Jugando a los abecegramas
Los abecegramas son frases (o textos enteros) cuyas palabras se disponen en orden alfabético.
La primera palabra de la frase comienza con la letra A, la segunda palabra con B, la tercera con C y así sucesivamente hasta la última palabra que lógicamente comenzará por Z.
En la literatura española de los siglos XVI y XVII fueron utilizados por Cervantes y Lope de Vega con la denominación de «abecé».
En el Quijote se explican con un abecé las cualidades que debe tener un enamorado:
“Él es, según yo veo y a mí me parece, agradecido, bueno, caballero dadivoso, enamorado, firme, gallardo honrado, ilustre, leal, mozo, noble, honesto, principal, quantioso, rico y las eses que dicen, y luego, tácito, verdadero. La x no le cuadra, porque es letra áspera; la y ya está dicha; la z, zelador de tu honra.
Rióse Camila del abecé de su doncella”.
Propuesta de Llamp:
¡Anímate buen compañero, buena dama! Escribe fantástica graciosa historia interesante, jugando kon letras llamadas (a hacer) maravillosas narraciones (o bien de) ñiquiñaque. Osa pergeñar quien recrea sainetes tradicionales, una valija (digna de) xana. Yo, zaragata.
- Ab ovo, in media o in extrema res
- Los niños que ya no sonríen
Amable, bostezador, cadencioso, decoroso, espléndido felino. Gato hermoso, incesante jaleador, minino loco. Llamp maullador, noble y extraÑo; organizador palabrero que reta sin titubeos.
Un verso “x” yace; zozobro.
Animoso, bebedor, cauteloso, delicado, elegante, fascinante, gallardo, humano, ingenioso, juguetón, karateca, liviano, lloviznoso, melancólico, navegante, ñoño. obstinado, paciente, quimérico, rebelde, suave tempestuoso, unico vehemente, yace xudado…zizagueante.
Hola, buenas. Envío dos aportaciones; un abecegrama y un pangrama. A ver si os gustan.
A babor cayó despacio el famoso galeón hasta intuir jalones kuwaitís, lejanas montañas nacientes, “¡ñordos orientales!” proclamó resuelto sentándose Teodoro (un vallisoletano wambeño xenófobo y zascandil)
Fíjate qué ponzoña de whisky, exclamaba grave
Me he dado cuenta de que al abecegrama le faltaba la “q”, pero ya está resuelto.
A babor cayó despacio el famoso galeón hasta intuir jalones kuwaitís, lejanas montañas nacientes, “¡ñordos orientales!” proclamó, quizás rabioso, sentándose Teodoro (un vallisoletano wambeño xenófobo y zascandil)
Ahora sí.
Muchas gracias por tu aportación, muy ingeniosa. 🙂
que me parece muy buena idea que existan palabras a si de extrañas pero de lo que si estoy sorprendida es que con frases o palabras a si o de este modo pudo aprender muchas cosas nuevas y diferentes
M e parece interesante que exista los abecegramas que es jugar con las palabras, es interesante.