Me seduce la forma de una ciudad.
Su sensualidad tramada entre los edificios.
Columpiada junto a los pasos….
De peatones, el tramo ancho de la magia:
La sed… Bebiéndose de a poquito…
Mujeres y hombres:
claroscuros anónimos.
Me seduce este recreo de formas:
y las paredes pintadas…. La prisa
de ciertas muchachas en sus ganas
por seducir… el doblar esquinas
y descubrir reflejos increíbles:
incluso la burla miserable.
Me seduce la lluvia de amor susurrante
acostumbrado a todo clamor de bosque
vivo. Y el baile…
sobre las ramas del árbol prohibido.