Hace unos días estuve viendo en el cine (por poco me como la pantalla; el pasillo estaba lleno de escalones) el film Yo, también y os quiero ofrecer mi opinión. Ahí va.

Se nota que esta película está llevada a cabo por un equipo joven porque es bastante irregular y por ciertos momentos fallidos aunque resulte fresca, a pesar de no ser muy entretenida. Es cierto que los personajes caen bien aunque a veces pueda parecer un anuncio ejemplarizante de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de cualquier zona del país.

El éxito de este film se puede encontrar en la química entre la pareja protagonista. aunque a veces nos ocurra como a Laura y nos parezca que Daniel es un redicho. Siempre se le tiene que ocurrir la réplica brillante. Parece que al escribir los diálogos nos de la impresión de que se han olvidado del personaje y los guionistas hayan preferido demostrar lo gracioso. que puede llegar a ser.

No obstante las mejores escenas de la película son aquellas en donde están ambos juntos. Pero a veces falla, se pone demasiado blanda. Es una pena pero la película se pierde cuando se aleja de la pareja protagonista y su relación. Esto sucede cuando se centra en la relación entre Luisa y Pedro, o: cuando nos cuenta casi implícitamente el drama familiar de la protagonista.

El film se dispersa. En lugar de profundizar en la relación entre una mujer incapaz de solucionar su vida y un joven con síndrome de Down y la repercusión de esta relación en su entorno… cae en lo superficial. No digo que no sea complicado llevar a cabo un buen trabajo, sin embargo, ahondar en dicho tema nos haría plantearnos diversidad de cuestiones de la vida.

La banda sonora de La casa azul le da bastante vida a la película.

¡Feliz semana, corazones!

Mentxu