En Pamplona, agentes de la Policía Nacional han imputado a dos hombres de 36 y 23 años, uno de ellos ya en prisión y al parecer ambos integrantes de una organización delictiva georgiana, como presuntos autores de 55 robos con fuerza en pisos de la ciudad y la comarca.
Una nota de prensa de la Jefatura Superior precisa que desde mediados del pasado año se estaba investigando si en estos robos participaba un grupo organizado de origen georgiano especialista en acceder a los domicilios mediante la “fractura de bombín“, el método del “resbalón“, o el uso de “ganzúas“, que no provocan ruido.
Este mes de marzo terminó la investigación al “acreditar” la Policía la participación de estas dos personas en los citados robos, ambas con diversos antecedentes.
La Jefatura añade que los acusados comprobaban que la vivienda se encontraba vacía con llamadas al telefonillo del portal o al timbre de la puerta y a continuación forzaban la cerradura, en algunos casos después de tapar las mirillas del resto de puertas existentes en el rellano.
Una vez en el interior del domicilio dice la Jefatura que realizaban un “registro exhaustivo“, en especial en dormitorios matrimoniales y salas de estar ya que son los espacios en los que habitualmente suele haber dinero y joyas, piezas de poco tamaño y gran valor, aunque también les interesaban efectos de electrónica e informática y teléfonos móviles.
Normalmente en esta forma de robos suelen participar dos o más personas que adoptan medidas de seguridad para evitar ser sorprendidas y, en este caso, la Policía entrevistó a numerosas vecinos de viviendas robadas y confirmó que los autores eran jóvenes, de algún país del Este y que entre ellos había una mujer.
Entre los objetos intervenidos en la operación, que ha dirigido el Juzgado de Instrucción 3 de Pamplona y guarda relación con otra de la Ertzaintza en Vitoria este mes, figuran joyas, dinero, tarjetas de crédito y teléfonos móviles que ya han sido entregados a sus dueños.
Ahora la Policía trabaja para detener al resto del grupo, al tiempo que aconseja adoptar algunas medidas preventivas como echar la llave “siempre” y llamar al 091 si se tienen sospechas por la presencia de personas desconocidas o llamadas desde el portero automático.