Alumbrado a la carta

Hace una semana salió esta noticia y me parece interesante compartirlo con vosotros. Ahí va.

“No pasa nadie por una calle, ni personas ni coches. Las farolas de esa zona están encendidas al mínimo. Si cruza una persona o un vehículo, un sistema detector de movimiento hace que se encienda una luminaria o una serie de ellas y luego vuelvan a su estado de reducción lumínica. Es la descripción más básica del nuevo sistema que ha diseñado y testado ya la empresa guipuzcoana de iluminación inteligente Luix, creada hace dos años por ACR Grupo, Tecnalia y Eguzkitan. Ayer sus responsables lo presentaron a la prensa y recalcan que el ahorro en un municipio podría alcanzar el 80% de la factura eléctrica que generan. Suponiendo que fuera San Sebastián, ese ahorro se cifraría en más de 2,5 millones de euros anuales.

Siguiendo con la capital guipuzcoana, Juan Bautista Genua, consejero delegado de Luix, puso el ejemplo del Paseo Nuevo. Una zona que a la noche no es transitada y a la que acaban de poner nuevas luminarias. «Si hubieran sido de nuestro sistema inteligente, hubiesen costado la mitad y se hubiesen podido gestionar de forma que si no pasa nadie estén al 30% de su potencia y si pasea gente o llega un vehículo se enciende la hilera de farolas en la dirección que lleve cualquiera de los dos».

El sistema ha sido testado y aunque está pensado para futuras ciudades inteligentes, ya ha sido colocado en 16 farolas de Gabiria, con un ahorro de 1.671 euros (974 por menor gasto de energía y 697 en mantenimiento) y 20 farolas en el polideportivo Usabal de Tolosa con 3.200 euros previstos de ahorro. También en los municipios navarros de Isaba y Salinas de Pamplona. «Los alcaldes están encantados porque han rebajado la factura eléctrica hasta en un 70%». Supone unos 20.000 euros al año cada uno. Luminarias que se consideran adecuadas también para polígonos industriales, grandes estacionamientos, amplias urbanizaciones, carreteras y autopistas. «El consumo eléctrico en poblaciones es desmesurado en zonas donde por la noche apenas hay tráfico o pasa gente», argumentó Genua.

La tecnología del sistema permite además que se implante en las luminarias un sistema de transmisión de datos y de voz que permiten reducir la intensidad de la luz a voluntad, detectar averías y transmitir avisos desde un extremo a otro de la ciudad. En las existentes se colocaría un dispositivo para que iluminen de forma inteligente.

El precio de cada farola de este innovador diseño oscila entre los 600 y 1.200 euros, aunque «la media es de 800». Si tenemos en cuenta las 25.000 farolas de Donostia, el costo de sustituirlas todas sería de 20 millones. «La capacidad de ser rápidamente amortizadas las hace más atractivas», expuso Genua. Pero precisó que «lo normal es ir colocando las nuevas cuando se retiran otras por viejas o bien cuando se colocan nuevas luminarias en barrios o nuevas urbanizaciones».

Contra el despilfarro

Xabier Albistur, presidente de Luix, presentó el acto recordando la idea hace dos años, su puesta en marcha a través de Tecnalia y hoy ya es una realidad. «El gasto en iluminación hoy es un despilfarro», recalcó.

Para Iñaki San Sebastián, director general adjunto de Tecnalia, «la energía más renovable es la que no se consume. Con este sistema ahorramos energía sin reducir el servicio a los ciudadanos».

Félix Ezkurra, uno de los diez investigadores y creadores que han sacado adelante este avance tecnológico, explicó que «podemos gestionar la iluminación desde el mínimo al máximo, porque no nos hemos planteado apagar toda la iluminación nocturna de un municipio. En Gabiria hicimos un test en la plaza donde colocamos estas luminarias y pasaron 8 personas de media entre las 8 de la noche y las 6 de la madrugada. Cuando pasaron, se iluminaba a la potencia normal y cuando no detectaban movimiento, reducían su intensidad al 30%”.

¡FELIZ SEMANA, CORAZONES!

Mentxu

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