Inteligencia emocional

Miedo escénico, terror a hablar en público

Quien más y quien menos tiene que hablar en público en algún momento de su vida, exponer un proyecto o un negocio, liderar una reunión o participar en alguna asamblea, sea cual sea el motivo, el hecho de hablar en público desata los peores miedos de las personas por encima de otros como volar o el miedo a determinados animales.

En primer lugar, es importante entender y normalizar que cierto grado de tensión y nerviosismo se va a dar de manera inevitable, y esto puedo ser muy estimulante para muchas personas ya que les predispone para la acción dado que pone en marcha todos los recursos para llevar a cabo la tarea.

¿Qué pasa dentro del cuerpo?

…No estoy hecho para dar conciertos, yo, a quien el público intimida, me siento paralizado por las miradas llenas de curiosidad… No podías creer qué martirio era el mío antes de tocar en público…Frederic Chopen

Más que miedo, podíamos llamarlo ansiedad escénica. Ante una situación de este tipo, se genera una descarga de adrenalina (también llamada epinefrina), un neurotransmisor que hace que el sistema nervioso se active y se produzcan los siguientes síntomas a nivel fisiológico:

  • Sudoración
  • Ritmo cardiaco elevado
  • Los vasos sanguíneos se dilatan, primero la piel se vuelve pálida y luego se enrojece.
  • Aumento de la glucosa en sangre para disponer de mayor energía.
  • Escalofríos
  • Malestar estomacal.
  • Sequedad en la boca

Tierra, trágame

A nivel cognitivo hay una confusión mental que altera la percepción, una vocecita interna que vive los peores escenarios posibles, proyectando el fracaso o reviviendo escenas incómodas del pasado. La auto exigencia o el miedo al ridículo se pueden apoderar de nuestros pensamientos y nublar nuestro cerebro hasta llegar al bloqueo mental y llegar a los temidos “quedarse en blanco”.

“La palabra trac, que es una forma particular de emoción, viene del verbo tracaser: “miedo paralizante o angustia irracional que se siente antes de ejecutar una prueba y donde la acción generalmente desaparece” … En el siglo XiX, trac es un término utilizado por los cazadores: “rodear al animal dentro de un círculo formado por los cazadores el cual cada vez se hace más pequeño” El animal se siente atrapado, sin escapatoria, y es entonces cuando el miedo, la inquietud, agitación mental…se apoderan de el.”

 

 

 

 

 

 

 

 

El cerebro, a nivel evolutivo está compuesto de tres capas, cerebro reptiliano, límbico y neocortex. El primero, es la parte más antigua y se encarga de las reacciones instintivas y en gran medida de muchas de las reacciones antes situaciones de exposición ante el público

El sistema límbico, o cerebro emocional es el que dispara las señales de alarma gracias a una zona situada en el, pequeña pero fundamental, llamada amígdala.

Después nos encontramos con una tercera capa, el neocortex que se encarga de gestionar las emociones, el miedo en este caso, aunque sólo en una parte, ya que posibilita que la amígdala no reaccione ante ese miedo, pero las señales de alerta siguen estando ya que el cerebro emocional cree de verdad lo que siente.

¡Quién me mandaría meterme en esto!

Seguro que en algún momento de tu vida te has dicho esta frase en relación a una situación de hablar en público. A nivel de conducta en este tipo de escenarios lo que se desea es escapar de la situación y que esto se evidencia en el lenguaje no verbal a través de la postura o movimientos involuntarios. Es probable que aparezca tartamudeo, uso excesivo de muletillas al hablar o silencios incómodos. En definitiva, nuestra conducta se ve obstaculizada impidiendo un desarrollo óptimo de la acción

Superar el miedo escénico

  • Modificación del pensamiento: existen técnicas cognitivas que ayudan a modificar el pensamiento sobre el objeto o situación que produce el miedo. Sería cambiar el propio diálogo interno de “seguro que me va a salir mal” a “me va a salir bien”.
  • Asumir el error: esto se merece otro post, y tiene que ver con asumir que en la vida hay incertidumbre y no se puede controlar todo, querer hacer las cosas muy bien ayuda a crecer, pero empeñarse en un ideal que no existe, genera mucho desgaste y frustración
  • Técnicas de respiración: cualquier trabajo con la respiración consciente facilita bajar el estado de alerta dado que el diafragma se tensa mucho. Creo que es fundamental tenerlo como práctica habitual para que esto sea realmente efectivo en una situación de alerta.
  • Visualizaciones: Algo a practicar los días previos, visualizándote haciendo la acción de la mejor manera posible.
  • Enraizamiento: En situaciones de vulnerabilidad, se pierde contacto con la tierra, la energía sube hacia arriba y se pierde la conexión con el centro corporal que proporciona sensación de seguridad.

Y tú, ¿Qué otras maneras has usado para gestionar el miedo escénico?

 

Fuentes:

El miedo escénico: orígenes, causas y recursos parrar afrontarlo con éxito. Anna Cester

Pánico escénico. Ulf Nilson

 

 

 

 

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