Inteligencia emocional

Mindfulness o meditación

Si estás leyendo este blog, lo más probable es que en algún momento de tu vida te haya picado el gusanillo de la meditación o el mindfulness y hayas practicado en alguna ocasión. Y si estás al tanto de las actividades formativas para empresas, te habrás dado cuenta que el mindfulness está entre el top ten de la oferta formativa.

¿En que se diferencian la meditación del mindfulness?

La línea que separa ambas prácticas es sumamente delgada, podríamos decir que tiene que ver con su origen, ya que la meditación es una práctica milenaria que proviene de las tradiciones espirituales en el que el objetivo, por definirlo de alguna manera, es simplemente SER. Mientras que el mindfulness es una una traducción de la palabra “Sati” de la lengua Pali en la que se encuentran escritas las colecciones más antiguas de los textos budistas. Sati, en la terminología budista, y en la mayor parte de los casos, se refiere al presente y como término psicológico, se le suele traducir como atención, o conciencia plena y su término se ha popularizado gracias a John Kabat Zinn  El integró sus conocimientos sobre budismo y prácticas meditativas con conocimientos occidentales con el objetivo de reducir el estrés  y el manejo del dolor en técnicas complementarias a la medicina. Así que podríamos decir, que el mindfulness es la occidentalización de la meditación, para una cultura donde impera la razón y que busca reducir y estrés y aumentar el bienestar, alejándose de toda connotación espiritual.  John Cabat Ziinn lo define como “prestar atención de forma intencionada al momento presente, sin juzgar”.

“El mindfulness es meditación, y está tanto en el budismo como en el hinduismo. Es la primera técnica de meditación que se aprende, a la que se llama ´shamata´ en sánscrito o ´shiné´ en tibetano, y tras la que se va hacia prácticas más avanzadas. Se ha extraído del contexto espiritual y se ha acercado con un lenguaje psicológico a Occidente. Se ha hecho muy accesible porque se ha sabido presentar bien…El asunto, para mí delicado, es que el mindfulness se entiende en algunos ámbitos de un modo únicamente materialista. En ellos se aplica la atención plena a la eficacia y a automatizar procesos. Y es triste que se popularice más para sacar un rendimiento y como un producto de consumo, que para estar al servicio del desarrollo pleno de la persona”.

.Lama Tashi Lhamo

Hay varios tipos de meditación, pero las principales son dos,

  • Concentrarse en algo (un mantra, o un objeto como una vela, el mar, una imagen etc..  De tal manera que cuando se pierde la concentración en el objeto, hay que volver a redirigirla hacia el mismo.
  • Permitir que la conciencia pase de un estímulo a otro, aquí entrarían más específicamente la meditación Vippasana o el mindfulness, permitiendo que la conciencia se abra a la experiencia, incluso a aquellos aspectos que están cerrados.

Tanto la meditación como el mindfulness son prácticas muy beneficiosas, pero son eso, prácticas, algo que tiene que formar parte de la rutina diaria para recibir sentir los efectos, pero ojo, con las expectativas de aquellas personas que quieran fórmulas rápidas e inmediatas… Con este tipo de prácticas tienes que estar dispuesta/o a que forman parte de tu día a día y a contemplar, y sostener, lo que aparece, y esto, no es siempre maravilloso.

 

“Prestar atención de un modo particular: a propósito, en el momento presente y sin establecer juicios de valor” (Jon Kabat‐Zinn, 1990).

Fuente:

https://www.efesalud.com/diferencia-meditacion-mindfulness/

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