Desde que Dionisio –mi profe de filosofía en el Instituto de Rekalde- me inoculó el virus de la filosofía, nunca he perdido su pista. Kantor, con su interconductismo, me ayudó a recordarle. Imanol -en el curso del Clúster sobre Inteligencia…
Desde que Dionisio –mi profe de filosofía en el Instituto de Rekalde- me inoculó el virus de la filosofía, nunca he perdido su pista. Kantor, con su interconductismo, me ayudó a recordarle. Imanol -en el curso del Clúster sobre Inteligencia…