Garazi Ramos.- Lágrimas en los ojos, emoción en las entrañas… Esta sensación no se puede explicar con palabras. ¡Lo hemos conseguido! La Segunda B es nuestra. A veces, pero solo a veces, merece la pena luchar con todas nuestras fuerzas para obtener recompensas como ésta.
Todavía nos tiemblan las piernas, todavía se nos quiebra la voz…
‘Somos parte de la Segunda B’
Con la boca pequeña y el corazón en un puño, sí, podemos decir que lo hemos logrado, que esta vez no sólo nos hemos merecido el ascenso, sino que lo hemos conseguido. Y aunque en espíritu siempre lo hemos sido, ahora la teoría nos da la razón: El Laudio es ya, equipo de mayor nivel, digno merecedor de jugar en la ‘categoría de bronce’.
Un increíble 1-0 desataba la locura en Ellakuri. El Mar Menor no pudo con nosotros. Simplemente, fue apoteósico.
Como un niño con un juguete nuevo, como un alma que resucita… una emoción infinita. Tras 86 años de vida, todavía nos cuesta asimilar que por fin, somos nosotros quienes podemos decir que hemos conquistado la Segunda B. ¡Nosotros!
Nunca nos hemos doblegado y esta vez no iba a ser menos. Demostramos firmeza desde el comienzo del partido, ansiábamos el título. Esta vez tenía que ser nuestro. El Laudio se mostró fuerte, con agallas… El sudor en la frente, el miedo en las gradas… Ya habíamos estado muy cerca otras veces de conseguirlo. Sueños truncados, que se convirtieron en cenizas. Nadie quería pasar por lo mismo y lo demostramos. ¡Vaya si lo demostramos!
El partido más largo de la historia. Los minutos más perfectos de una vida. Los segundos más sufridos de un club. Cuando el colegiado pitó el final del encuentro, se desató la locura…
Invasión en el campo, un abrazo con la persona que tenías al lado, una emoción compartida, un llanto de alegría.
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