sesiones periódicas para compartir avances y dudas entre los coordinadores y facilitadores de equipos.

Es precisamente en estas sesiones donde el catedrático emérito de la facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco, UPV/EHU, Sabino Ayestarán nos recuerda:
Que primero tenemos que desarrollar en el equipo el sentimiento de seguridad y potencia, “juntos somos capaces de acometer este encargo, de lograr estos objetivos.”
La Confianza es la base de trabajo, como ahora parece haber descubierto también Google en un estudio internacional al buscar el elemento en común en los equipos eficientes.

Segundo, el equipo funciona si hay un método de trabajo. En ello estamos, en un constante debate entre hábitos adquiridos, infinitas herramientas, inercias… Y aquí es donde  la tecnología tiene el papel protagonista ya que ha cambiado nuestro acceso a la información, a las bases de datos, los metaanálisis, las revistas científicas… Ha permitido que la línea entre trabajo presencial y on line se desdibuje cada día más, permitiendo de verdad el avance de los equipos.

El tercer pilar es construir Memoria transactiva en el equipo, ¿qué hace bien cada miembro del equipo? ¿qué credibilidad tiene la información que aporta cada especialista? ¿cómo se integra toda esa información, cómo se transforma en conocimiento?

Después de muchos años de recorrido, investigando y evaluando cómo el estilo de liderazgo, la persona facilitadora, la cultura de la organización afectan a la eficacia de los equipos de innovación, en esta nueva etapa cobran especial protagonismo las plataformas digitales. Ser capaces de integrar con naturalidad el trabajo on line es uno de los retos.

Tener la posibilidad de acompañar en el proceso a Huercasa, Etorkintza, Emaus, Kaledorkayiko, Artez, Ortzadar y Otalora es todo un lujo. La diversidad de las organizaciones nos mantiene alerta, la posibilidad de enriquecimiento en las sesiones mensuales posibilitan a unos y a otros el aprendizaje. Ver las posibilidades reales de transformación a través de los equipos de Innovación, genera una tensión más que interesante entre los hitos cercanos y objetivos a cumplir y los retos a medio y largo plazo que son los que nos hacen soñar. En este proyecto coinciden además organizaciones y participantes “reincidentes” con novatos, que nos recuerdan que cada equipo es una aventura.
Personas que asumen el rol de facilitadoras y se retiran para que el equipo se desarrolle. Sinceridad y generosidad en las intervenciones.
Nos cuesta en muchos casos, acostumbrados como estamos a la cultura de la Excelencia, el EFQM, el ciclo PDCA, diferenciar de forma clara entre mejora e Innovación.
¿Cómo lograr la representación adecuada y complementaria de roles y funciones en los equipos?. La metodología Belbin es una herramienta que nos puede ayudar aplicada en el momento en que el equipo lo demande, en especial cuando surge la duda: ¿Qué hago yo en este equipo, qué aporto?

Me gusta de forma especial una idea que Sabino Ayestarán despliega en sus intervenciones, la Innovación es un trabajo de equipo, y necesitamos que haya un cambio de relación entre las personas para que haya Innovación. Desde el Consorcio de Inteligencia Emocional, esta idea de pensar diferente, actuar diferente y comunicar diferente está presente desde que colaboro con ellos. Se que en todo este proyecto late el buen hacer de Olga Gomez, el soul del CIE, que aunque en segundo plano también siento ahí para lo que el equipo necesite, maestra de la facilitación.

Tener como compañera de viaje en este proyecto a Olaia Aguirre me permite realizar reflexiones en voz alta como esta, ya que ella se encarga de apuntalar conmigo las etapas de este apasionante recorrido, Gracias Olaia.

Y si quieres conocer los antecedentes de este proyecto de investigación-formación-acción promovido por el Departamento de Psicología de la UPV/EHU, Innobasque y el CIE en otras ediciones también te lo contamos en el blog del CIE

Una de las organizaciones participantes, Ortzadar, también se hace eco de este proyecto, y como ellos muy bien dicen “compartir la experiencia es disfrutarla dos veces”

¿Nos acompañáis en este viaje de Equipos de Innovación?