La patata es seguramente una de las hortalizas más consumidas en todo el mundo. Nos proporciona hidratos de carbono complejos en forma de almidones, que son una buena manera de conseguir energÃa para nuestro cuerpo y es muy rica en potasio.
Tal y como nos explica la nutricionista Gabriela Uriarte, la patata también contiene otros minerales en pequeñas cantidades como el calcio, el hierro o vitamina C. Muchas de estas sustancias se encuentran en la piel, o justo debajo, y por eso es una buena idea comer patatas sin pelar de vez en cuando.
La única precaución que debemos tener con las patatas es cocinarlas bien, porque si las comemos crudas pueden provocarnos una indigestión. También debemos vigilar la solanina, una sustancia que contienen y que es tóxica: para evitarla debemos eliminar todas las partes verdes de la patata.
Lo que mucha gente desconoce es que la patata puede actuar como alimento prebiótico para nuestros microrganismos del intestino y asà favorecer nuestra buena salud intestinal e inmunológica. Además, es sencillÃsimo: cocemos la patata y las dejamos en el frigorÃfico, este calentamiento-enfriamiento genera almidón resistente que actúa como una fibra dietética y es lo que hace de prebiótico.
La recomendación de Gabriela: Para beneficiarnos de esta propiedad es fundamental consumir la patata frÃa, por lo que una buena idea es incluirla en una ensalada campera acompañada de tomate ecológico, cebolleta y un par de huevos ecológicos.
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