Hola gente del mundo
Os voy a contar la historia de un joven cuya lucha le llevo a encontrarse a sà mismo y de cómo transformo su vida, transformando sus pensamientos.
Todos podemos ser de alguna manera protagonistas de esta historia…
Era aún muy joven cuando los acontecimientos que vivÃa le sobrepasaban por todos lados, la separación de sus padres, las continuas peleas entre ambos, la falta de amor filio paternal le hizo buscar fuera la seguridad, la aprobación, el cariño que no encontraba en casa.
Sin embargo ni su entorno, ni sus amigos ni sus parejas eran las personas más adecuadas para darle aquellas necesidades sin cubrir y que pertenecÃan al ámbito familiar. Al no encontrar una respuesta adecuada a sus demandas este joven empezó a sentir rechazo por lo demás, lo que le llevo al rencor y al resentimiento frente aquellos que él consideraba que le habÃan traicionado.
Este estado de malestar generalizado le evitaba disfrutar de la vida, todo tenÃa un mismo prisma, un mismo color, oscuro de emociones desagradables, promesas y expectativas sin cumplir… frustrado y deprimido, pensó en más de una ocasión en acabar con su vida…
La inseguridad, el miedo, la baja autoestima, le impedÃan observar otro futuro distinto…
Sin embargo y dentro de ese todo caldo de cultivo emocional habÃa una llama de esperanza, lucha y fuerza por creer que eso no tenÃa por qué ser el fin ni que esa tenÃa que ser la única manera en la que podÃa vivir.
SabÃa que tenÃa que haber algo más… el mundo, su mundo podÃa ser distinto, sino no tendrÃa ningún sentido seguir viviendo.
TenÃa que demostrarse a sà mismo que su vida podÃa ser diferente…
Solo el mero hecho de tener algo por lo que luchar avivo la llama de la esperanza, no tenÃa nada que perder y asà de esta manera comenzó el camino hacia su recuperación.
Probó a que los demás le ayudasen en sus ganas de aprender sobre uno mismo y recibió todo tipo de comentarios unos más favorables y otros crueles, esto le hizo más fuerte para soportar las crÃticas injustificadas.
Aprendió a observarse a sà mismo como el ogro que fue y a perdonarse por errar, a dejar de sentirse culpable por lo que paso, a comprender la vulnerabilidad humana, a entender que las personas lo hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos, aprendió a no juzgar con tanta ligereza y a ver en cada mala cara o mala contestación un sufrimiento interno sin resolver y saber que todos tenemos derecho a equivocarnos y que nadie tiene derecho decirnos que hacer con nuestra vida.
Fueron muchos años de pelea sin cesar, con momentos malos y menos malos, donde encontró a grandes personas que le ayudaron a aprender a volver a quererse.
Comprendió que todo tenÃa un razonamiento, cada comportamiento, cada palabra, cada lágrima derramada tenÃa un significado.
Cambio el rencor y el resentimiento por el perdón,
La vulnerabilidad y fragilidad por fortaleza,
El juicio rápido por la empatÃa,
Dejo de escucharse a sà mismo y permitió hablar a los demás,
La vergüenza por la autoestima,
Que no hay nada ni bueno ni malo, que todo depende desde donde lo mires….
La venganza por la gratitud,
La frustración por la paz interior,
El miedo por la seguridad,
Que la valÃa de uno no está en los resultados sino en el interior de cada uno.
El dÃa que ya no le quedo nada por lo que pelear es cuando se dio cuenta que el cÃrculo se habÃa cerrado, toda tenÃa sentido… todo cuadraba.
Fue entonces cuando se dio cuenta que era el dueño de su vida y que podÃa hacer con ella lo que quisiera. Ni el miedo, ni la vergüenza, ni el rencor le iban a impedir disfrutar.
Se dio cuenta que no es necesario el dinero para ser feliz, que eso solo suple otras necesidades.
Se dio cuenta que la paz y la felicidad están dentro de cada uno, que no hay que irse a buscarlas a ningún sitio.
Se dio cuenta que todas las experiencias por muy desagradables que sean forman parte de la vida y que no hay que huir de ellas, sino aprender a convivir con unas y superar otras.
Esta historia que puede ser la tuya es la historia de un joven que se dio una oportunidad y consiguió dejar atrás una forma de vivir para vivir otra vida, la que él se atrevió a vivir.
Un abrazo a todos.