Proyecto “Izeba”

Hace unos días me comentaba un amigo la importancia que tiene el Proyecto Izeba, me pareció tan buena la idea que al día siguiente me apunté de voluntaria. Os paso información del mismo.

El Proyecto Izeba se configura como una red de familias o personas (hogares) que aceptan actuar como tíos/as acogedores/as de menores extranjeros no acompañados (MENA) para contribuir a su mejor integración. La función que desempeñan estas familias de referencia y acompañamiento son las propias de un/a tío/a que vive cerca de un/a sobrino/a al que, por ejemplo, por razones de estudio le está tocando vivir lejos de sus padres. Esta iniciativa se pone en marcha y desarrolla mediante un convenio suscrito por el Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el centro Baketik de Arantzazu.
En el Proyecto Izeba confluyen las Instituciones, a través de la Diputación Foral de Gipuzkoa y los Ayuntamientos colaboradores; la ciudadanía, a través de las familias voluntarias y de su entorno; y la
sociedad civil organizada, a través de Baketik y otras entidades sociales que cooperan en la iniciativa. Es un empeño colectivo y coordinado con un único fin: dar una respuesta solidaria y eficaz que contribuya a la mejor integración de los menores extranjeros no acompañados.
En primer lugar, por tanto, es un proyecto de solidaridad. En Baketik, tenemos la convicción de que, para vivir, convivir o educar mejor, la solidaridad es un factor indispensable. La vida no termina de
completarse sin la experiencia del altruismo. Un buen criterio para introducirnos en esta vivencia de la solidaridad es preguntarnos una y otra vez quiénes son los últimos, los que más sufren en nuestro entorno y remover los obstáculos que sean necesarios para que dejen de serlo. No solo es un buen criterio, también es un imperativo humanitario y de justicia. Estas reflexiones llevan nuestra mirada hacia los MENA. No sabemos si son exactamente los últimos, pero sí podemos intuir que la carga de sufrimiento de un niño de su edad en sus condiciones es de las más duras y pesadas que puedan soportarse.
Sin embargo, esto no siempre es visible y evidente. A través de los medios de comunicación nos llegan informaciones, no siempre libres de prejuicios, estereotipos o sensacionalismos populistas, sobre lo que estos chavales hacen o dejan de hacer, dónde viven, cuántos son, o la alarma social, conflictos e incidentes que en algunos lugares se han producido con su presencia. A menudo ocurre que con este tipo de informaciones creemos saberlo casi todo sobre ellos y nos sentimos en disposición de enjuiciarlos y etiquetarlos colectivamente.
Pero lo cierto es que sabemos poco o nada de cada una de sus historias personales, sufrimientos y peripecias vitales hasta llegar aquí, de por qué han tenido que abandonar sus casas y familias o de cuánta responsabilidad tiene nuestro modo de vida en todo ello. Para intentar acercarnos siquiera un poquito a su realidad bastaría con que cada cual imaginase a un hijo de 14, 13, 12 o menos años marchando de su hogar y de su tierra para trabajar y encontrar dinero que enviar a los suyos en un país extraño con idioma, cultura, religión y tradiciones completamente desconocidas.
En este contexto, es en el que cabe preguntarse qué más podemos hacer que no estemos haciendo para contribuir a una mejor integración de estos menores. Así ha surgido, desde Arantzazu el Proyecto Izeba, y el posterior convenio entre Baketik y la Diputación Foral de Gipuzkoa. Y así es también como muchas familias se han inscrito voluntaria y solidariamente para formar parte de este proyecto
Es un proyecto de solidaridad, pero también persigue ser eficaz a la hora de favorecer la integración de estos menores. El Proyecto Izeba se asienta en la convicción de que la creación de esta figura de los/as tíos/as acogedores/as puede ofrecer a los menores extranjeros no acompañados referencias familiares de contención, afectividad, apoyo y despliegue de relaciones sociales de proximidad. Pero no basta con la convicción. Debemos también poner los medios para alcanzar ese objetivo.
Este documento pretende ser un paso en esa dirección. Ofrece una información básica sobre el Proyecto Izeba y sus claves principales. Enumera y describe los recursos con que cuentan las familias
voluntarias para desarrollar su acción solidaria en las mejores condiciones posibles. Y por último, agrega un catálogo de recomendaciones o pautas para orientar la relación entre los menores y las familias voluntarias.

