Claro… y con tanto ajetreo, con tanta alegrÃa, con la preocupación de comprar las cremas protectoras, la sillita para ir a la playa, quitar las alfombras, el cambio de armarios para sacar los pantalones cortos (los que nos caben claro)…
Claro… y con tanto ajetreo, con tanta alegrÃa, con la preocupación de comprar las cremas protectoras, la sillita para ir a la playa, quitar las alfombras, el cambio de armarios para sacar los pantalones cortos (los que nos caben claro)…