Inteligencia emocional

La mentira de las emociones básicas

mentirasHemos leído y escuchado mucho en relación con las emociones básicas. Se ha popularizado el concepto e incluso Disney, hace un par de años, hizo una película “Intensa-mente” en la que la trama consistía en la convivencia entre ellas (alegría, miedo, asco, ira y tristeza) en el cerebro de una niña.

Tengo que reconocer que nunca me he encontrado cómodo con ese abordaje de las emociones. Siempre me ha parecido que había mucho de didáctica en ello, de necesidad de explicar de manera simple al público la complejidad emocional. El hecho de que haya una misma forma de expresión facial de éstas en todo el mundo no me resultaba suficientemente significativo como para resaltarlas con respecto de otras. Pero descubrir que la combinación de las emociones básicas generaba emociones secundarias me resultaba sospechosamente adecuado. Estas explicaciones parecen querer seguir avanzando en la línea de la pedagogía emocional pero sin llegar al meollo de la cuestión, es decir a los procesos por los que se generan las distintas respuestas emocionales

Traigo todo esto a colación porque no hace mucho se publicaba una noticia en la que se indicaba que investigaciones en aborígenes de Nueva Papua demostraban que la expresión facial del miedo no es universal como se creía hasta ahora por los estudios de Paul Ekman.

Desde mi punto de de vista es hora de abrir un debate pendiente en psicología que es el de la relación entre la emoción y la cognición. Hemos asistido a muchos avances en el conocimiento del cerebro y, con ello, a una neuropsicologización exagerada. Parece que todo se redujera a conexiones cerebrales, áreas con funciones específicas e interacciones entre ellas. Pero las preguntas importante siguen pendientes:

 

¿que relación hay entre emoción y pensamiento?

¿es antes la emoción o el pensamiento?

¿cómo influyen los procesos psicológicos básicos en la respuesta emocional?

 

La mentira de las emociones básicas nos lleva a una falsa diferenciación entre emoción y cognición cuando todo indica que se trata de un único proceso psicológico. Ha habido muchos teóricos que han abordado este asunto pero sin que la comunidad científica haya llegado a un consenso claro sobre el asunto.

Por una parte tenemos el modelo categórico, basado en las investigaciones de Darwin interpretadas por Tomkins (1962,1963) y desarrolladas por Ekman y sus colaboradores (1992, 1999), que sostiene que hay un pequeño número de emociones básicas y otras emociones denominadas morales, cuya experiencia subjetiva y expresión motora se originan en función de los intereses o del bienestar, ya sea de la sociedad en su conjunto o bien de personas distintas de quien experimenta la emoción.

 Por contra Scherer y sus colaboradores introducen un nuevo modelo del proceso de valoración (Scherer et al., 2001) que afirma que las emociones son generadas a través de una contínua evaluación subjetiva del estado interno y del externo. Este modelo observa la emoción a través de los cambios tanto en la cognición, la motivación, las reacciones fisiológicas, expresiones motoras y sentimientos. La ventaja, desde mi punto de vista, es que no limita los estados emocionales a un determinado número de categorías discretas o unas pocas dimensiones. En vez de esto se pone el foco en la variabilidad de los estados emocionales producidos por diferentes estilos de evaluación.

Lo que si parece evidente es que el proceso de respuesta emocional incluye, al menos, la cognición, la memoria y el estilo de procesamiento de la información. No es lo mismo el miedo ante algo desconocido en un entorno desconocido que el que experimentamos ante un estímulo conocido, entre otras cosas porque la respuesta emocional puede ser procesual y, por tanto, permite variar o combinar emociones diferentes en el mismo instante espaciotemporal. Digo, pues, que el miedo puede ser acompañado por sorpresa, por frustración, por dolor y por otro montón de emociones diferentes que sean provocadas por la funcionalidad del estímulo en el momento y lugar en el que el individuo esta teniendo la vivencia.

Me quedo más con la idea de la complejidad emocional y del interés en poder analizar la respuesta emocional en su contexto. Al final parece resultar que esta explicación de las emociones básicas no se si será mentira pero creo se ha quedado en eso, en básico…

5 pensamientos sobre “La mentira de las emociones básicas

  1. Fisico Rafael Barbabosa

    En un estudio de las Mujeres de la Ciudad de Mexico con la Psicologa Karina Saucedo Ruiz, encontramos que la emocion preferida de las mujeres de la Ciudad es la Alegria, despues la Ira y el Enojo por controlar y despues la Felicidad. Encontramos que se presentan todas las Emociones Basca de Eckman menos el Asco. El Asco no se presento como emocio favorita de las Mujeres de la Ciudad de Mexico.

  2. Fisico Rafael Barbabosa

    Con la Psicologa Karina Saucedo Ruiz, estudamos las emociones favoritas de las mujeres de la Ciudad de Mexico, encontramos que la emocion favorita de las mujeres de la Ciudad de Mexico es la alegria, despues la Ira y el enojo, despues la Felicidad. No encontramos el Asco como emocion Favorita entre las mujeres de la Ciudad de Mexico,

  3. Freddy Zapata Zamora

    Buen análisis, estoy desarrollando mi marco teórico de mi tesis de máster, y he puesto en marcha la decadencia epistemológica de la inteligencia emocional, basándose en psudoprincipios científicos, como lo es las inteligencias múltiples, entre otras cosas, como es la relación del sujeto con el medioambiente, como un todo, dejando de lado la dualidad (cuerpo-alma), situándome desde un enfoque interconductista. Me podrías compartir bibliografía de tu publicación para seguir complementando mi estudio. Gracias

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