Inteligencia emocional

Farenheit 451. ¡Inquietante!

451 grados farenheit es la temperatura a la que arden los libros. 

Lo descubrí gracias a la canción de Iván Ferreiro, no por mis conocimientos químicos sobre la combustión. Una vez más, “la vida sin música sería un error” (F. Nietzsche).

Si has escuchado ese tema, has sentido su personal ajuste de cuentas en modo “incendio” con

las personas que emponzoñaron su pasado. Si no lo has hecho, te lo recomiendo. ¡Es brutal!

Rabia, enfado, asco … emociones tan básicas como la alegría. Como la tristeza. Tan denostadas como necesarias en un mundo adicto a lo “happy”. Porque sin rabia no hay rebeldía. Sin asco, no hay lugar a la indignación. Sólo resignación. ¡No hay R&R!

Y con Iván me acerqué a la distopía del mismo nombre de RAY BRADBURY. Resumo. En un país “de nunca jamás” los libros están prohibidos. ¿Te suena? Y los bomberos no apagan incendios, los provocan en aquellos libros que se encuentran. 

Libros prohibidos, bomberos que los queman. Distópico. ¿O no?

Y de repente me llegó un mail en modo misil del MIT Technology Review. Que me anuncia que la distopía se perfecciona. Y de la ficción aterriza en el mundo real. Y anuncia que la censura ni tiene ni tendrá límites. Que una novela ya escrita fue borrada antes de imprimirse. 

Cito: “La escritora china Mitu estaba a punto de finalizar su novela. Sin embargo, WPS, el procesador de texto basado en la nube que utilizaba le indicó que no podía volver a abrir el documento por contener información ilegal”

Torquemada y la mejora continua. Censura en modo kaizen. Farenheit 451 de libros. Impresos y por editar. ¿Farenheit 451 de sueños? ¿De esperanzas? Inquietante…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Confianza online