Inteligencia emocional

domingo de ramos en Rodalquilar

salimos de “el polvorín”, la casa rural en la que nos alojamos en Rodalquilar,  después de haber desayunado con infinita pachorra, en esa actitud “noraezean” (nora – a dónde, ez – no, ean – en), una especie de “sin rumbo fijo”,

y nos montamos en el coche, doblamos la esquina, y nos encontramos con un mogollón de coches aparcados, donde anoche había sitio por los cuatro costados, se podía aparcar aquí y allá, ahora está todo lleno, tan apretadito,

y estamos a punto de salir del pueblo, pero damos marcha atrás, quién sabe por qué el ser humano se mueve entre dos tendencias, centrípeta y centrífuga, hacia dentro (y hacia el mogollón) y hacia fuera (y los límites),

y hoy vamos a explorar qué se cuece entre los coches y la gente, todo parece indicar que hay mercadillo en el pueblo, aparcamos tras recorrer menos de 100 metros sobre las cuatro ruedas, en este domingo abierto a la exploración y a la sorpresa,

está claro que Silvia y yo llevamos el niño natural prendido, no vamos a tardar mucho en darnos cuenta de que todo nos gusta, parece como si hubiesen hecho un paseíllo a nuestro alrededor con todo lo que nos da vida,

artesanos que trabajan las piedras, el barro, el dibujo, el cuero, gente libre que ha explorado un poco más allá de lo que un trabajo normal les ofrece en la gran ciudad, ese entorno de oportunidades y de alienación,

artesanos, qué bonita palabra, arte sano, que han hecho ese proceso tan duro, muchas veces, tan interesante, siempre, de buscar esa vida en la que su yo soy está de nuevo presente, al aire libre,

muchas gracias por vuestro ejemplo, y por vuestra vida, por vuestras aficiones convertida en forma de vida, por vuestro cariño y vuestro arte, en este domingo de ramos, qué bueno que nosotras simplemente pasábamos por acá.

   así lo vimos…

el mercadillo de Rodalquilar se celebra un domingo de cada mes, y nuestro niño se asombra de este mundo tan rico en “causualidades”, que florecen en cada rincón, como la primavera, que ya está despertando, aquí y allá.

después de haber volatilizado 3 billetes que nos sobraban, compra que te compra, un colgante de conchas y otro de pececitos para la casa, un jersey de huecos para Silvia, un tocado para Maitane, 3 aguamarinas para repartir quién sabe a quién,

un grabado de Jon nieve sobre madera y una camiseta para Mikel, unos pendientes para Paula, unas runas para acompañar nuestras preguntas de cada día, unos imanes, unas piedritas, otro colgante, … la lista es más larga,

nos paramos a preguntar si hemos fumigado 3 o 4 billetes, pero no nos cabe la menor duda de que el dinero que ya no tenemos está ahora en buenas manos, es la maravilla de la compra local en los mercadillos, cuando compramos directamente al artesano.

soltar carrete es una de las propuestas para el desarrollo de una comunicación emocional, empática, una propuesta tan sencilla como abrir una pregunta a una persona de cuya actividad disfrutas, una conversación tan fácil y tan bonita,

en la que nos abrimos a lo que la otra persona nos tenga que decir, una conversación que empieza con una frase sincera, con un regalo, “qué bonito”, y con una pregunta, abierta al viento, “¿lo has hecho tú?” 

7 emociones es un modelo de responsabilidad emocional creative commons  inspirado por la teoría del color de Goethe y la teoría U de Otto Scharmer que compartimos desde este enlace.

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