En el prologo de su libro Jorge Enrique Adoum, hace referencia al descubrimiento arqueologico de dos esqueletos abrazados en un cementerio paleoindio. Un abrazo eterno de 10.000 años que salió a la luz de manos de La Dra. Karen E. Stother junto con Paula Rogasner, Eugenia Rodriguez, Marcelo Villalba e Ivan Cruz.
E inspirandose en este descubrimiento, nace el libro EL AMOR DESENTERRADO de Jorge Enrique Adoum. Aquà su poesÃa
Cuál de los dos murió primero
callando ante la verdad de los cuerpos que dialogan
en esta antigua tragedia anterior a la tragedia antigua,
porque cómo se hace -avisen, habrÃa que decÃrselo a todos
para morir juntos sin desclavarse,
interminable hazaña nupcial no repetida
porque desde entonces ya no supimos cómo.
Cuál pudo ver en el otro, espiándole por partes, la agonÃa,
en qué momento se truncó el arco que describe el deseo
antes de terminar con el vencedor besando agradecido la ingle en despedida
y quedarse asà con la pierna detenida para siempre en el viaje a la
entrepierna
(lentitud de quienes adueñándose del gozo se adueñaron del tiempo)
por donde pasa el viento áspero de la penÃnsula con sus toallas de arena
cada mañana después de cada noche de ese ensayo general de los actos del acto.
(¿O fue un acto inacabado,
palabra que la muerte detuvo en la primera sÃlaba,
tantas veces repetida por nosotros hasta ahora y tartamuda,
creyendo cada vez que es una muerte pequeñita,
contentos como quienes bailan esas danzas
cuyo origen ritual han olvidado?)
Amaos por favor, seguid amándoos
vorazmente insatisfechos por los siglos de los siglos de los siglos,
no desateis la inicial inmemorial amarra
porque qué nos restarÃa de esta amorosa e insolente estatua,
ni cómo irÃamos a comprobar que álguienes se amaron
si de pronto estos huesos polvo fueran,
deshaciéndose en la tardÃa sacudida del espasmo
cien siglos después de haber comenzado apenas a tocarse con los dedos los
labios
y nos quedáramos asà sin pruebas
de que existió la eternidad un dÃa.
Maravilloso poema de ese gran poeta ecuatoriano, muy reconocido en el mundo entero
Paz en su tumba don Jorge Enrique Adoum
me alegro que te guste Cesar!