Descripción del proyecto:
El Proyecto Izeba consiste en la creación de la figura de tíos/as acogedores/as (familias de referencia o acompañamiento) de menores extranjeros no acompañados. En la práctica supone socializar un programa que, con la colaboración directa del Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa,
trata de lograr la adhesión en red de un conjunto de familias voluntarias que aceptan jugar el papel de tíos/as acogedores/as o familias de acompañamiento de estos niños en situación de desamparo.
De este modo, cada MENA, además de contar con el centro de acogida en el que vive, tendrá en el entorno del mismo una familia de referencia. Todas las familias de tíos/as de acogida constituirán
así una red de familias que complementan el esfuerzo de integración que se realiza desde las Instituciones y los centros de acogida en los que se encuentran. De algún modo de lo que se trata es de que los Menores
Extranjeros No Acompañados o MENA, pasen a ser Menores Extranjeros Sí (Acompañados e) Integrados.
Como se ha dicho ya, la función que desempeñan estas familias de acompañamiento es la propia de un/a tío/a que vive cerca de un/a sobrino/a alejado por cualquier razón de su domicilio familiar. Las
acciones concretas para desarrollar esta función se enumeran en el tercer punto de este documento pero se orientan a distintas formas de acompañamiento y presencia periódica y regular mediante encuentros semanales, llamadas de teléfono o distintas formas de apoyo o mediación con el entorno.
Actualmente, existen dos figuras que canalizan el apoyo familiar a menores en situación de desamparo: la adopción y el acogimiento. Con el proyecto Izeba se estarían poniendo las bases para sumar
a éstas la figura de las familias de acompañamiento o de tíos/as acogedores/as. Una figura que puede ser especialmente adecuada para responder al desamparo de los menores extranjeros no acompañados.

Puntos de partida:
Este proyecto se asienta fundamentalmente en dos puntos de partida: el diagnóstico de la realidad en que se encuentran los MENA y la experiencia acumulada de la figura del acogimiento familiar, sobre
todo una vez que éste ha finalizado.
•El diagnóstico. El esfuerzo institucional desplegado para acoger y atender a los MENA es enorme. Sin embargo, la complejidad del fenómeno nos empuja a seguir intentando mejorar. En la actualidad estos menores disponen de un centro de acogida, monitores y servicios de apoyo y seguimiento diario. En la inmensa mayoría de los casos la respuesta de los menores es muy buena. El principal déficit está en su integración social. Normalmente, están rodeados únicamente de otros menores en iguales circunstancias; no disponen de un contacto de proximidad con el contexto social o con jóvenes autóctonos de su edad; carecen de referencias familiares; en algunos casos no encuentran una suficiente contención de sus impulsos; y en ocasiones aisladas se producen conflictos o situaciones de incomprensión e incluso rechazo con la población local que son magnificadas y generalizadas a todo el colectivo. Tratar de
complementar y reforzar lo que ya se está haciendo en clave de integración es un propósito plenamente justificado.
•La experiencia del acogimiento familiar. De los más de quince años de experiencia acumulada en torno a esta figura, hay un dato que nos interesa destacar. Se trata del papel que juegan las familias acogedoras una vez que el periodo de acogimiento del menor ha finalizado bien por la vuelta a la familia biológica, o a un centro, o bien por emancipación u otras razones. En estos casos, en algunas ocasiones, la familia que fue acogedora, se transforma espontánea y voluntariamente en una familia de acompañamiento, referencia o apoyo para ese menor que ha convivido temporalmente con ellos. Se convierten en algo así como sus tíos/as. Cuando esto ocurre, normalmente, los resultados son mejores. El menor cuenta
con más apoyo, con más afectividad, con más referencias, con más opciones, con más contención, con más cauces de integración social y con más posibilidades de estructurar su vida de una manera
constructiva. El Proyecto Izeba se sustenta en base a esta experiencia práctica, y no sólo a una especulación o conjetura teórica.

