A memoria de un maestro

Hace unos días murió uno de mis más queridos maestros. Yo tuve como profesor a Antonio Beristain cuando cursaba la diplomatura de Criminología (1986-1989) y puedo decir que sus clases eran bastante especiales, ya que muchas veces te ponía la realidad patas arriba y te hacía pensar y reflexionar desde lo humano, lo espiritual y la cruda realidad.

Uno de mis mejores recuerdos fue cuando en el 3er curso fuimos a la cárcel de Martutene y nos dio una de sus clases y después estuvimos en contacto con los presos y presas. Fue una gozada estar allí y también palpar las condiciones (humedad, hacinamiento, etc.) en las que viven dichas personas.

Su labor investigadora y docente de Antonio Beristain, su trabajo, multidisciplinar, a favor del desarrollo no violento de los Derechos del hombre, la perspectiva crítica, pero conciliadora, del Derecho penal tradicional y de la Criminología sociológica, junto a su esfuerzo por armonizar la acción y la contemplación, ha dado lugar a la creación de una amplia y prestigiosa escuela criminológica, lo que ha proporcionado una especial proyección como puente entre Europa e Iberoamérica, conformándose asimismo como un referente en el ámbito victimológico.

Mentxu

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *