Inteligencia emocional

Emocionario de Tesis.

Hoy vengo al blog a hablar de mí, de mis estados emocionales, de las emociones que últimamente estoy sintiendo en relación al proceso de elaboración de la tesis doctoral.

Y lo hago porque he constatado que son emociones que comparto con otras personas de mi edad que también están estudiando. El pasado sábado coincidí haciendo la compra con un compañero de trabajo, también estudiante, me confesó estar contrariado porque estaba tardando más de lo previsto en “llenar el carro” y tenía ganas de terminar e irse a la biblioteca a estudiar. Mientras esperábamos el turno en la pescadería fuimos hablando y compartiendo nuestro sentir en el proceso de estudio. Por un lado está la alta motivación que tenemos, las ganas e ilusión por aprender, por adquirir conocimiento y disfrutar del estudio y del proceso de investigación.

Pero por otra parte, como él, siento rabia cuando tiendo a pensar que mi prioridad es sentarme a solas con la tesis y no encuentro tiempo porque surgen otras cosas, y no es así, hay otras prioridades que atender, tareas, atenciones y responsabilidades del hogar y la familia, lo que me lleva a mantener un permanente esfuerzo de gestión emocional. Se me está haciendo difícil. Siento rabia cuando me cuesta organizarme y preparar la bibliografía y el material necesario para sentarme a escribir, porque por diversas circunstancias familiares no cuento con un sitio fijo para estudiar y escribir. Algunas tardes las paso enteras en la biblioteca.

Se está convirtiendo en una obsesión, y esto no es bueno, así lo siento, eso me genera una contradicción interior y lo confieso, también algo de rechazo, por eso a veces viene el pensamiento de dejarlo todo y vivir cómodamente. Pero el compromiso conmigo mismo en este reto es muy fuerte y el convencimiento de que estoy haciendo algo valioso me mantiene firme.

Y también viene el miedo, al que nadie llama, pero se presenta. Miedo a no cumplir con el nivel deseado, a no cumplir los plazos planificados y previstos, miedo a desvincularme emocionalmente de la tesis. Y qué decir de la tristeza. Son muchas las noches que me siento triste porque veo que finaliza el día y no he podido dedicarle tiempo. Quizás por eso muchos días me siento cansado, con ganas de tumbarme en la cama. O tal vez porque mi energía física y mental es más alta durante la mañana.

Bueno, también aparecen emociones agradables que me producen bienestar y una gran satisfacción, como la sorpresa y alegría cuando descubro algo nuevo, alguna nueva conexión de pensamiento, de ideas, de posibles nuevas líneas de investigación, algo nuevo que incorporar.

La ilusión cuando avanzo, cuando al cerrar el ordenador y guardar los libros, me siento satisfecho con lo realizado y presiento que a pesar de todo, haré una gran tesis, estoy convencido de ello. Queda aún mucho trabajo, y sobre todo me queda mucha gestión emocional, pero eso es la vida ¿no?.

3 pensamientos sobre “Emocionario de Tesis.

  1. Rogelio

    Javi.. ahí estamos!!!!!!!!!!!!!!! suscribo todo lo que dices… pero al final seremos doctores.. un abrazo mi doc.

  2. Arantza Echaniz Barrondo

    Javi, cuando hice la tesis añadí un Epílogo en el que relataba el proceso, los altibajos, cómo me había sentido, etc. Mi Director, Dionisio Aranzadi, sj, me dijo que igual era mejor no poner ese apartado a lo que le respondí que me parecía importante mantenerlo para no olvidarme nunca de ello y por si servía a otras persona… (a todos los doctorandos que he tenido fue lo primero que les di).

    ¡Ánimo y zorionak por escribir lo que sientes! Es muy liberador…

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