Objetivos:
Los principales objetivos del Proyecto Izeba podríamos ordenarlos en dos apartados: por un lado, los objetivos directos y específicos; y por otro, los objetivos complementarios y generales.
•Objetivos directos y específicos:
-Contribuir a la mejor integración social de los MENA mediante la creación de referencias familiares de afectividad, y mediante la facilitación por parte de las familias de nuevas relaciones sociales en el entorno de estos menores.
-Crear una red de familias que colabore con las Instituciones responsables en la mejor y más ética respuesta a la problemática y dificultades que plantea la acogida e integración de los MENA.
•Objetivos complementarios y generales:
-Fomentar ante una problemática tan compleja como esta una conciencia social de solidaridad y compromiso y una conciencia mediática de rigurosidad y responsabilidad.
-Contribuir a elaborar una mirada social más humanizada hacia estos menores, incorporando la perspectiva de la cercanía y la empatía hacia su realidad y fomentando una conciencia social de solidaridad y hermanamiento.
-Restarle peso a la imagen del miedo, el prejuicio o el etiquetado colectivo, y conmover la fuerza de la sensibilidad humana ante estas personas recordando e imaginando que podrían ser nuestros hijos.

Quienes deciden inscribirse como familias o personas voluntarias para colaborar con el Proyecto Izeba, no van a estar solas en su esfuerzo de solidaridad. Van a tener a su disposición, al menos, los siguientes diez recursos de apoyo:
1. Un servicio de apoyo especializado compuesto por dos psicólogas. Este servicio está coordinado con el centro de acogida del menor y está en contacto permanente con cada una de las familias para
apoyar su labor, responder a consultas u ofrecer orientaciones ante dificultades que pudieran surgir.
2. Visitas del equipo de apoyo especializado. El equipo de apoyo visita a todas las familias una vez al inicio del proceso. A partir de ese momento la periodicidad de las visitas será mayor o menor según
los casos y las necesidades de cada familia.
3. Un teléfono y un correo electrónico. Las familias disponen de un número de teléfono mediante el que dirigirse al equipo de apoyo por iniciativa propia para realizar cualquier consulta, solicitar cualquier
orientación o hacer sugerencias. Del mismo modo, las familias pueden comunicarse con el equipo de apoyo a través de una dirección de correo electrónico. La dirección es la siguiente: izeba@izeba.org.
4. Un foro privado en internet. Las familias voluntarias y el equipo técnico tienen un espacio específico en el que intercambiar sus experiencias, dudas, consultas, opiniones, críticas, sugerencias o aportaciones.
La dirección es www.izeba.org/foro.html.
5. Una dieta económica de apoyo a su labor. Las familias voluntarias que se inscriben en el Proyecto Izeba reciben de la Diputación Foral de Gipuzkoa una dieta económica de 100 euros mensuales para
compensar mínimamente el esfuerzo personal y los gastos que pudiera ocasionarles esta contribución.
6. Cursos y publicaciones. Baketik ofrece a todas las familias voluntarias del proyecto Izeba la posibilidad de recibir sus publicaciones y participar en sus cursos formativos gratuitamente.
7. Boletines. Periódicamente se envía a las familias voluntarias un boletín con noticias, vivencias, recomendaciones, sugerencias o reflexiones temáticas relacionadas con la experiencia de las familias
de acompañamiento o de tíos/as acogedores/as.
8. Colaboración con entidades locales. El equipo de apoyo especializado y Baketik pondrán en contacto a las familias con entidades locales que estén dispuestas a colaborar en favorecer la conectividad de estos menores facilitándoles el despliegue de relaciones sociales de proximidad, amistad o intereses y aficiones compartidas.
9. Sesiones grupales y encuentros formativos de las familias y el equipo técnico. Baketik organiza periódicamente en Arantzazu o en otros lugares de Gipuzkoa encuentros para las familias de
acompañamiento. En estos encuentros, además de ofrecer contenidos formativos relacionados con el Proyecto Izeba, las familias tienen la oportunidad de intercambiar sus impresiones y experiencias.
10. Campañas de sensibilización. Con el fin de apoyar el esfuerzo de integración que realizan las familias de tíos/as acogedores/as, anualmente se organizará, al menos, una campaña de sensibilización de ámbito local o provincial. Estas campañas intentarán conmover la fuerza de la sensibilidad humana ante estas personas recordando e imaginando que podrían ser nuestros hijos.
De forma paralela y simultánea se realizarán muchas otras acciones que también buscarán contribuir a la integración de los MENA. Baketik, por ejemplo, trabajará con los medios de comunicación y con las entidades de la sociedad civil buscando generar sinergias con relación a esta problemática. El Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa seguirá por su parte desarrollando tantos otros programas que desde distintos ángulos están orientados a ofrecer la mejor respuesta a los menores en situación de desprotección y concretamente a los menores extranjeros no acompañados.

¿Qué os parece?

¡FELIZ SEMANA CORAZONES!

Mentxu

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