Rene Quinton y su “terapia marina”

rene quintonCuando observo los descubrimientos que hacemos los seres humanos, siempre se me ocurre pensar que todos juntos conformamos un todo (valga la reiteración de las palabras).

Pero también me pongo a pensar que no tenemos consciencia de esa unidad  y por ello será que desaprovechamos descubrimientos que podrían mejorar nuestra calidad de vida. Ya me gustaría tener claro porque muchos de ellos, caen en el olvido a pesar de su eficacia en cuanto a calidad de vida se refiere.

Motivos económicos, políticos, o envidias serán móviles que produzcan este “extraño fenómeno” de desaparición u ocultamiento de dichos hallazgos? Las cosas están allí como esperando que alguien las reconozca. Un ser humano, pasa a ser el “revelador” de algo y de pronto… lo revelado deja de tener actualidad.

Todo este discurso viene a colación de haber llegado hasta mi el nombre de René Quinton. Nacido un 15 de diciembre de 1866 en la ciudad de chaumes en Brie,   dejó al mundo múltiples trabajos que tocaron el mundo de lo científico, lo filosófico y lo terapéutico.

Me inquietó su hipótesis de trabajo en la cual afirmaba que el líquido en el que se bañan las células del cuerpo humano, es igual al líquido marino original. Vamos…¡el agua del mar! Teoría que por cierto tuvo impacto durante su época no solo en lo científico sino también en el ámbito político, llegando a discusiones sobre el tema, la izquierda y la derecha de aquel entonces.

Precursor? Adelantado? Avanzado? Lo cierto es que fue de los primeros en dar importancia a esos elementos que se encuentran en mínimas cantidades en el cuerpo: los oligoelementos.

Corría 1897 cuando René comienza a realizar el “tratamiento marino” en los hospitales. Allí comienza a experimentar con su teoría.

Utilizando a perros para sus experimentos, llega a sustituir el medio interno por agua de mar isotónica. Les extraía cierta cantidad de sangre, y la sustituía por agua de mar convenientemente tratada. Los resultados fueron impactantes. Repitiendo el experimento en más de una oportunidad, obtuvo en todos los casos considerable mejoría en sus pacientes perrunos.

A modo de anécdota, te cuento que el primer perro, fue bautizado como Sodium. Sodium, gracias a la terapia marina, vivió cinco años mas, muriendo por un accidente.

Hasta que en 1907 abre el primer “dispensario marino” con éxito considerable y repercusión. A tal punto que fue por ejemplo visitado por la princesa Elena (la hermana del rey Eduardo VII de Inglaterra), quien quería aprender para abrir un dispensario en Inglaterra y dirigirlo ella misma.

Luego de su muerte (un 9 de julio de 1925), sus descubrimientos se pierden entre los sucesos y descubrimientos de aquel entonces. Pero hoy por hoy, su práctica es utilizada por ejemplo en Francia, clasificándose sus terapias dentro de los mediamentos no convencionales.

Y el mar estaba allí lleno de nutrientes esperando que alguien revelara su contenido. Mientras tanto, los hombres generábamos una cadena alimentaria por momentos deficiente a tal punto que no cubrimos los minerales necesarios para el organismo.

El fitoplancton estaba allí. Y por suerte lo sigue estando. Gracias a la relación amorosa (y me gusta definirla así y no en términos científicos) sol y agua de mar se relacionan, quedando guardado en el agua de mar un verdadero tesoro mineral.

Dice en la página web http://www.quinton.es/:

El fitoplancton, la mayor biomasa del planeta, gracias a la acción del sol, sigue fijando todos los minerales que existen en el agua de mar. El zooplancton se alimenta del anterior y genera una masa de elementos biodisponibles llamados telemediadores por el Profesor Maurice Aubert de la “Universidad Internacional del Mar” de Niza,Francia, experto mundial en la biocenosis marina. La biocenosis marina es la transformación de elementos minerales no biodisponibles en elementos biodisponibles.

El fitoplancton forma grandes concentraciones en el mar llamadas Eddies en lugares donde existen torbellinos marinos llamados Vortex. Laboratoires Quinton recoge su agua de mar en estos lugares privilegiados por su alta estabilidad en la composición de los minerales. La bomba de extracción se coloca a 30 metros de profundidad, límite afótico, debajo de la capa fitoplanctónica. Así, el agua de mar extraída es de la mayor calidad.

Ya de dejo la inquietud del tema para que sigas buscando. Lo cierto es que gracias a los experimentos de René Quintos (experimentos que en su época dejaron mas de un testimonio en el cual se certificaba una mejoría sustancial de la salud), hoy tenemos a nuestro alcance la posibilidad de acceder a esta terapia no convencional. Una “terapia marina” que según se informa en distintas páginas, reestablece un funcionamiento celular global, provocando un efecto de revitalización y remineralización gracias al aporte de los minerales que naturalmente se encuentran en el agua de mar.

 

enlaces

http://es.wikipedia.org/wiki/Ren%C3%A9_Quinton

2 thoughts on “Rene Quinton y su “terapia marina”

  1. jon

    Increíble Patricia. Me he quedado a cuadros. Sabía que el agua de mar era buena para quitar los mocos y curar las heridas, pero nunca pensé que seria tan saludable. ¡Que ganas de ir a la playa!

    Sigue sorprendiéndonos por favor.

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    1. Patricia Furlong Autor

      yo también me he quedado sorprendida. Me gusta mucho buscar este tipo de cosas. Y a ver que sugerencia de tema sale de tu cabecita. Muxusssssssssssss

      Responder

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