El filósofo alemán Immanuel Kant, uno de los mayores filósofos de todos los tiempos, fue uno de los primeros en discutir sobre la lateralidad de algunos objetos, sobre su “orientación”, sobre la naturaleza de los objetos “derechos” e “izquierdos”. Y se preguntó por estas cosas dentro de su preocupación por demostrar que el espacio es absoluto.

Si nos centramos en nuestras manos, la mano izquierda y la derecha, entonces no hay ninguna forma, ningún movimiento que podamos hacer dentro de nuestro espacio tridimensional para convertir nuestra mano derecha en izquierda, y al revés. Nuestras manos tienen forma y propiedades similares, pero sin embargo tienen diferente “orientación”. Cómo podemos distinguir una mano derecha de una mano izquierda, tiene que haber algo en el espacio absoluto que defina el carácter lateral de nuestra mano. Si solamente consideramos una mano aislada en el espacio, sin posibilidad de compararla con otra cosa, esta será derecha o izquierda, luego deberá existir algo que defina su lateralidad. Dicho de otra forma, si viene un extraterrestre cómo podemos explicarle qué es la mano derecha…

Hoy vamos a hablar precisamente de cómo la mano izquierda se puede transformar en la mano derecha a través de la cuarta dimensión, y la relación de esto con la imagen especular, la imagen a través del espejo.

El Problema de la semana (Amistad): Aintzane, Naiara y yo (Raúl) estamos muy unidos. Si Aintzane va a una fiesta, Naiara también va, y si Naiara no va a la fiesta, yo tampoco. Este sábado hay una fiesta en EITB, pero solo tenemos una invitación ¿quién irá?.

La respuesta el próximo 29 de octubre a las 19:30 en Graffiti y en este blog. ¡Participa!